VIVIR PARA GOZAR

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Tengo que confesar que mis expectativas respecto a “Vivir para gozar” eran francamente altas, me estremecía de placer anticipando el disfrute que me iba suponer la visión, por primera vez, de esta comedia con Katharine Hepburn y Cary Grant a las ordenes de Cukor.

¿Será un preámbulo de esa obra maestra que es “Historias de Philadelphia”? o más bien ¿Se parecerá a “La fiera de mi niña”? Ese bombazo que protagonizaron las dos estrellas ese mismo año a las órdenes del legendario Howard Hawks. Pues ni lo uno ni lo otro, “Vivir para gozar” es una rica comedia romántica con un fuerte componente dramático y una sutil pero implacable crítica social. Una cinta en la que George Cukor hace un canto al derecho de todo individuo a decidir su propio destino por encima de los convencionalismos sociales y el culto al dinero.

FICHA TÉCNICA: VIVIR PARA GOZAR “Holiday”.

AÑO: 1938. DURACIÓN: 95 min. PAÍS: Estados Unidos.
DIRECTOR: George Cukor.
GUIÓN: Sydney Buchman, Donald Ogden Stewart. MÚSICA: Morris Stoloff. FOTOGRAFÍA: Franz Planner (B&N).
REPARTO: Katharine Hepburn, Cary Grant, Doris Nolan, Henry Kolker, Lew Ayres, Edward Everett Horton, Jean Dixon, Binnie Barnes.

PRODUCTORA: Columbia Pictures. Productor: Everett Riskin.

GÉNERO: Comedia Romántica. Screwball Comedy. Drama. 

SINOPSIS: Johnny Case, un joven ejecutivo hecho a si mismo, y Julia Seaton se han enamorado y prometido durante unas cortas vacaciones en una estación de esquí. A su vuelta a New York, Johnny descubre sorprendido que Julia es una de las hijas del poderoso magnate de la banca Edward Seaton.

En casa de los Seaton pronto conocerá a Linda, la soñadora y rebelde hermana, y a Ned, el cínico y borrachín hermano. Mientras tanto Julia trata de convencer a su padre de que Johny será el marido ideal, ya que reune toda la ambición y el potencial necesarios para ser un destacado hombre de negocios, algo que es más que una tradición en la familia. Pero lo cierto es que los planes de Johnny para su futuro inmediato y el de su pareja son muy distintos a los que Julia presupone.

“Holiday”, un título mucho más acertado que el mesetario “Vivir para gozar”, es una comedia romántica atípica, ya que además de los habituales diálogos divertidos y personajes de poderosa vis cómica, se preocupa por acentuar los aspectos dramáticos existentes en un triangulo amoroso de difícil resolución. En el que los enamorados Johnny Case (Cary Grant) y Julia Seaton (Doris Nolan), víctimas de un flechazo, tienen planteamientos vitales opuestos y ambiciones irreconciliables. Por el contrario Linda Seaton (Katharine Hepburn), un espíritu afín al de Johnny y la tercera en discordia, se debate durante todo el metraje entre el amor que siente por éste y la fidelidad que le debe a su hermana.

Cukor aprovecha el argumento que realizan Stewart y Buchman, adaptando la obra teatral de Philiph Barry, para exponer el lado oscuro de la aristocracia norteamericana del dólar. Un selecto club de poderosas familias más preocupadas de las apariencias sociales y por generar dinero que por la salud mental y la felicidad de sus vástagos. Un grupito de “gente importante” que desprecia al resto de la humanidad por el mero hecho de no pertenecer a la élite del sueño americano.

Era el año 38 y los ecos de La gran depresión aún resonaban en los oídos de los norteamericanos, y Cukor castiga a los culpables del desastre económico mostrándonos como miserias lo que para estos privilegiados eran virtudes.

El realizador se vale de unos protagonistas (Grant y Hepburn) de gran pureza espiritual. Ambos hacen gala de un ingenuo idealismo que reivindica el derecho del individuo a la libertad de decidir por sí mismo lo que quiere hacer con su vida, sin importarles los convencionalismos sociales ni económicos.

De hecho el Johnny Case que compone Cary Grant es el colmo de la ingenuidad ya que espera encontrar esa afinidad de espíritu de manera espontánea en su amada Julia (Doris Nolan), nada más lejos de lo que la rica y estirada joven está dispuesta a ofrecer.  Afortunadamente para Johnny, y para los espectadores, ahí está Linda (Katharine Hepburn) una joven rebelde de espíritu libre aunque atrapada, que parece haber estado esperando toda su vida a ese hombre, Johnny Case, ese espíritu afín en el que confiarse, como sólo se confían los enamorados, para dejarse llevar hacia una vida mejor.

Las interpretaciones son excelentes, como no podía ser de otra manera con estos nombres. Katharine Hepburn compone a una valiente pero a la vez desvalida heroína. Capaz de ejecutar las habituales piruetas cómicas, en forma de ingeniosos diálogos, que articulan el género y a la vez mostrarnos todo un abanico de recursos dramáticos; como son la desesperación y la emoción por el ser amado, el sufrimiento por la incomprensión y la ansiedad por liberarse de las cadenas emocionales que la unen a su familia.

Y un magnífico Cary Grant, dejando de lado a su personaje habitual de “estupendo” hombre de mundo un tanto frívolo, para componer al vehemente e ingenuo Johnny Case. Un hombre con las ideas claras, al que el enamorarse de la mujer equivocada le va a jugar una mala pasada. En “Holiday” vamos a ver a un Cary Grant que nos hará disfrutar de su gracejo habitual pero que también sufre, duda y vacila.

Con los secundarios Cukor juega al juego de los opuestos para evidenciarnos aún más el contenido de su discurso. Y ahí tenemos Ned (Lew Ayres) el hermano cínico y borrachín, infeliz pero divertido, que ha aceptado vivir con la sensibilidad castrada sólo por ser un Seaton. Completamente opuesto a Julia (Doris Nolan) dichosa de pertenecer a la high class y completamente dominada por sus convencionalismos.

Y finalmente los Potter (Edgard Everett Horton y Jean Dixon) frente a los Cram (Binnie Barnes y Henry Daniell). Con esta comparación Cukor enuncia de manera irreverente su particular lucha de clases, contrastando al matrimonio “perfecto” Potter (amigos de Johnny) una pareja moderna, culta, liberal y divertida con los “repugnantes” Cram (primos de los Seaton) mezquinos, falsos, elitistas y estirados.

Y esto es todo… y como podeis ver es mucho.

Disfrutad de “Vivir para gozar” una comedia romántica con el inconfundible sello Cukor. Sutil, fresca y sofisticada a la vez que irreverente con las convenciones sociales norteamericanas, unas convenciones que en esta cinta el director condena y reprueba con una firmeza que posteriormente se irá diluyendo en su obra.