Sólo cinco personajes y un agreste paisaje montañoso bastan a Anthony Mann para regalarnos otra obra maestra del cine. En la que dos rivales caracterizados por James Stewart y Robert Ryan (ambos con un perfil moral deliberadamente ambiguo) se enfrentan física y psicológicamente en una lucha sin cuartel.
Entorno
a estos dos antagonistas otros tres personajes, presionados y manipulados, se
debaten a la hora de apoyar a uno u otro contendiente.
Con “Colorado Jim” o más bien “La espuela desnuda” el tándem Mann-Stewart vuelve a la carga con otro western duro, denso y con una
trama argumental propia del cine negro. Cinco personajes que marchan a
través de salvajes montañas y bosques frondosos. Embrutecidos por la desconfianza,
la codicia y el odio, avanzan progresivamente
hacia un clímax violento del que ninguno saldrá indemne.
FICHA
TÉCNICA: COLORADO JIM “The naked spur”.
AÑO:
1953. DURACIÓN: 91 min. PAÍS: Estados Unidos.
DIRECTOR: Anthony Mann.
GUIÓN: Sam Rolfe, Harold J. Bloom. MÚSICA: Bronislau Kaper. FOTOGRAFÍA: William C. Mellor.
REPARTO: James Stewart, Robert Ryan, Janet Leigh, Millard Mitchell, Ralph Meeker.
DIRECTOR: Anthony Mann.
GUIÓN: Sam Rolfe, Harold J. Bloom. MÚSICA: Bronislau Kaper. FOTOGRAFÍA: William C. Mellor.
REPARTO: James Stewart, Robert Ryan, Janet Leigh, Millard Mitchell, Ralph Meeker.
PRODUCTORA: Metro Goldwyn Mayer. Productor: William H. Wright.
GÉNERO: Western.
SINOPSIS:
Howard Kemp conocido como Colorado Jim es un granjero reconvertido en cazador
de recompensas. Desde su Kansas natal hasta las agrestes estribaciones de las
montañas de Colorado viene persiguiendo a su presa, un asesino llamado Ben
Vandergroat por el que ofrecen 5.000 $ de recompensa. Para la captura de éste
Jim establece de manera fortuita alianzas con un viejo buscador de oro y un
militar licenciado deshonrosamente. Tras
una dura pugna consiguen capturar vivo al criminal, pero este se haya
acompañado de una joven muchacha hija de un forajido muerto.
Los
cinco, comandados por Jim, se pondrán en marcha rumbo hacia la civilización,
para entregar al recluso y cobrar la jugosa recompensa.
“The naked spur” es el tercer western en el que
colaboraron Anthony Mann y James Stewart. El director retoma su
habitual discurso en el que explora la soledad del individuo y reflexiona en
profundidad sobre las motivaciones y las consecuencias del uso de la violencia.
Para ello Stewart vuelve a meterse
de lleno en la piel de un héroe atípico en continua lucha contra si mismo y
contra el entorno. Componiendo a un
personaje, Colorado Jim, marcado por su pasado y en continua pugna entre lo que
debe de hacer y lo que su conciencia le dicta que haga. Esta terrible lucha
interior, magníficamente plasmada por un gran James Stewart, hace del
personaje un hombre frustrado, amargado, vacilante y consumido por la obsesión de recuperar lo perdido.
Jim al
límite de sus fuerzas físicas y psíquicas deberá hacer frente a un temible
rival, el taimado asesino Ben Vandergroat (Robert
Ryan) que utilizará todo su poder de manipulación para sembrar la discordia
y la desconfianza entre sus tres captores: Jim, Jesse (Millard Mitchell) y Roy (Ralph Meeker).
Ryan compone espectacularmente su papel de malvado, dotándolo
de gran aplomo y solidez. Ben Vandergroat es un “malo” sin fisuras, capaz de
usar las mentiras y la manipulación, sin ningún remordimiento, en su propio
beneficio. Es el único personaje de la película que se siente a gusto en su
pellejo.
Gracias a la red que teje con sus mentiras y la
seguridad en sí mismo que destila, el espectador siente (en algunos tramos del
film) fuertes corrientes de empatía hacia el personaje, que hacen dudar de su
culpabilidad en los crímenes por los que es perseguido.
El resto de los personajes son retratados con igual
precisión por el director, componiendo tres pequeñas historias dentro de la
historia principal.
Lina Match (Janet Leigh) es la mujer que
acompaña a Vandergroat; joven, sensible y vehemente es el personaje más
positivo de la película. Jesse (Millard Mitchell) es un viejo buscador de oro resignado por una vida de fracasos. Y
finalmente Roy Anderson (Ralph
Meeker) el joven ex-teniente expulsado de la caballería por conducta
inmoral es perseguido por una partida de indios por abusar de la hija de su
jefe.
El peso
del guión co-escrito por Sam Rolfe y
Harold Bloom, nominados por ello a
un premio Oscar, gravita sobre la codicia de los tres captores, ansiosos por cobrar
la recompensa que ofrecen por la cabeza de Vandergroat.
Deseosos
de compartirla con el menor número posible de socios y espoleados por las
insinuaciones del propio Vandergroat, pronto comienzan a desconfiar unos de los
otros, lo cual genera una tensa atmósfera dominada por el temor a ser asesinado
o dejado atrás por los propios compañeros de viaje.
La
tensión aumenta cuando surge la atracción entre Jim y Lina, lo cual es de nuevo
aprovechado por el personaje que interpreta Ryan, para alentar los celos y
la envidia entre Roy y Jim.
Por
último no puedo dejar de citar al sexto (y destacado) protagonista del film. Me
refiero al paisaje, una vez más, magníficamente retratado en cinemascope por Anthony Mann. El film esta rodado íntegramente
en exteriores, habiendo sido escogidos para ello los hermosos bosques de Lone
Pine (California) y el agreste paisaje de las Montañas Rocosas (Colorado).
La tensión
las dificultades del grupo, quedan simbolizados y expresados a través de este
hermoso paisaje escarpado que se integra en la acción tornándose hostil y
peligroso.
Sólo me
queda una cosa, animaros a todos a visionar este gran film, en el que se
conjugan con habilidad y eficacia una trama propia del cine negro dentro de un
western de corte clásico, y que además cuenta con unos personajes ricos en matices y
fabulosamente interpretados por
excelentes actores. En definitiva con “The naked spur” Anthony Mann nos
volvió a legar otra joya del cine.
Nada que añadir. Sin duda, una joya tocada por el talento de ese tándem. Muy acertada la inclusión de ese "sexto" personaje, que en esta película juega un papel importantísimo.
ResponderEliminarSaludos
Destacaré en primer lugar que el argumento es una historia de cine negro- policíaca. Mann la desarrolla en el entorno del western, pero puedo perfectamente imaginármela en un ambiente urbano entre calles y edificios y también en interiores, y por supuesto como road movie. Cambiemos el caballo por el automóvil, y los magníficos caminos por la carretera. Desde luego no se trata de un western al uso, aunque están prácticamente todos los ingredientes que lo suelen acompañar, el paisaje agreste y espectacular, los indios, aunque casi simbólicamente, los caballos, el caza recompensas, la chica, y hasta la fiebre del oro. Como decía Mann “ el western es el género que más libertad ofrece para desarrollar pasiones y acciones violentas”
ResponderEliminarOtro aspecto destacable es el desarrollo de los personajes, la interpretación es, huelga decirlo, excelente en los cinco casos.
Hablemos de los personajes, ninguno es el malo ni tampoco hay un bueno definido. Mann una vez más retrata al ser humano en sus inclinaciones más complejas. James Stewart, que encarna en apariencia el bueno, es un hombre que por dinero va a llevar a otro a la horca. Un dinero que le servirá para rehacer su vida, pero ¿es realmente posible volver a empezar sobre un cadáver? La ética moral del personaje le censura continuamente esta actitud, por lo que nuestro James no se siente nada a gusto en su piel, lucha consigo mismo continuamente, es el atormentado héroe manniano. Pero su moralidad no le impide seguir adelante con sus propósitos, ni permitir el engaño o la confusión respecto a sus intenciones.
Robert Ryan es el malo, es un asesino, sin embargo llegamos a dudar de que efectivamente haya matado, no tiene ningún escrúpulo y quiere salvar el pellejo cueste lo que cueste. Para ello utiliza las armas de que dispone. Así como los demás llevan toda una artillería encima, él está atado de manos y sin revolver, de forma que utiliza su inteligencia y su afilada lengua. Son muy interesantes los diálogos de este personaje, muy acertados en su valoración de la situación y hacen diana siempre en cuanto al “bueno“de Colorado Jim se refieren. Son comentarios mordaces destinados a crear división entre sus captores, pero no miente. Esto es lo que en parte hace que el espectador simpatice con él e incluso dude de que sea un asesino. Por otro lado, utiliza a la chica a su antojo, y engaña al pobre Jesse con la promesa del oro. Durante gran parte de su interpretación esgrime una sonrisa acusadora que enfurece a Colorado Jim.
Janet Leigh, es la verdadera inocente, está perdida entre hombres de moralidad ambigua, ya no sabe a quién creer. Es la voz, o mejor los ojos de la inocencia.
Jesse, viejo buscador de oro, y por lo tanto afectado por la fiebre que no cesa. Es la misma que la que nos cuenta Huston en “el tesoro de sierra madre”. En este personaje no hay ambigüedad, desea tanto el oro que se deja engañar con facilidad.
Por último el ex militar, expulsado del ejército por moralidad dudosa, persigue el dinero y se comporta con una falta absoluta de moralidad.
Muy buena reseña. Revisioné este magnífica película hace pocos meses y sigue pareciéndome uno de los mejores westerns de la historia del cine. Destaco dos cosas, aunque no descubro nada nuevo.1) La dirección "metálica" de Mann, dura, fría, sin concesiones, a cielo abierto. Entre sus muchos méritos, está el haber sacado el "otro yo" del actor Stewart, con el que pudo bordar la faz brutal y despiada de éste y otros personajes. 2)Ya tenemos aquí, pues, al Stewart total, el actor más completo (¡con permiso de Spencer Tracy!). Este aprendizaje le sirvió a Jimmy para componer, años más tarde, otro dura caracterización: la del oficial de demoliciones en el gran filme del otro Mann (Daniel), Mountain Road (1960).
ResponderEliminarSaludos.
“Colorado Jim” es un film que transcurre en espacios naturales, sin un vestigio de civilización, en un escenario humanamente desnudo en el que la supervivencia no es el tema central. El coro es muy escueto, de tres personajes: el viejo buscador de oro, el oficial renegado y la novia del delincuente. Entre ellos se mantiene una tensa balanza, entre el protagonista y el antagonista, oscilando a cada instante a golpe de contradicciones e intentos de fuga. El primero lo hace para mantener el control de la situación y garantizar el éxito de la operación. El segundo lo hace para desunir al grupo y debilitarlo en provecho de sus oportunidades de fuga y supervivencia. Las dificultades del grupo y el ambiente de tensión que se vive en él, quedan simbolizados y expresados a través de un paisaje escarpado, hostil e inquietante, que con inusual habilidad Mann integra en la acción.
ResponderEliminar¿Te puedes creer que no la he visto aún???? Don't kill me XD
ResponderEliminarPerdona por haber tardado tanto en responder. Le sigo a partir de ahora. Gran blog el que tenéis montado :D
Excelente western de Mann, aunque reconozco que prefiero otros como "Winchester 73", "Horizontes lejanos" o "Tierras lejanas". Jimmy Stewart está enorme, como siempre.
ResponderEliminarSaludos.
Poco que añadir a la magnífica reseña y a los estupendos comentarios sobre Colorado Jim. Solamente querría destacar la secuencia del enfrentamiento final entre James Stewart y robert Ryan que da sentido al título original, The Naked Spur.Stewart utiliza la espuela para ayudarse a trepar por las escarpadas rocas por encima del caudaloso río.Hay un gran momento en el que Mann nos muestra en plano general a Ryan agazapado en lo alto de la montaña y a Stewart a 2-3 metros de él, escalando y apunto de encontrarse. Y cuando se encuentran, Stewart utiliza la espuela como arma para deshacerse de Ryan.
ResponderEliminarFelicidades por vuestro blog
Saludos
Mi momento favorito del film es la última escena en la que Colorado Jim tiene que decidirse por una nueva meta lo que conlleva abandonar su obsesión, o seguir el camino que le lleva a recuperar su pasado y para ello ha de vender el cadaver de un hombre. Se ve obligado a enfrentarse a su ambiguedad y decidir de que lado está. Es la hora de la verdad.
ResponderEliminarComparte la escena con Janet Leigh que aporta dramatismo y tensión, añadidos al desgarro interior de Stewart.
@ Eloy, muy bien tu comentario del título original de la película, es un dato en el que no había caído. Con las traducciones se pierde a veces información interesante.
Gracias a todos (Eloy, Ricardo, Cinemagníficus, Toni, Fernando, Cristina y le Gourmet) por vuestra participación y vuestros comentarios.
ResponderEliminar@Le Gourmet y a Toni: Efectivamente, el paisaje y sus interacciones con los protagonistas son fundamentales para entender el cine de Mann.
Mann capta a la perfección el paisaje norteamericano, integra a los individuos dentro y encuadra a la perfección el conjunto. Recuerdo vívidamente un viaje a través de Arizona, desde Flagstaff hacia el gran Cañon, atravesando un paisaje similar al que vemos en "Colorado Jim"; cielos impresionantes (poblados de hermosísimas nubes) que formaban la linea del horizonte con la montaña, el bosque de coníferas o los prados altos.
Me sentí dentro de este "Colorado Jim" o de "Horizontes Lejanos" (y esto lo podrás confirmar tú Toni que este verano has hecho un viaje por la zona) y aprecié aun más la grandeza de Mann como plasmador del medio.
@Cristina, Ricardo y Fernando: Me gustaría profundizar, al hilo del comentario de Fernando, en esta nueva faceta interpretativa que encuentra y explota Anthony Mann en Jimy Stewart.
El director haya en él a su heroe manniano. Un personaje enfrentado contra si mismo y contra el medio, atormentado, neurótico y solitario. Debatiendose entre sus prejuicios morales y los fines que persigue. En cada uno de sus 5 westerns Jimy repite este patrón pero va aportando distintas facetas en cada uno de sus personajes.
Aprovechando que vamos a disfrutar de tres de estos cinco westerns en este ciclo. Me gustaría que entre todos exploraramos estas facetas que este gran actor da al heroe manniano.
@Cinemagníficus, aprovecha ahora para ver la peli, no te defraudará.
@A Eloy: La secuencia final de la peli es brutal y para mi esos golpes de espuela tienen un importante significado simbólico.
Jim se enfrenta a Ben, en el duelo definitivo. Ben se muestra en su máxima peligrosidad. Desde una posición elevada y protegida, tiende una emboscada a sus perseguidores, es un gran tirador y no tiene ningún escrúpulo. Paralelamente a esto Mann nos muestra el paisaje más amenazador, el río ruje con gran fuerza y una montaña escarpada (que recordemos antes había vencido a Jim en una situacón similar en el primer tercio de la peli) protege y defiende al asesino.
A golpe de espuela Jim domeña la naturaleza hostil, fabricando los pequeños salientes en la roca para llegar a la cima. Y una vez arriba con el golpe de espuela definitivo acaba con su rival. Es el triunfo final del héroe sobre el medio y sobre su antagonista.
Un saludo para todos es un placer contar con vosotros en este cine forum y gracias de nuevo.
Volviendo un poco a lo que comentais sobre el título Cristina y Eloy.
ResponderEliminarEl título original "La espuela desnuda" sufrió una amorfa transformación gracias a la grotesca censura franquista y convirtiendose en "Colorado Jim". Evidentemente el título original tiene un peso importantísimo en la película, del que "Colorado Jim" carece compltamente, no sólo en la secuencia de la que hemos hablado, sino que en el mismo inicio de película Mann, con los créditos iniciales, superpone el rótulo "The naked spur" a un primer plano de la bota de Jim en el estribo con la poderosa espuela destacada.
Estos censores auténticos obsesos sexuales y unos miopes inútiles para el cine, en su afán de eliminar la peligrosa palabra "desnuda", se cargaron la importancia que tiene el título en esta historia. Por su culpa o gracias a ellos, para nosotros los españolitos, esta peli siempre será "Colorado Jim".
Yo voy muy en la línea de Cristina.
ResponderEliminarMe gustó mucho lo que representa el personaje interpretado por Robert Ryan. Parece tener la situación controlada aunque lo lleven apresado 3 hombres, eso es lo que parece según se desarrolla la historia. Ryan maneja muy bien las tensiones del resto del grupo, con la ayuda de Janet Leight que será otro comodín que tiene para enfrentar a James Stewart con el militar que se autoinvita en la persecución y captura del delincuente Ryan (el militar se huele que puede sacar una buena tajada del asunto).
Lo que quiere Ryan es sembrar la discordia entre todos para que pueda haber la posibilidad de que se maten entre ellos (“mejor dividir la recompensa entre dos que entre tres”, le dice a uno del grupo para preparar el plan que lo conduzca a su fuga. No sólo aprovecha esas tensiones que existen en el grupo por razones obvias (el dinero de la recompensa y la mujer objeto del deseo, de un deseo deshonesto y de otro tierno y de verdadero amor) para sembrar la separación, engaña al viejo (él que es un buscador de oro) con mucha inteligencia para que crea que le puede enseñar donde hay oro y de ese modo poder tener la posibilidad de escapar más fácilmente cuando es sólo el anciano quien lo vigila en el camino que ambos emprenden en busca del mineral.
Comentar también que Mann somete a los personajes a una manipulación para que los espectadores caigamos en un juego que tiene que ver con su moralidad, como también señaló Cristina. El director hace parecer a los personajes lo que no son realmente. Al principio el personaje de Ryan no parece ser tan malo, aunque se le esté persiguiendo por ser un asesino. En una conversación con James Stewart llegamos a tener serias dudas de su presumible maldad. El apoyo de Janet Leight hace que de algún modo no lo miremos mal. También surgen dudas de la nobleza de James Stewart; hay momentos, sobre todo en la primera parte de la película, en los que creemos que a Stewart sólo le interesa el dinero, la recompensa, sin tener en cuenta otras consideraciones morales que tendrían que ver con la justicia del hecho de atrapar a un hombre que no parece merecerlo…
Pero esto sólo es una ilusión, un juego que Anthony Mann plantea para darle algún que otro claroscuro a la moralidad y que los personajes no fueran tratados de manera tan maniquea, unos personajes que saben lo que quieren y lo que deben hacer, aunque nos confundan ciertas cosas del principio en esa especie de juego planteado por Mann… a no ser que…
Si Stewart no llega a conocer a la mujer, de la que se enamora, y que le hace entender que ganarse el dinero de esa manera no estaba bien, y más si “el pedido” se entregaba en forma de cadáver… ¿terminaría la película igual, o seguiría Stewart con el plan que tenía en su cabeza de llevarlo fuese en las condiciones que fuese, incluso muerto, pudiéndole más su interés que lo que pudiera haber de reprobable en su conducta?
Excelente análisis Javi, poco más que añadir.
ResponderEliminarOtro comentario más a propósito de los personajes.
Todos salvo Ben (Robert Ryan) están buscando un nuevo comienzo, por eso el dinero (salvo para Lina)es tan importante.
Jim quiere la pasta para recomprar su granja, recuperar su vida de granjero y su autoestima lavando su honor mancillado por la mujer que lo traicionó. Lina quiere ir a California, un país nuevo y un nuevo comienzo lejos de la vida que primero le dió su padre y después Ben. El soldado huye para salvar el pellejo de la furia de los indios y el ejercito tampoco le quiere; con el dinero de la recompensa podrá comenzar de nuevo donde quiera. Y finalmente Jesse alejado de todo y consumido por la fiebre del oro, siempre detrás de un nuevo filón y siempre ansioso por comenzar una nueva búsqueda. Esta vez la enfermedad le costara la vida.
Pobre Jesse es un buen tipo, de los que caen bien. El típico compañero veterano que Mann pone siempre al lado de sus particulares héroes.
Un saludo Javi y felicidades por tu extenso y acertado análisis.
Es cierto, David, todos quieren comenzar de nuevo. Con respecto a lo que comentas de Jesse, se ve al principio, cuando coincide con Stewart, que es un hombre que merece la pena... lo ciega la fascinación del oro y el enorme cambio de vida que eso puede traer si lo consigue, se vuelve materialmente loco, como el personaje interpretado por Humphrey Bogart en El tesoro de sierra madre, ante la posibilidad de poder conseguirlo, y Ryan lo sabe, por eso le pone esa trampa de la que sabe saldrá bien parado... chaito, David
ResponderEliminarHola de nuevo, @ Javi respondiendo a tu pregunta me aventuro a afirmar que de no existir la chica, Colorado Jim hubiera seguido con su plan de vender el cadaver para comprar el rancho que fue suyo. En realidad lo que Colorado quiere es recuperar su vida anterior, en sus sueños atormentados busca a la chica es a ella a quién quiere conseguir y así desmentir todo lo que esta le hizo. Ella le traicionó, le abandonó, vendió la hacienda y se marchó.Janet Leigh le ofrece la posibilidad de iniciar una nueva vida, acompañado por ella que le ama incondicionalmente (le dice que le acompañará aunque entregue el cadaver), y lejos de su pasado. Esta oferta cubre gran parte de lo que busca, una pareja, olvidarse del pasado humillante y una buena razón para no cobrar la recompensa ya que ese tema le disocia moralmente.
ResponderEliminarSi no hubiera habido chica, no habría oferta ni vida nueva y hubiera seguido sus planes de vender el cadaver para conseguir todo lo demás.
Es curioso, vuestros comentarios me han hecho reflexionar en lo útiles que son los "intereses" personales, en ocasiones egoístas, como colaboradores de la justicia. Algo que encaja especialmente bien en el western, donde existían las recompensas y cualquiera podía convertirse en "justiciero", pero que se da en todas las épocas y lugares.
ResponderEliminarEfectivamente los tres perseguidores se buscan a sí mismos, buscan reconstruir su vida, y para ello no dudan ni por un momento en llevar a alguien al matadero, da igual si es culpable o no, les es útil. Lamentable.
En este sentido las dudas que siembra Mann sobre la culpabilidad de Ryan son muy oportunas, porque ponen en primer término lo peligroso, y me atrevería a decir que injusto, de un planteamiento así.
Y por cierto, ¡qué guapa Janet Leigh! ja ja ja.
Yo creo lo mismo, Cristina
ResponderEliminarTomo nota sin duda, nunca fui un gran amante del western hasta que llegó Clint Eastwood, pero con estas grandes reseñas que has hecho de Mann y Stewart me pongo a ello.
ResponderEliminarUn abrazo!!!!
PD: la chica de la foto es una modelo actual haciendo de Ingrid Bergman, pero al no conseguir su nombre se ha podido crear la confusión. Y sí, tiene algo más de Ava Gardner que de Ingrid Bergman, jajaja.
Gracias a los tres por enriquecer con vuestros comentarios estos últimos coletazos del cinefórum. Hoy volvemos con Winchester 73... más "deberes" para Cinexim.
ResponderEliminarBueno, estamos ante otra peli en la que Mann nos obsequia con uno de sus héroes.
ResponderEliminarEspectacular interpretación por parte de los actores. Quiero destacar la fotografía y la psicología de los personajes, de la fotografía diré que lo mejor es disfrutarla viendo el film.
Del argumento comentar, que aunque me parece algo primario, resulta ser un vehículo adecuado para desarrollar espléndidamente la complejidad de los personajes, he disfrutado como un enano de cómo el malo manipula a sus enemigos incidiendo en sus puntos débiles para conseguir dividirlos.
Presenta muchos de los pecados capitales, la codicia, la ira, la avaricia, la lujuria…. y nos muestra como van destruyendo la integridad de los protagonistas, también nos alecciona con el demonio tentador en muchas de sus caras …
Como escenas favoritas presento dos, una por lo futurista y precursora de la escalada libre, aquella en la que Colorado Jim asciende ayudándose de una espuela, y la otra, la mejor de todas, la más dura, la patada que da el protagonista al “concierto de vasos y platos”, que sonaba como un coro celestial mientras tenía a la chica en sus brazos y que tras lo ocurrido reaviva el recuerdo de otra traición.
Me gusta esa última escena que has elegido.
ResponderEliminarÉl toca el cielo en brazos de ella creyendo haber recuperado el amor de su vida, en esos momentos de distracción Ben intenta huir y de nuevo es traicionado por la mujer amada.
Es una gran secuencia rodada en tres partes; un primer momento hermoso y romántico, seguido de otro de acción y violencia y como colofón un desenlace dramático.
Todo un "landscape" de emociones.