Como al resto de los amantes del cine clásico, la
inesperada noticia del fallecimiento de Elizabeth
Taylor, nos ha dejado perplejos. Una vez más se apodera de nosotros esa
melancolía que nos embarga cuando uno de estos iconos cinematográficos, tan
presentes en nuestro background
personal, deja atrás este mundo para ocupar el lugar que tiene reservado, por
derecho propio, en el Olimpo del Séptimo Arte.
Desde Ciclos de Cine poco más podemos aportar a los
sentidos panegíricos en memoria de Liz que ahora pueblan nuestras ventanas
cinéfilas. Por tanto, rendiremos nuestro particular homenaje a la inimitable
actriz de los ojos violeta, haciendo lo que más nos gusta, analizando su
película “Cleopatra”.
Una película que marcó un punto de inflexión en la historia
del séptimo arte, ya que significó el definitivo adiós a una forma de concebir
el cine que ya no volverá, pero que pervivirá por siempre entre nosotros.
En definitiva una película carismática, controvertida y a
la postre única; características igualmente aplicables a su protagonista la
gran Elizabeth Taylor.
FICHA
TÉCNICA: CLEOPATRA “Cleopatra”.
AÑO:
1963. DURACIÓN: 243 min. PAÍS: Estados Unidos.
DIRECTOR: Joseph L. Mankiewicz.
GUIÓN: Joseph L. Mankiewicz, Ranald MacDougall, Sidney Buchman. MÚSICA: Alex North. FOTOGRAFÍA: Leon Shamroy.
REPARTO: Elizabeth Taylor, Richard Burton, Rex Harrison, Roddy McDowall, Martin Landau, Hume Cronyn, Cesare Danova, Kenneth Haigh. PRODUCTORA: 20th Century Fox. Productor: Walter Wanger.
DIRECTOR: Joseph L. Mankiewicz.
GUIÓN: Joseph L. Mankiewicz, Ranald MacDougall, Sidney Buchman. MÚSICA: Alex North. FOTOGRAFÍA: Leon Shamroy.
REPARTO: Elizabeth Taylor, Richard Burton, Rex Harrison, Roddy McDowall, Martin Landau, Hume Cronyn, Cesare Danova, Kenneth Haigh. PRODUCTORA: 20th Century Fox. Productor: Walter Wanger.
GÉNERO: Drama. Peplum.
SINOPSIS: Nos hayamos en el año 48 a .c. en plena Edad Antigua,
una época en la que el mundo conocido se circunscribe al Mediterráneo, y en él,
Roma extende su imperio de Oriente a Occidente.
Julio César llega a Alejandría la capital de Egipto,
un reino tutelado por Roma, con el fin de capturar a su rival Pompeyo. Allí una
guerra por el trono está a punto de desatarse entre Ptolomeo XIII y su hermana
Cleopatra. César cautivado por la belleza, majestuosidad e inteligencia de
Cleopatra le da su apoyo en la disputa, haciéndola reina de Egipto, para
posteriormente desposarse con ella y engendrar juntos un hijo, Cesarión.
César y Cleopatra trazan un proyecto, más bien un
sueño, en el que ambos reinarán juntos sobre Roma, Egipto y todo el Imperio. Un
Imperio del que Cesarión será el único y legítimo heredero.
En enero de 1961 Joseph L. Mankiewicz acudía
a Londres para hacerse cargo de la película “Cleopatra” un ambicioso
proyecto con el que la Fox
pretendía salir de la crisis económica en la que se encontraba. Rouben
Mamoulian, “La reina Cristina de Suecia” (1933), “El signo del
zorro” (1940), abandonaba un proyecto que había sido planificado como un remake de bajo presupuesto y que
finalmente se había convertido en una superproducción que se le escapaba de las
manos.
Hasta el momento el material rodado se reducía a 10
minutos de secuencias acabadas y se habían consumido 5 millones de dólares. Mankiewicz
decidió hacer borrón y cuenta nueva rehaciendo el guión y desestimando todo lo
rodado.
A los pocos meses la protagonista de la cinta Elizabeth
Taylor, que había sufrido una meningitis al comienzo del rodaje, volvía a
enfermar. Esta vez una grave infección respiratoria estuvo a punto de costarle
la vida. Durante el proceso de estabilización a la actriz hubo que practicarle
una traqueotomía y en las oficinas de la
Fox en Los Angeles llegó a cundir el pánico al
correrse rumores de que la actriz había muerto.
La filmación se pospuso y en septiembre retomaban el
rodaje en los estudios Cinecitta de Roma. Mankiewicz contrató a Rex Harrison para el papel de César y a Richard Burton para el de Marco Antonio, puesto que los actores
elegidos originalmente para los papeles Robert
Finch (César) y Stephen Boyd (Marco
Antonio) tuvieron que abandonar el proyecto para cumplir otros compromisos
profesionales.
De
sobras es conocido que el romance entre Elizabeth
Taylor y Richard Burton surgió
durante el rodaje en Roma, fue un gran escándalo ya que ambos estaban casados y
no se preocuparon de ocultar su relación.
Lo que
quizás sea menos conocido es que en un reputado diario italiano se publicó que
el romance en realidad lo sostenían Elizabeth
y Mankiewicz. Un asunto que el
director no desaprovechó para sacar a relucir su ácido sentido del humor,
cuando en una conferencia de prensa Burton
le preguntó: “Querido sr. Mankiewicz
¿Tengo que dormir con ella otra vez ésta noche?” a lo que el director contestó: “La verdadera historia es que Richard Burton y yo estamos enamorados y
Elizabeth Taylor está siendo utilizada para encubrirnos” después de lo cual
beso al actor.
A
mediados de 1962 Mankiewicz
finalizaba el rodaje y presentaba su proyecto al nuevo director general de la Fox , Darryl F. Zanuck.
Mankiewicz pretendía montar todo el
material rodado en dos películas de tres horas de duración cada una: “César y Cleopatra” y “Marco Antonio y Cleopatra”. A Zanuck, “calentito” por los 44 millones de dólares invertidos en el
proyecto y dos años sin ingresos, se le pusieron los pelos de punta al oir una propuesta
tan poco comercial, por lo que lo despidió al director de forma fulminante. Teniendo
que volver a contratarlo de nuevo, al poco tiempo, para la postproducción, ya que
el director había trabajado sin un guión escrito y era el único que sabía como
encajaban las diferentes partes rodadas.
Aun así
Mankiewicz sufrió continuas
ingerencias y presiones, por parte de la
Fox y de Zanuck, para que redujese la duración
del montaje final a una sola película de menos de tres horas, que permitiese
varias proyecciones diarias en las salas comerciales de cine.
La
versión que disfrutaremos hoy en Ciclos de Cine es la versión de 4 horas, reconstruida
a posteriori, y más cercana a lo
proyectado inicialmente por Mankiewicz.
Después de tan accidentada cronología pasaré a
realizar una aproximación a la película en sí. Mankiewicz con una
dirección sobria y eficaz configura una trama, bastante respetuosa con los acontecimientos
históricos, en la que narra las relaciones políticas y amorosas de la reina
Cleopatra VII con Julio Cesar, futuro dictador de Roma, y con el general Marco
Antonio, sucesor de César a cargo del Imperio Oriental.
El director, pese a su manifiesto digusto por los
abusivos cortes que sufrió la película, consigue con sus siempre eficaces
diálogos y la planificación concisa que le caracterizaba, sacar todo el jugo de
las interpretaciones de sus actores. Plasmando así un clima emocional de índole
dramática que mantiene la trama en un in
crescendo sostenido, consiguiendo con ello mantener el interés del
espectador a lo largo de un metraje tan sobredimensionado.
En la primera parte del film, Cleopatra (Elizabeth
Taylor) seduce a César (Rex Harrison), alimenta en él su sueño de
convertirse en emperador y le da un hijo para heredar su Imperio. El sueño
acaba con el asesinato de César y la vuelta de Cleopatra y Cesarión a Egipto.
La segunda parte se centra en la relación entre
Marco Antonio (Richard Burton) y Cleopatra. La relación que comienza con
un marcado tono político en el que Cleopatra pretende recuperar los derechos de
sucesión de Cesarión en Roma y Marco Antonio conseguir alimentos y oro para sus
legiones; se torna gradualmente en un apasionado romance, donde la razón y
el buen gobierno dan paso a la sinrazón, que acabará conduciendo a los amantes a
un trágico final.
Elizabeth
Taylor dota a su Cleopatra de inteligencia, majestuosidad
y gran poder de seducción. Ajustando acertadamente en su interpretación momentos
de tempestuoso derroche emocional, con otros de contención y hieratismo similar
al de las esculturas y pinturas del arte egipcio antiguo.
Escuchemos al director hablar de su protagonista, a
la que consideraba su actriz favorita: “Elizabeth Taylor, quien, aunque, a veces, sugiere cosas, es una gran
profesional, atenta, siempre, a las mínimas indicaciones. Cuando la ves ensayar
una escena te das cuenta de que ha seguido al milímetro tus indicaciones y que
lo hace mecánicamente. Pero cuando se encienden los focos y oye decir «motor»
se transforma en el personaje que has soñado y te emociona con su labor. Adoro
a Elizabeth Taylor. Nunca se ha hecho justicia a su gran talento. La prensa la
ha convertido en un mito, en una leyenda viviente y en una monstruosa
devoradora de hombres.”
Creo
que no es necesario añadir mucho más.
Rex Harrison, otro magnífico actor, compone
un César tan sobrio como inteligente, al que las bondades de Cleopatra van
arrastrando a una pasión en la que el deseo inicial de dominar y poseer a tan
excepcional hembra, se transforma en una relación de confianza y complicidad
desconocida hasta ese momento por el conquistador de la Galia.
Es
impresionante como Harrison consigue
transmitirnos con mínimos gestos (nada que ver con el histriónico profesor
Higgins de “My Fair Lady”), con
pequeñas variaciones en la mirada y en la boca, todo el abanico de sentimientos
que en él va despertando Cleopatra. Primero divertido, luego severo, más tarde
enfadado, para seguir ardiendo de deseo y finalizar sinceramente cómplice y
enamorado. El gesto de orgullo queda reservado para la pequeña y bonita
secuencia en la que César enseña al pequeño Cesarión a comportarse como un gran
caudillo.
Si algo hay que reprochar a la interpretación de Rexy, son esas crisis epilépticas tan
poco auténticas, aunque intuyo que esa falta de realismo fue debida
más bien a una mala documentación que a la impericia del actor británico.
Completa el trío Richard Burton, un actor de carácter, que compone a un Marco
Antonio rudo, hedonista y apasionado. Un hombre impetuoso, eclipsado por la
sombra de César y del que se sabe inferior. Pero capaz de conquistar el corazón
de Cleopatra, haciendo que en contra de sus principios, el amor se convierta en
el amo de sus actos.
Burton da la
talla sobradamente en otro de esos papeles muy físicos y en el límite de lo
excesivo, que tan bien se ajustaban a sus dotes interpretativas.
No pasaré por alto la excelente dirección artística,
el diseño de producción, los maravillosos decorados ni el soberbio (y caro)
vestuario de Elizabeth Taylor.
Como tampoco las buenas composiciones de los
secundarios entre las que destacan: Unos jóvenes Martin Landau (como el
fiel Rufio) y Roddy McDowall (como el enclenque, astuto y bilioso
Octavio Augusto). Así como la del veterano Hume Cronyn (como el sabio
consejero Sisógenes) un actor que llegó a Hollywood de la mano del gran Alfred
Hitchcock.
Para concluir esta reseña, que comparte con “Cleopatra”
su larga duración, os comentaré un par de cosas interesantes.
“Cleopatra” pese
a su coste excesivo y los casi tres años que tardó en llegar a las salas
comerciales, no fue
un fracaso de taquilla. Fundamentalmente por la campaña publicitaria que hizo Fox, aunque también influyó el morbo
generalizado que desencadenó la escandalosa relación Burton-Taylor.
La
cinta antes de ser estrenada ya tenía garantizados cuatro meses de taquilla agotados,
y al final recaudó cerca de 58 millones de dólares en su estreno, más 5
millones por dos pases exclusivos para la televisión.
La
película cosechó 9 nominaciones a los Oscar: A la mejor película, mejor actor
para Harrison, mejor música, sonido, montaje (este debió dolerle a Mankiewicz), dirección artística,
vestuario, efectos especiales y fotografía. Ganando sólo los cuatro últimos de
la lista.
Esperamos
que nuestra particular visión de “Cleopatra”
sirva como un sentido homenaje a la figura de Elizabeth Taylor. Protagonista absoluta de una película que con el
paso de los años, y una vez superados los asuntos periféricos que la eclipsaron,
ha ido situándose en el lugar que le corresponde. El de un brillante drama
histórico y una gran lección de como se concebía el cine en su edad de oro.
"Cleopatra" siempre me ha parecido una espléndida y hermosa película llena de cicatrices. Desde luego no es la obra maestra que pudo haber sido, pero no por ello deja de ser un filme fascinante. Mankiewicz quería dividirla en dos películas, y aunque no lo consiguió, en su extenso metraje podemos distinguir claramente esas dos partes. Siendo la primera de ellas (la que se corresponde con la relación entre César y Cleopatra) aquella en donde mejor se advierte la mano de su autor, con esos diálogos incisivos y lúcidos tan propios de su cine.
ResponderEliminarLo único que echo en falta en tu estupenda reseña es que no has aludido a la extraordinaria partitura de Alex North.
Por otra parte, lamento que finalmente "El fantasma y la señora Muir" se haya quedado fuera del ciclo. Espero dedicarle algo próximamente en mi blog para reparar tal injusticia.
Un saludo, camarada cinéfilo.
Enhorabuena es el primer homenaje al que se le saca provecho de verdad.
ResponderEliminarRecuerdo que vi la pelicula hace años. La vi después de leerme tres libros sobre Cleopatra. Por entonces aún no había descubierto el cine clásico, y me topé con la Cleopatra de Mankiewicz como me podía haber topado con cualquier otra. Desde ese momento me entró el gusanillo de ver más peliculas de Elizabeth Taylor y de ver más cine clásico. Así que para mi, ésta pelicula y su protagonista son muy importantes y la pérdida de Liz me ha calado hondo.
Enhorabuena otra vez por la entrada David. Un saludo.
Maravillosa película de un maravilloso director para una actriz única (y actores). Nos ha dejado una grande.
ResponderEliminarNunca me ha tirado esta película. Creo que la he medio visto (ya sabéis, en la tele sin demasiado interés, a trozos)alguna que otra vez. Esta vez la veré completita no porque me apetezca sino por comentar aquí y leer los post que se ponen; creo que me gustará más eso que verla. De cualquier manera no entiendo mucho mi falta de interés por esta peli, protagonizada por la triste y recientemente fallecida Liz Taylor, ya que es de uno de los mejores directores de la historia.
ResponderEliminarMuy buena entrada, David...excelente análisis de los personajes, como siempre ;)
Menos mal que el cine dura más que la memoria. Descanse en paz.
ResponderEliminar@Ricardo
ResponderEliminarQue gran idea dedicarle unas líneas a "El fantasma y la señora Muir" en "Esculpiendo el Tiempo". Una gran película y una de mis favoritas de Mankiewicz, no hace mucho divagabamos Fernando y yo en "Cinema Genovés", sobre cual eran nuestras tres películas favoritas del subgenero fantasmal en su vertiente no terrorífica.
Ambos coincidíamos en que "El fantasma y la señora Muir" debía de estar en dicha tripleta.
Como extra también podías confeccionar uno de tus excelentes top ten dedicado al subgenero fantasmal.
A hora volviendo a Cleopatra te doy toda la razón,ha sido un fallo no hablar de la excelente banda sonora de Alex North, que fue recomendado a Mankiewicz gracias al estupendo trabajo que había realizado para Kubrick en "Espartaco".
North fue un gran compositor, al que la academia concedió un Oscar Honorífico como premio a toda su carrera, ya que estuvo nominado ¡14 veces! al Oscar y nunca llegó a ganar ninguno.
Gracias por tu comentario camarada, como siempre un placer leerte aquí y en tu casa.
@Bruja Truca
ResponderEliminarVaya, vaya eso si que es tener una relación especial con "Cleopatra", bendita sea si fue la que te metió el gusanillo del cine clásico en el cuerpo.
En mi caso fue diferente, ya desde pequeño en mi familia se respiraba el amor al cine mis padres, tíos, mi primo... a todos nos encantaba el cine. En el colegio mientras los chicos llevaban sus carpetas y cuadernos decorados con futbolistas o cantantes, yo lucía fotos de mis heroes Bogart, Errol Flynn, Michael Caine o Burt Lancaster y de mis heroinas Ingrid Bergman, Lauren Bacall y Katharine Hepburn... No te digo más.
Un cordial saludo, gracias por tu comentario y me alegro mucho de que te haya gustado la entrada.
Excelente enfoque David. Se ha dicho mucho de esta película, pero solo tu toque personal hace de la entrada algo especial.
ResponderEliminarMuy larga, desde luego. Dos partes muy bien diferenciadas.Excelente la interpretación de Rex Harrison,me ha gustado más que Burton. Liz está magnífica, no es una actriz que me apasione pero consigue dar carácter a Cleopatra.Octavio es el gran ausente en la primera parte, mientras que en la segunda es el malo en la sombra que poco a poco a¡va destapándose. Muy hábilmente maneja a terceros para conseguir sus fines. La ambientación es fastuosa y los trajes de Cleopatra suntuosos y adecuados para tan alta soberana.
Una película imprescindible para cualquier cinéfilo.
Un saludo
@Cinemagnific
ResponderEliminarEs cierto la película es bastante buena.
Yo al igual que Ricardo Pérez me quedo con la primera parte, en la que los diálogos son más afilados y lúcidos. No en vano hay mucha esgrima dialéctica entre Cleopatra y César dos personajes cultos inteligentes y ambiciosos.
También destacan las sesiones del senado, donde vuelven a destacar las luchas de oratoria entre unos senadores y otros aquí los personajes mejor tratados por Mankiewicz son Cicerón (como no podía ser de otra forma) y Octavio.
En cuanto a Elizabeth Taylor, que decir que no haya manifestado ya, está muy bien en todo momento. Sólo comentaré una curiosidad, inicialmente para el papel de Cleopatra se pensó en Joan Collins, una desconocida entonces, a la que le pagarían 100 dólares a la semana por la filmación. Pero el productor tenía en mente a Elizabeth Taylor, que aceptó el papel a cambio de un sueldo de un millón de dólares, una cantidad exorbitante en esa época y que de manera increíble el estudio accedió pagar.
Un saludo y gracias por comentar.
@Javi
ResponderEliminarLa película no es un Peplum al uso, si bien es cierto que contiene varias secuencias de grandes movimientos de masas y una batalla naval, no es una película que destaque especialmente por ellas.
Sin ir más lejos, los dos Peplum que hemos tratado en Ciclos de Cine, "Ben Hur" y "La caida del imperio Romano", destacan mucho más en esos aspectos.
En "Cleopatra" lo más destacable es la puesta en escena cuasi teatral que concede todo el protagonismo a los actores. Éstos espectacularmente caracterizados y rodeados de suntuosos decorados, ejecutan sus piruetas interpretativas potenciadas por los fantásticos diálogos que escribía mr. Mankiewicz.
Si tuviese que clasificar "Cleopatra" con una sóla etiqueta genérica, antes lo haría con Drama que con Peplum.
De los tres Peplum que hemos visto, "Ben-Hur" es el más equilibrado y el que más se ajusta a lo que sería el "gold standart" del género, ya que combina a la perfección acción, batallas, movimientos de masas y magníficas interpretaciones.
@Javi
ResponderEliminarSe me olvidaba, gracias por el esfuerzo que vas a hacer viendo una peli que no te atrae especialmente.
Espero que Cleopatra te seduzca con sus muchos encantos.
Un saludo.
@Emilio
ResponderEliminarPues sí, ahí queda su legado para la posteridad. Espero que podamos disfrutar de muchas más peliculas de la gran Liz en nuestra particular filmoteca. De momento ya tenemos otra programada, "De repente el último verano", con la que fue para Mankiewicz la mejor actuación de la carrera de Liz.
Un saludo.
Creo que ya está casi todo dicho sobre esta película: rodaje interminable, problemas con la Taylor, la soberbia interpretación de ésta, remontajes...
ResponderEliminarSería maravilloso que hoy en día pudiésemos analizar el film (o el proyecto de dos películas), tal y como Mankiewics lo había planeado, pero eso es una utopía...
A mi juicio, si el film quedó tras los diversos montajes, irreconocible para su director, tanto como para renegar de él, creo que el resultado es un monstruo de dos cabezas: una superproducción al uso (o sea, al más estilo C.B. de Mille o Samuel Broston, por ejemplo), y un drama intimista más cercano a Shakespeare.
En fin, quizás su valor, con el paso del tiempo, esté en todas las extrañas circunstancias que la rodearon.
Estupenda exposición. Un saludo.
@Cristina
ResponderEliminarGracias por los piropos... Sobre todo que no se note que eres mi chica :)
Coincido contigo en que Octavio es un personaje que toma una nueva dimensión en la segunda parte. Roddy McDowall (un secundario todoterreno muy prolífico) esta estupendo y en algunos momentos le come la tostada interpretativa a Burton y a Liz.
Roddy tiene un sitio en mi corazoncito por haber participado en películas que me son muy gratas como "El planeta de los simios", "La leyenda de la casa del infierno" o "Que verde era mi valle".
Estaría muy bien que nos hicieses en este cine-fórum una pequeña síntesis de la delirante crítica que publicó Jean-Louis Comolli sobre la película en el año 64 en Cahiers. Eran tiempos en los que la marihuana se utilizaba habitualmente como fuente de inspiración y Comolli se nos revela como un crítico muy "inspirado".
Por último, ya que lo sacas a colación, comentar que los atuendos de Liz merecen mención aparte. Su costo fue de 194.800 dólares, incluía 65 cambios de vestuario y un vestido hecho con oro de 24 kilates.
Ahí es nada.
Un beso.
@the Black Swam
ResponderEliminarEl propio Mankiewicz dijo en una entrevista en el año 92: "Mi ilusión es rehacer de nuevo en la sala de montaje estos dos films. Pero, según pasa el tiempo, me parece que será imposible y que el público, adulto y formado, a quien iban dirigidas jamás las verán."
Pues como ambos muy bien decis, poder disfrutar del proyecto original es sólo una utopía.
Nos tenemos que quedar con lo que se a podido rescatar de la sesiones de hacha y tijera que impuso Zanuck. poco más de cuatro horas que nos permiten reconocer el genio de Mankiewicz e intuir lo que podria haber sido y no fue.
Gracias por tus comentarios, da gusto leerte por nuestra casa.
Necesario, cómo no, también en este rincón tu homenaje personal. Ya no nos queda nadie...
ResponderEliminarDavid: los ojos violeta de Liz Taylor acaso te hayan deslumbrado en exceso. "Cleopatra" es un gran espectáculo, glamouroso, pero nada convincente. De todas, todas, Mankiewicz no era el director adecuado para este proyecto. Se le va de las manos. Creo recordar que él mismo definió la experiencia en términos de trauma, casi como un cáncer...
ResponderEliminarSi se me permite decirlo a lo "brutus", vista hoy, la película se me antoja más un espectáculo en Las Vegas que una superproducción cinematográfica de Hollywood. Aparte de disfrutar de la presencia de la diosa Taylor/Cleopatra, yo sólo destacaría la sólida interpretación de Richard Burton, junto a los momentos más intimistas del filme (diálogos Cleopatra/César, Cleopatra/Marco Antonio). Mi muy admirado Rex Harrison, pues... ha interpretado mejores papeles. ¡Por Júpiter, cómo pudieron dejar aparecer a Rex "Regis" con esquijama rojo en pleno desierto de Egipto, mientras los demás centuriones y legionarios lucían muslos!
Salucines
Estoy con Fernando: una peli que puede considerarse fallida, probablemente por culpa de los que ponen la pasta. La he visto un par de veces, y ya tiene mérito. No es para volverla a ver, desde luego. Está muy lejos de una cinta maravillosa, mucho más corta e intimista: "César y Cleopatra" de Gabriel Pascal (1945), con Vivien Leigh y Claude Rains y, sobre todo, de la mejor versión a mi parecer, la de Cecil B. de Mille con Claudette Colbert.
ResponderEliminarSaludos!
@Fernando
ResponderEliminarSeguramente no te falta razón, "Cleopatra" como muchas de esas películas que te deslumbran cuando eres niño, quizas haya adquierido una dimensión especial en la edad adulta.
Al igual que la interpretación de Elizabeth Taylor, soy incapaz de pensar en una Cleopatra que no tenga su porte, su negra melena y esos ojos violeta... Cosas que pasan cuando la educación sentimental de uno está bastante ligada al cine.
De todas formas creo que eres demasiado severo con Mankiewicz, ya que el film a pesar de las terribles amputaciones, tiene mucho más de su cine que de cualquier otra influencia y quizas ahí resida el problema de que la película no termine de funcionar, tal y como funcionan "Ben-Hur", "Quo Vadis" o "Tierra de faraones".
Y pobre Rexy, si es un fenómeno. Yo digo sí a "Rex Regis" en el papel de Julio César, su interpretación esta muy trabajada y llena de matices.
Lo del esquijama rojo (muy bueno :)) sin duda es un presagio de los tiempos, tan desmitificadores a nivel estético, que a las estrellas clásicas se les venían encima.
Salucines.
@Ethan
ResponderEliminarEl mismo Mankiewicz la consideraba también fallida, por culpa del intervencionismo de la Fox. Pero es comprensible "business are business", la Fox había invertido todo lo que le quedaba, se había endeudado, jugándoselo todo a una carta, y esa carta era "Cleopatra", es lógico que buscasen el producto final más comercializable y rentable a corto plazo(por aquel entonces no se estilaban las sagas tipo "El señor de los anillos")... Indudablemente esto pasó una importante factura a nivel artístico.
Yo creo que el problema fundamental fue de planificación por parte de la Fox, ya que no supo elegir al director adecuado para su proyecto.
¿Cómo habría sido la película si Mamoulian hubiese seguido adelante? Muy diferente seguro y muchísimo menos controvertida.
Un cordial saludo y gracias por tu apunte.
Magnífica entrada!!!
ResponderEliminarNo recuerdo en qué momento me quedé enganchada al cine clásico. Desde siempre, en mi casa se hablaba de cine, de actores, de los cotilleos sobre actores... no sé, el cine siempre estuvo en mi vida (y seguirá).
Cleopatra... aunque hay otras películas sobre ella, para mi solo puede ser como Elizabeh!! No me importan las estatuas o demás información real que pudea haber sobre la original. Siempre será como Elizabeth.
Y por supuesto, me pasa más de los mismo con el personaje de Marco Antonio, que siempre será como Burton. Esas chispas, esa pasión y ese odio nos lo transmiten perfectamente.
La película es de las grandes, no sé si históricamente estará bien o no... pero casi que me atrevo a decir que tampoco me importa demasiado (esta vez).
Taylor y Burton en esos escerarios inmensamente grandes!!!
Lamento no poder verla en pantalla grande.
Saludos!!
@Marcos
ResponderEliminarEs cierto Marcos que poquitos colosos del cine clásico nos quedan. Maureen, Lauren, las hermanas Havilland-Fontaine y el indestructible Kirk.
Os recomiendo a todos esta excelente entrada "Hollywood moribundo" de la amiga Lee Van Cleef para su estupendo blog Bitches Brew, en la que reflexiona sobre el ocaso de estos mitos:
http://bitchesbrewforcatpeople.blogspot.com/2011/02/hollywood-moribundo_05.html
No os lo perdais.
@Manderley
ResponderEliminarManderley esas mismas palabras que tu has escrito podría ponerlas en mi boca y no me alejaría ni un ápice de la verdad.
El cine ha estado ligado a mi vida desde pequeño y hay asociaciones que están grabadas a fuego en mi psique.
No hay Cleopatra sin Liz, ni Marlowe sin Bogart, como tampoco hay Nerón sin Ustinov, ni Espartaco sin Kirk Douglas...
Un saludo y gracias por tus palabras.
Elizabeth Taylor está súper sensual en esta película... ¿por qué se ha considerado siempre a Cleopatra como un fracaso? dicen que Fox estuvo apunto de caer en la bancarrota, pero leyendo la última parte de tu entrada es imposible pensar eso.
ResponderEliminarel vestuario es majestuoso, la fotografía genial, yla pareja burton-taylor increíble!!!!! Muy buen post!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
@White Gold
ResponderEliminarCleopatra recuperó con creces los 44 millones invertidos en ella y eso le salvó el pellejo al estudio.
La historia de que casi arruina a la Fox se debe a que la compañía ya estaba atravesando una crisis económica cuando comenzó el proyecto que pronto adquirió dimensiones (económicas) de superproducción, como una apuesta personal del director de la compañía para salir de la crisis.
El rodaje con sus continuos problemas se demoró practicamente dos años, endeudando al estudio y llegando a un punto en el que la Fox tuvo que dedicarse exclusivamente a financiar "Cleopatra" durante prácticamente un año, sin poder hacer otras películas con las que ir ingresando.
Este "disloque" económico le costó la cabeza a Spyros Skouras, director general de la Fox, que había comenzado a proyectar la película en el 58 junto a Walter Wanger. Skouras renunció a mediados del 62 y fue sustituido por Zanuck, que como ya he contado, terminó a la brava el proyecto.
Y sí Liz está deslumbrante.
Un saludo y gracias por tu comentario.
Gracias, como siempre, por tu muy interesante entrada y tus comentarios.
ResponderEliminar"Cleopatra" no es una de mis preferidas e indudablemente, no es de las mejores, pero yo no me detengo solo en eso, voy un poquito más lejos y me quedo con la gran liz y un maravilloso Richard Burton que lo hace de maravilla, independientemente del guión, la fox, los intereses económicos, los problemas que le ocasionaron al director y demás historias que llevaba esta película asociada.
La química entre ellos era latente y ella es la perfecta cleopatra como perfecta era siempre en todo lo que interpretaba, no me imagino una cleopatra mejor, nadie puede llevar ese espectacular vestuario como lo llevaba ella, tan sensual como sobria cuando era necesario.
Ahora interpreta allá donde quiera que este, el papel de estrella, una estrella de verdad que puede amar con tranquilidad al gran amor de su vida, Richard Burton.
Besos y gracias otra vez.
Lala
@Lala
ResponderEliminarEs cierto hay una gran química entre ambos, no en vano estaban al comienzo de su volcánica relación, y eso se deja ver en pantalla. Parece ser que Zanuck cortó especialmente tramos en que Taylor y Burton interactuaban.
El "buen" señor era un machista de tomo y lomo y le disgustaba que Cleopatra ejerciese tanta influencia sobre un "machote" como Marco Antonio.
Ya que has abierto brecha con este tema, me gustaría hablar algo sobre las películas en las que ambos trabajaron juntos.
La mejor bajo mi punto de vista es "¿Quién teme a Virginia Woolf?" pero la verdad es que aparte de esta, "Cleopatra" y "Castllos de arena" no recuerdo haber visto ninguna más.
¿Alguien puede recomendar otras?
Un saludo Lala y muchas gracias.
La de virginia Woolf es fantástica, me encanta. Una de las películas en la que también aparecen juntos es en "hotel internacional" de Anthony Asquith 1963. Es de las primeras que actuan juntos después de rodar "cleopatra", con lo que la película, desperto gran espectación entre el público, que más bien querían ver a la pareja actuar en su primera película siendo ya pareja en la vida real.
ResponderEliminarEsta misma tarde me he visto otra de Elizabeth Taylor "una mujer marcada" este finde me estoy estoy homenajeando a la más grande.
Besotes
@Lala
ResponderEliminarRevisando su filmografía en común hay dos pelis que me resultan atractivas, y en ambas esta presente el gran Peter Ustinov, son:
"Pacto con el diablo" y "los comediantes" haré lo posible por conseguirlas y a ver que tal.
CLEOPATRA ES es una gran pelicula, una puesta en escena formidable, LIz brilla por si sola,
ResponderEliminarcómo siempre....tengo qué decir qué aa mi no es de las pelis, qué mas me gustan de ella, ya qué yo estoy más por UN LUGAR EN EL SOL, GIGANTE,
REFLEJOS EN UN OJO DORADO, junto a Brando, dE REPENTE EL ÚLTIMO VERANO Y ¿ QUIEN TEME A VIRGINA wOOLF ? , estas grandes producciones tipo
Cleopatra, Ben Hur, no sé..... hay algo en ellas
qué me descoloca, soy más de historias particulares, bueno conociendo un poco ya lo sabeis.Pero claro Cleopatra, se merece un post y más.
Besos.
Un nuevo visionado a tiempo, podría considerarse una victoria.
ResponderEliminarMucho tiempo ha desde que la vi por primera vez, tantos años que incluso podría ser que la versión que ví fue la mutilada por la Fox.
Por este motivo he decidido reescribirme y dos días después de mi anterior mensaje, y 4 horas (cortas a mi pesar), de Cleopatra, tengo a bien rectificar:
1) Por encima de montajes, remontajes y de sanbenitos de "epica y colosal", Mankiewicz consigue triunfar con su planteamiento inicial y que caracteriza su obra: la palabra.
2) Consigue imponer su propio estilo con un dominio absoluto del espacio fílmico.
3) Se reafirma como el gran dramaturgo del cine americano e incluso mundial.
4) Es un film intimista adelantado a su tiempo.
5) Roddy McDowall está sublime. Harrison mucho mejor que Burton.
6) La secuencia del asesinato de César es magnífica.
Pienso que con esto es suficiente. Un saludo.
@Susan
ResponderEliminarEres mujer de tu tiempo, no hay duda.
Pero teniendo en cuenta tu predilección por la Liz más dramática, te recomendaría volver a darle una oportunidad a "Cleopatra".
El contenido dramático de la película es perfectamente disfrutable extrapolado de su ambientación en el Mundo Antiguo.
Luego uno puede conectar más o menos con el lujoso envoltorio de la superproducción histórica, eso ya es cuestión de filias o fobias personales.
Un saludo y gracias.
Que me decís del los modelitos de Marco-Antonio en la película. Invariablemente le ponen una minifalda estupenda para lucimiento de sus fuertes muslos. Además contrasta con los demás soldados y otros varones que llevan las piernas cubiertas casi todos.
ResponderEliminar¡Sería estupendo que se pusieran de moda para el próximo verano y que todos los chicos anduviesen por ahí a lo Marco Antonio! Tendríamos diversión para rato......
Saludos
La primera parte de Cleopatra es superior a la segunda, probablemente porque sufrió menos los recortes de Zannuk. Los diálogos entre César y Cleopatra, no tienen la intensidad dramática de los de esta con Marco Antonio, pero me interesan más, son más agudos y son fruto de los mentes clarividentes.
ResponderEliminarSaludos
@The Black Swan
ResponderEliminarPues has hecho muy bien.
Creo que lo mejor que se puede hacer con una peli tan controvertida es volver a darle una oportunidad (sobre todo si ha pasado tiempo desde la última revisión), yo hacía por lo menos 20 años que no la veía y, obviamente esta vez, la experiencia ha sido mucho más enrriquecedora.
Coincido plenamente con tu análisis, como ya he reflejado en la entrada y en el cineforum, pero se me había escapado algo muy importante que comentas: El asesinato de Cesar.
Efectivamente, es una secuencia muy potente e intensa, te agradezco que la rescates en tu análisis.
Puede que la haya dejado correr porque recientemente hemos visto otra magnífica secuencia de muerte y funeral de un César en "La caida del Imperio Romano" de Anthony Mann. Esta última me impactó tanto(elegí ambas secuencias como mis momentos favoritos de la película) que es posible que hayan eclipsado al asesinato de César de "Cleopatra".
Por cierto, con tu comentario me has recordado, que aunque no entre en el ciclo, tengo que revisar urgentemente "Julio Cesar".
Una auténtica obra maestra.
Un cordial saludo y muchas gracias por tu participación.
@Cristina y Fernando
ResponderEliminarCuando Fernando hizo su jocoso comentario sobre el esquijama rojo que luce Rex Harrison, me sorprendió que no comentase nada sobre la minifalda de Burton.
Yo creo que al pobre Richard le debieron de pegar las faldillas de su atuendo a la raiz de los muslos, para evitar exhibiciones impúdicas.
Nunca jamás vi un "largo de falda" tan corto en una de romanos. Desde luego el presupuesto no se les fue en tela para las túnicas de Marco Antonio.
@David
ResponderEliminarEn Cahiers du cinéma Jean Louis Comolli expone una teoría bastante curiosa de la historia de César y del comienzo del imperio Romano. Me parece más que probable la sugerencia de David respecto a su estado de “fumao”, cuanto menos, cuando escribía el artículo. Ahí va un resumen de lo que él expone en 9 folios de densa y floreada crítica.
El imperio romano es al mundo lo que César es a Dios.
César es un semi-dios, y al morir se convierte en un dios completo. Lo mata su protegido, Brutus que representa el beso de judas. Octavio es su hijo, que gracias a que con su muerte César se convierte en verdadero dios, es el hijo de dios, y resucita y así es un verdadero e incuestionable dios. Estamos ante la historia de la cristiandad por adelantado. Así que dice Comolli que “César es el primer mutante romano, pero también, y antes que Cristo, el primer mutante de Occidente”. César es medio divino, apreciación demostrada porque padece epilepsia, la enfermedad de los dioses, pero es de origen terrestre, y eso le carga de la imperfección humana.
Por lo tanto el verdadero héroe de la película es Octavio. Es un héroe ausente, sobre todo en la primera parte, y en la segunda deja que los demás hablen para que con sus palabras y con su verbo (los diálogos de Mankiewicz) al igual que el espíritu Santo inflamó el espíritu de los apóstoles, lleven el nombre del nuevo César , o sea de Dios por todo el mundo-imperio.
Octavio además es un dios destructor, que usa la palabra para destruir, porque el secreto que se desvela mata. Su principal función es ocuparse de su propia divinidad.
Bien ya me direis si esta aproximación ala película de Cleopatra está escrita por un dios, por loco o por un inspirado crítico en plena efervescencia debida a los vapores de algún alucinógeno.
Un saludo desde la divinidad
Que buenas risas se debió de hacer Mankiewicz si leyó alguna vez esta crítica.
ResponderEliminarSi fue así, al menos algo bueno sacó de esta película.
Que gran crítica Cristina, muy bueno.
ResponderEliminarEste fin de semana me he visto "cleopatra" de nuevo, entre otras tantas, ya que he querido homenajear a Elizabeth viendo de nuevo algunas de sus películas. Ya Plutarco decía de la reina del nilo que "poseía una voluptuosidad infinita al hablar, y tanta dulzura y armonía en el son de su voz que su lengua era como un instrumento de varias cuerdas que manejaba fácilmente y del que extraía, como bien le convenía, los más delicados matices del lenguaje"
Yo creo que Plutarco hablaba de la maravillosa Elizabeth Taylor...
Besotes
Apovecharé el comentario de Lala, que me viene al pelo, para elegir mi momento favorito de la película.
ResponderEliminarMás bien diría mis momentos, porque realmente son una colección de ellos, en que Cleopatra "entra en escena", con ello me refiero a cuando la reina hace una aparición pública o delante de otros mandatarios o muy especialmente ante los grandes hombres a los que quiere seducir.
Podría quedarme, sería lo facil, con la espectacular entrada en Roma sobre el titánico trono-esfinge dorado tirado por decenas de esclavos; o la también espectacular llegada al puerto de Tiro en ese bajel de ensueño con una palmera aúrea, tamaño natural, plantada en la cubierta; o con la simpática, pero también llena de efecto, presentación de la entonces princesa, enrrollada en una alfombra y en brazos del fornido Apolodoro.
No lo haré, prefiero quedarme con las escenas de baño de Cleopatra. Hay dos, una para recibir a César y otra a Marco Antonio.
En ellas Cleopatra usa todo su poder de seducción y majestuosidad para imponerse como objeto de deseo a esos poderosos conquistadores romanos. Ella no sólo es una mujer deseable y una reina sino también simboliza a Egipto rico, fertil, deseable y magníficamente deslumbrante. Ambos caen deslumbrados.
Destacaré la única "entrada en escena" en la que Cleopatra no busca causar ningún efecto. Es cuando derrotada y abatida por la muerte de Marco Antonio recibe a Octavio vencedor.
Lo ha perdido todo, ya no tiene fuerzas para seguir luchando, ni para seducir o amar a otro César.
No esperaba que me gustase tanto.
ResponderEliminarA parte de lo evidente, la historia de amor entre Marco Antonio y Cleopatra, que llega hasta el fin, un amor auténtico y muy grande, romántico por las circunstancias adversas y trágicas de la caída de Antonio ante la Roma de Octavio, muy superior y poderosa, la peli nos cuenta la ambición de Cleopatra por conquistar el mundo conocido y gobernarlo. Esa aspiración contará con la ayuda de Julio César. Ella cree firmemente que con él podrá llevarlo a cabo; cree que César llegará donde ni el mismo Alejandro Magno llegó, y su triunfo será el suyo y el del hijo de ambos.
En la película no parece que Cleopatra esté enamorada de César, y eso lo digo por comparación con lo que sentirá más tarde por Marco Antonio (es cierto que quizás eran dos tipos de amor diferentes, aunque yo creo que amor verdadero sólo hay uno, pasional, comprometido, de renuncia con tal de hacer feliz al otro ya que el amor no es egoísta). Soy más de la opinión de que Cleopatra siente respeto y admiración por César, además de un gran afecto. Ella lo utiliza en el proyecto político universal al que aspira, pero los problemas comenzarán a preocuparle cuando el senado romano le niegue a César la condición de Rey, o emperador. Se tendrá que conformar con el título de dictador de Roma, con lo que su poder se limitará y eso no favorecerá los planes de Cleopatra. El conflicto con el senado y la lucha de César para conseguir ser Rey mantendrá las expectativas de la Reina de Egipto… hasta que César es asesinado por Bruto y los suyos…
Con César muerto, el sueño de Cleopatra se desvanece con él, hasta que Marco Antonio hace acto de aparición, y entramos en la segunda parte de la película, interesándose por ella. Es entonces cuando el sueño de grandeza terrenal renace con Antonio. Cleopatra ya tiene en mente utilizar a Antonio en sus planes como había hecho con César, sin sospechar que se enamoraría de él de una forma tan apasionada y sincera. De cualquier forma el sueño podría seguir su curso si Antonio quiere y colabora. Lo que ocurre después es conocido: el sueño vuelve a desvanecerse, pero el amor entre Antonio y Cleopatra crece, hasta un final triste y romántico para los dos.
La peli es majestuosa. Hay en ella cine de muy alta calidad. El preciosismo de las imágenes y la elegancia vienen determinadas por una puesta en escena planificada y medida en cada más mínimo detalle, por una realización clásica que no entorpece ninguna escena ni transición o enlace, por un vestuario con cascos romanos con escobas puestas del revés son los mismos que llevaban los soldados romanos antes del siglo I DC, por unos colores que iluminan con luz propia, en algunos momentos de un cromatismo que parecen poderse palpar si extiendes el brazo lo suficiente o por unos escenarios grandiosos puestos al servicio del espectáculo.
Escenas destacadas:
- Llegada de Cleopatra a Roma mientras la espera César y el pueblo romano, senado incluido, admira el desfile de la que parece una divinidad femenina acompañada por su hijo.
- Primera vez que Antonio se ve con Cleopatra después de la partida de ésta tras la muerte de Julio César. Antonio se embriaga de vino y de amor. La escena es un prodigio estético de un estilo cinematográfico subyugante y que confunde a Antonio ante el espectáculo que le tiene preparado su Reina amada…
@Javi
ResponderEliminarAfinas en una cosa que hasta ahora sólo habia quedado bosquejada, como es el "amor" de distintas calidades que Cleopatra reserva para César y para Antonio.
Obviamente elige amar a ambos para colmar sus ambiciones y pero acaba enamorándose de ellos de forma muy distinta.
A César lo admira(en buena parte lo quiere más como mentor que como amante) por su inteligencia, su carisma y su ambicioso proyecto imperial.
En Antonio busca otro César, pero Antonio no es un "gran hombre", es un guerrero apasionado no un estadista ni un guía de naciones, en él Cleopatra no encuentra otro Cesar, pero sí encuentra el "amor verdadero", ese que se siente en las tripas y no en la cabeza.
Otra cosa que me ha gustado de tu comentario es que destacas la magneficencia con que se ha representado ese suntusoso mundo antiguo de Cleopatra, el color y el fulgor, como bien dices es maravilloso. Gran merito lo tienen la fotografía de Shanroy, la maravillosa dirección artística y ese atrezzo de superlujo.
Un saludo y me alegro de que hayas disfrutado con la peli.
INCREÍBLE!! es una obra de arte!!
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