Le
llegó el turno a la genial “El hombre
que pudo reinar”.
¡Qué
suerte los que no conozcáis esta película! Os aseguro que vais a descubrir
una auténtica joya cinematográfica. Para muchos, entre los que me incluyo, la
mejor película de aventuras de todos los tiempos.
Y es que para los que amamos este film, siempre es un placer volvernos a
encontrar con Danny y Peachy para revivir junto a ellos su apasionante odisea a
través de la India
colonial, el infranqueable Himalaya y el recóndito y misterioso Kafiristán.
Tened
por seguro que en este viaje no nos van a faltar diversión, exotismo, amistad,
mucha emoción y alguna que otra lágrima.
FICHA
TÉCNICA: EL HOMBRE QUE PUDO REINAR “The man who would be king”.
AÑO:
1975. DURACIÓN: 129 min. PAÍS: Estados Unidos.
DIRECTOR: John Huston.
GUIÓN: John Huston, Gladys Hill. MÚSICA: Maurice Jarre. FOTOGRAFÍA: Oswald Morris.
REPARTO: Sean Connery, Michael Caine, Christopher Plummer, Saeed Jaffrey, Doghmi Larbi, Karroom Ben Bouih, Shakira Caine.
DIRECTOR: John Huston.
GUIÓN: John Huston, Gladys Hill. MÚSICA: Maurice Jarre. FOTOGRAFÍA: Oswald Morris.
REPARTO: Sean Connery, Michael Caine, Christopher Plummer, Saeed Jaffrey, Doghmi Larbi, Karroom Ben Bouih, Shakira Caine.
PRODUCTORA: Columbia
Pictures. Productor:
John Foreman. GÉNERO: Aventuras. Colonialismo.
SINOPSIS:
Peachy Carnehan y Daniel Dravot son dos simpáticos buscavidas, antiguos
sargentos del ejército británico, que subsisten dedicándose a actividades poco
lícitas en la India
colonial de finales del siglo XIX.
En una
de sus correrías conocen al escritor y periodista Rudyard Kipling con el que
traban amistad ya que los tres son masones. Con Kipling por testigo los dos
amigos firman un contrato en el que se comprometen a emprender juntos un
peligroso viaje hasta el lejano e inexplorado Kafiristán, y una vez allí formar
un ejercito, convertirse en reyes y hacer fortuna.
Desde
los años cuarenta John Houston
trabajaba en la adaptación de la novela homónima de Rudyard Kipling para llevarla a la gran pantalla, durante todos
estos años el guión fue reescrito varias veces y los protagonistas fueron cambiando
conforme se iban sucediendo las décadas.
Los
primeros en sonar fueron Bogart y Spencer Tracy, más tarde Bogart y Gable, para seguir con Kirk
Douglas y Burt Lancaster.
En los
70´s el guión fue ofrecido a Paul Newman,
con objeto de filmar la película junto a Robert
Redford. Al actor le gustaron el papel y el guión pero finalmente no se
enroló en la película. Aún así la intervención de Newman fue proverbial para el devenir final de la película, ya que
fue él quien sugirió al director a Michael
Caine y Sean Connery para los
papeles protagonistas, ya que según su criterio la película debía ser
interpretada por actores británicos.
Hoy día
es imposible imaginar a otra pareja mejor para encarnar a los Danny Dravot (Sean Connery) y Peachy Carnehan (Michael Caine).
Y es
que Connery y Caine, Caine y Connery (tanto monta, monta tanto) nos
ofrecen una interpretación deslumbrante, llena de carisma y sobriedad. Entre
ellos fluye una química especial, perfectamente detectable por el espectador, que
potencia durante todo el metraje lo que vemos en la pantalla.
Me
parece increíble, e imperdonable, que después de esta película ambos actores no
hayan coprotagonizado otras. En fin, afortunadamente ambos siguen en activo y
en buena forma, así que no perderemos la esperanza.
Con “El hombre que pudo reinar” Huston alcanza una de las cumbres de su
filmografía. Bien es cierto que la historia parece estar hecha a la medida del
“cazador de historias”, ya que en ella se dan cita una temática y unos
personajes que comparten señas de identidad con la vida y el cine del autor.
En este
film con prodigioso ritmo narrativo Huston,
respaldado por la preciosa música de Maurice
Jarre y la brillante fotografía de Oswald
Morris, nos guía en esta aventura a través de un exótico mundo de bazares,
caravanas, cumbres nevadas, tierras inexploradas y ciudades míticas.
Los
protagonistas interpretados por Caine
y Connery son dos típicos
“antihéroes” hustonianos que se van abriendo paso con desparpajo, valor y otros
muchos recursos. Pero como no podía ser de otra manera con Huston, estamos ante otra historia de perdedores, ya que Danny y
Peachy, pese a estar a punto de conseguir sus sueños de fortuna y gloria, se
verán avocados al fracaso.
Esta
vez son la vanidad y los delirios de grandeza los causantes del fracaso, y con
ello Huston vuelve a dejarnos otra
lección moral. Pese a todo, esta vez el fracaso será más emotivo que amargo, ya
que pese al terrible final la dignidad y la amistad de ambos personajes
prevalece.
Porque
sobre todas las cosas esta película es un canto a la amistad, una amistad
verdadera llena de respeto, afecto y comprensión.
Una
amistad, en definitiva, capaz de sobrevivir a la muerte.
Muy buena entrada, David. Es cierto: esta peli es un verdadero canto a la amistad, aunque también haya bastante vanidad en ella... el creerse algo así como dioses casi los lleva a lo más trágico (hace mucho que la vi y me había encantado, pero igual digo algo que no está en la peli...yo la recuerdo así).
ResponderEliminarLo de que Paul Newman sugiriera actores británicos para interpretar esta aventura de camaradería y compromiso lo diría en serio o para escaquearse de interpretar alguno de los papeles?? jaja De ser cierto lo que proponía, por creerlo, dio en el clavo con la idea; Connery y Caine están inmensos y desprenden una química difícil de superar... todo es genial en esta peli y me metiste el gusanillo en el cuerpo; seguramente la vuelva a ver pronto.
PD: gracias por la recomendación de Yakuza en mi blog... la apunto para ver. Pollack es un director a considerar. Un saludo y hasta pronto.
Adjunto enlaces a la edición de hoy de El País donde se rinde homenaje a Blake Edwards.
ResponderEliminarPor cierto jefe: ¿Podríamos homenajearlo con la de la bombilla? Ya sé que no es ni con mucho su mejor película, pero el suelto de Borja Cobeaga dónde se dice eso de que las carcajadas recordadas con amigos saben mejor...
http://www.elpais.com/articulo/cine/Punchlines/rombos/elpepuculcin/20101217elpepicin_1/Tes
http://www.elpais.com/articulo/cine/Pantera/Rosa/viste/luto/elpepuculcin/20101217elpepicin_2/Tes
Por cierto, El hombre que pudo reinar de hecho es una de esas películas para disfrutar en compañía, yo la situaría a la altura de "La máscara del zorro" o "Robín de los Bosques" (la de Errol, aquí mariconadas las justas). Especialmente emotiva para mí es la escena de la carga en solitario de Connery, cuando Caine exclama aquello de "Viejo exhibicionista...!".
Una maravilla, a ver si puedo repasarla para charrar más sobre ella... ¿Esta la vimos en el ciclo de Huston de la CAI, no?
Un saludo cinéfilo.
El homenaje a Edwards ya está en marcha y había pensado exactamente lo mismo que tú en un intento de siesta (frustrado)este mediodía, "¿Por qué no rescatar la de la bombilla?".
ResponderEliminarEsta peli es el "Regreso de la pantera rosa" de 1975 con Christopher Plummer haciendo de Sir Charles y Peter Sellers como Clouseau absolutamente desmadrado.
Es la tercera de la serie "La pantera rosa" y posiblemente la que goza de los gags más despendolados y divertidos de la serie, sin perder del todo el tono "classy" de las dos primeras.
También he dudado si no sería mejor poner "Desayuno con diamantes" o "El guateque" obras cumbre de la filmografía de Edwards... pero creo que la de la bombilla se llevará el gato al agua.
¿Qué opinais los demás?
Yo calculo que como muy tarde colgaremos la entrada-homenaje el lunes y os mandaré los enlaces.
En cuanto a "El hombre que pudo reinar" decir que es excelente en todos los aspectos y que está llena de buenísimos momentos.
ResponderEliminarAsí de primeras la presentación de Caine es tremenda.
El robo del reloj de Kipling y el intento de devolución en el tren traqueteante al descubrir que es masón. Cuando tira al hindú cochinote que se está zampando la sandía y le culpa del robo del reloj... ¡Es que me parto!
Además,y esto es una constante en esta peli, durante el visionado es todo tan divertido, tan emotivo y está rodado con un ritmo tan vibrante... ¡Que es imposible pararte a analizar nada en profundidad!
Terminada la peli, dejando pasar un buen rato, te paras a pensar y con esta secuencia inicial Huston ya te presenta a la perfección al personaje con todos sus matices.
Un pícaro buscavidas (roba el reloj); con un codigo de honor propio, hermandad y fidelidad (al descubrir que el reloj es de un masón como él mismo); perseverante y que no teme asumir riesgos (sigue a Kipling e intenta devolverle el reloj a este sin que se de cuenta), oportunista y decidido (aprovechando la subida del hindú al vagón en un descuido lo tira del tren en marcha, le acusa del robo y le devuelve el reloj a Kipling.
Maravilloso.
Tengo bastante que decir de la peli así que me dosificaré y escribiré varios comentarios.
Espero los vuestros.
@Victor: Sí la vimos en la filmoteca de la CAI. Es lo que le decía a Cris el día que la disfrutamos (curiosamente no había visto nunca la película), que yo la había visto hasta en pantalla grande... Y la vieja cinta de VHS de la colección de cine de "El mundo" debe de estar tan trillada que dudo mucho que se vea aún algo.
Más lecturas de la película.
ResponderEliminarComo trasfondo existe una crítica al sistema colonialista (que dudo mucho que venga de la novela de Kipling ya que era pro-imperialista)con sus altos funcionarios que aplicaban la ley y recogían los tributos para Londres.
Estos han cobrado protagonismo en la India en la que se desarrolla la primera parte de la trama en detrimento de tipos como Danny y Peachy, "veteranos de la India" como ellos mismos se denominan. Verdaderos conocedores del país y sus costumbres, mucho más integrados y respetuosos con éste.
Lo que no evita que sepan aprovechar las buenas oportunidades (ya que ante todo son dos pillos) y lo mismo extorsionan a un majarajá que chantajean a un alto funcionario británico.
Divertidísima secuencia en la que el funcionario les dice que son dos "oprobios" para el imperio británico.
Otra crítica de fondo es la que se hace de la religión, las castas sacerdotales y la teocracia.
Castas religiosas hambrientas de poder. Acaso esos monjes comandados por Kafú Salim no son los que "cortan el bacalao" en Kafiristán por encima de reyezuelos y jefecillos.
Desde luego que sí.
Una casta sacerdotal que acepta al hijo de su Dios (Sikander)y en seguida se sienten molestos con él. Ya que este les contradice e impone su propia ley.
Un nuevo Dios, con capacidad de decisión, que se escapa al control de los sacerdotes... No es extraño que acaben con él cuando se les presenta la mínima oportunidad.
Una casta religiosa hipócrita. Acaso los monjes no van con los ojos tapados, para no ver las bajezas del mundo, cuando peregrinan para recojer los diezmos.
Y hay algo más bajo que matar brutalmente apedreados a todos los que se les ponen por delante en su afán de capturar al "falso Dios"...
Como veis, John Huston era un auténtico precursor "antisistema".
Provoca ver la cinta. Feliz Navidad y Excelente 2011.
ResponderEliminarMuchas gracias David C. y Feliz Navidad.
ResponderEliminarInteresantes comentarios sobre la peli, David, y la crítica sobre el colonialismo; después de todo, el colonialismo podía traer consigo un tipo de personajes parecidos a la pareja que interpreta la película. Todo se presta a la aventura cuando surge la más mínima oportunidad, y el lugar y la época ayudaban mucho.
ResponderEliminarDe Edwars me encantó Días de vino y rosas, y me hablaron también de un western (no me acuerdo del título) que al parecer es genial. A ver si me entero del título y lo pongo. Un saludo.
PD: también tenemos la graciosísima El guateque... ¿Quién no se rió con esta peli?
Al leer la biografía de John Huston queda claro al lector que aquel es un aventurero, y un hombre que respeta las reglas pero a su manera. También es una persona de principios sólida y consecuente. Bien pues viendo esta película se me antoja que Huston ha creado un par de "alter egos". Quizás en sus sueños, imaginaba una aventura así, puede que disfrutase como un niño creyéndose un hombre que podía reinar. El reino es por supuesto casi de cuento de hadas, lleno de magia en un lugar tan recóndito como especial. Su visión no tenia nada de pesadilla, nos lo cuenta con buenas dosis de humor y a un ritmo ligero y atractivo. Me pregunto si adaptaba el escenario al guión o si le apetecía descubrir parajes nuevos y de paso rodaba una película.Kipling, escribió la novela y Huston la hizo suya. Kipling es el espectador mudo de una historia fantástica.
ResponderEliminarLa guión acaba a "lo Huston". Los protagonistas tocaron la gloria con la punta de los dedos, pero al final se les escapó. Como siempre con Huston, es consecuencia de las debilidades humanas. Lo mismo que capturaron al Doktor en "la jungla de asfalto" por un momento de debilidad.Y por supuesto es la historia de unos perdedores.
Lo que me estremece en el film es la dignidad de nuestros protagonistas, el inmenso sentido de amistad que les une,la complicidad que se materializa en cada mirada,y en cada gesto, como por ejemplo en esa entrada divertidísima a paso marcial que realizan cuando van a visitar al hombre que representa la oficialidad, el formalismo la seriedad e "importancia" de la corona en tierras colonizadas. La amistad que les une traspasa las barreras de la muerte. Caine vuelve a visitar a Kipling y le cuenta, hablando de sí mismo en tercera persona, como ha conseguido volver, le explica que ha ido de la mano de su amigo, y que este, su cabeza, le ha guiado hasta allí. Le cuenta que lo consiguieron, que su amigo fue rey. Y para demostrarlo le deja la cabeza coronada. Caine está al borde de la locura por no decir que está complemente loco, pero la amistad le mantiene vivo, y en cierto modo cuerdo.
La interpretación es fenomenal y tan tan british que en efecto nadie como dos británicos para realizarla.
Otro de los aspectos que me han encantado de la película ha sido la fotografía.Una vez más Huston utiliza a los habitantes en el rodaje.La ambientación es realista y colorida.
Estoy de acuerdo con David en el transfondo crítico al colonialismo y a los frutos que de él derivaron. El papel de los santones está ni que clavado, mientras les interese creer en ese dios todo va bien, pero si pierden poder o simplemente desaprueban sus acciones, lo condenan. El arma es siempre la misma: el pueblo. ¿Cuantísimos ejemplos vemos de esto mismo hoy en día?
Excelentes reflexiones y muy bien expresadas Cris.
ResponderEliminar@Javi: ciertamente la crítica en el film se centra en el colonialismo institucional y sus mecanismo de control y gobierno, vamos en la administración y en los representantes de la ley. Otra cosa son los soldados que hicieron posible esa colonización, nuestros protas vienen de allí como tú muy bien dices. Pero una vez superado el arranque inicial de la "colonización" con sus aventuras y sus batallas. Lo que viene después pierde el sentido y el "color" tanto para Huston como para sus "alter ego" (me encanta como has plamado esta asociación Cristina).
Por último elegiré mi momento favorito de la película. Es la secuencia en la que la masa de fieles y santones persiguen a Danny y a Peachy para castigarlos por herejes. La horda va apedreando salvajemente a los soldados que tratan de defender su propia retirada y la de los tesoros. Todo se va perdiendo, la tropa cae bajo la presión del gentio y las mulas se desbocan. Los objetos preciosos, oro, joyas... se convierten en proyectiles para los "hombres santos". Billy Fish carga contra ellos y cae heroicamente. Peachy y Danny quedan acorralados y aquí llega mi momento. Danny le pide a Peachy que le perdone no sólo por ser un idiota y haber hecho fracasar su sueño de enriquecerse sino por ser el causante de su muerte. Peachy sonrie y le dice que por supuesto que le perdona que para eso son amigos.
Esta secuencia resume gran parte de las constantes de la película. Intolerancia religiosa. La rebelión de los pueblos frente a los colonizadores. La vanidad como factor causante del fracaso. Exaltación de la amistad por encima del rencor y de la muerte.
Acabo de descubrir el blgo. Enhorabuena.
ResponderEliminarY tengo que comentar algo, porque soy de los que piensan que El hombre que pudo reinar es la mejor pelicula de aventuras de todos los tiempos.
Bienvenido Toni, como ya habras podido leer estoy deacuerdo contigo, estamos ante la mejor película de aventuras de todos los tiempos... y los lectores de Blueberry de aventuras sabemos un rato largo.
ResponderEliminarGracias por pasarte por el blog y dejarnos tus opiniones, siempre serán bienvenidas.
Por cierto ya que citamos el mundo del comic y un poco por asociación de ideas ¿No os parece que Sean Connery sacó algo del capitán Haddock para encarnar a su Daniel Dravot?
El momento más obvio es cuando le proponen ir a Sikandergul a ver al Kafú Salim y cual cpt. Haddock comienza a llamar a éste de varias formas absurdas y divertidas "... pues ya podeis decirle a vuestro Kafú Salum o ..." y varios nombres más de lo más disparatados.
¿Qué os parece? ¿Son imaginaciones mías? ¿Leí demasiados tintines de niño o los leyó Connery?
Tendría que revisitar la película otra vez que ya hace años que no la veo (¿que diantres perdiendo el tiempo sin verla?)
ResponderEliminarPero hacie recordandola puede que tengas razon y hay bastante de Haddock en el amigo Connery. No me había dado cuenta pero si puede ser. Muy bueno.
Un saludo y me pasare con más frecuencia por aquí.
Mi momento favorito del film. es la escena en la que quedan atrapados en la nieve, entre altísimas montañas, sin posibilidades para retroceder ni para seguir adelante.
ResponderEliminarMe gusta por muchas razones.
La inmensidad y belleza del paisaje, en estas escenas se aprecia la calidad de la fotografía. Connery está ciego, y se deja guiar por su amigo, tiene una fe absoluta en lo que el otro le dice y en las decisiones que toma. Ambos se refugian bajo un saliente cubierto de nieve y analizan la situación, no existe acritud ni desesperación, simplemente están juntos y comparten una vez más la misma suerte. Dado que la situación no tiene solución, se entretienen recordando los buenos momentos vividos juntos, y entonces llega la carcajada, una risa magnífica, un sonido salvador que resuelve la situación.
¡Que fantástico sería que en la vida ocurriera esto alguna vez......!
En definitiva es una escena que resume las constantes de la peli: amistad, confianza aventura, aceptación del destino y una gran belleza de paisajes.
En cuanto a lo que habeis comentado del capitán Haddock, diré que si en algo los asocio, es en el porte erguido de ambos que da impresión de seriedad y porte militar pero que se ve contrarestado por un aire de ligereza cómica y algo naif. Los diálogos de Connery en los momentos más divertidos del film también me recuerdan al querido capitán. Aunque me resulta más primario y más gruñon que Connery, y ambos son amigos fieles .
Bueno, que debate tan interesante. ¿Es posible la conexión Dravot-Haddock? En mi modesta opinión, sí. Me explico: es imposible que Kipling pensara en el bueno de Haddock y muy poco probable que lo hiciese Huston. Sin embargo, en la línea de teorías literarias como el materialismo cultural, la obra se considera por definición inacabada, ya que cada lector-espectador añade nuevos matices que se van incorporando a ella, y el mero hecho de pensar en Haddock como alterego de Dravot por nuestra parte ya hace posible la conexión.
ResponderEliminarPor otra parte y rebajando el tono del blog (ya que elevarlo no me es posible) os propongo otro juego: ¿Cuál es vuestra pareja masculina más querida en el mundo del cine? ¿Qué dos actores hubieráis querido ver trabajar juntos y no habéis disfrutado?
Os comparto mis favoritos:
Rex Harrison y Richard Burton en "Al final de la escalera"
Jean Paul Belmondo y Alain Delon en "Borsalino"
Burt Lancaster y Nick Cravat en "El halcón y la flecha" y "Su majestad de los mares del sur" (a revisitar si de aventuras hablamos)
Y retomando el slapstick...¡¡Charles Chaplin y Eric Campbell!!
Y el toque ULTRAfreak: mi pareja soñada y no disfrutada: si el folletín setentero "El año del mono de oro" se hubiese adaptado al cine ese Winters = Michael Caine y ese LeCat = Sylvester Stallone (querido primo, otro guiño, soy excesivamente personalista, qué le vamos a hacer!)
Saludos cinéfilos.
Víctor.
Mis parejas masculinas favoritas a parte de la película tratada en esta entrada:
ResponderEliminar-Cary y Jimmy en "Historias de Philadelphia".
-Bogey y Claude (demasiado obvio)en "Casablanca"
-Redford y Newman "El golpe"
-Burt Lancaster y David Niven en "Mesas separadas"
-Gregory Peck y Charlton Heston: "Horizontes de grandeza"
-Brando y Pacino "El Padrino".
- Harrison Ford y Rutger Hauer en "Blade Runner".
Y tres trios:
-John Wayne, Jimmy Stewart y Lee Marvin "El hombre que mató a Liberty Valance".
-Clint Eastwood, Lee Van Clef y Eli Wallach en "El bueno el feo y el malo".
-John Travolta, Samuel L. Jackson y Harvey Keitel en "Pulp Fiction".
Y en las parejas imposibles, como ya sabes coincido contigo en la Stallone vs Caine para el mono de Oro.
Y propongo a... voy a buscar inspiración en un café y comento más tarde.
Me animo en plan ambicioso:
ResponderEliminarUna adaptación al cine de "El pendulo de Foucault" de Eco (absolutamente inadaptable al cine) sustituyendo Milano por NYC y usando actores norteamericanos:
-Christopher Walken como Belbo (Le llamariamos Wells y por supuesto sería de Nueva Inglaterra).
-John Turturro como Diotallevi (le dejamos el mismo nombre ya que es judío).
-George Clooney como Casaubon (Le llamamos Cameron y sale en pantalla con barbas y gafas de pasta).
Finalmente y como Agliè-Saint Germain a un Robert de Niro en plan Louis Cifer con la manicura hecha.
Yo, aparte también de la pareja de la película de esta entrada, digo tres, a modo de muestra de lo que es la amistad:
ResponderEliminar- Ernst Borgine y William Holden en Grupo Salvaje(la amistad y la lealtad en las miradas)
-De Niro y Walken en El Cazador( la amistad puesta a prueba y llevada al más salvaje de los extremos)
-Mathau y Lemmon en La extraña pareja(la amistad como eso inexplicable pero a la vez imprescindible)
Me encantan las parejas que has escogido Toni, especialmente Holden-Borgnine y esa peli, que me apetece repasar (recientemente me la comparaba un amigo con "Malditos Bastardos", a favor del clásico, claro).
ResponderEliminarAsí que habrá que ver a los bastardos de Tarantino y comparar con los salvajes de Peckinpah...
Un saludo.
Hola,
ResponderEliminaros he dejado una dedicatoria en mi blog.
saludos !!!
Peliculón. Una de las 20 mayores de mi ranking. Claro, que una historia del maestro Kipling, tocada por el mayor director (en integridad) de la historia del cine americano, es dificil que saliese mal.
ResponderEliminarCaine y Connery hacen los papeles de su vida... y mira que a mí Caine me gusta en casi todo lo que hace (menos aquél engendro de Brian de Palma, ya sabes a qué me refiero)
Bienvenido Eduardo.
ResponderEliminarEfectivamente nada que ver este Caine con el del travelo psicópata de de Palma... jejeje.
Si hemos de salvar algo del"engendro", salvaremos a una Angie Dickinson supersexy y sus escenas en la ducha (algo que agradecer a de Palma por copiar una vez más al maestro.