Desde su
estreno en noviembre del 1942 hasta nuestros días “Casablanca” ha sido capaz de conquistar a una generación tras otra
de amantes del cine gracias a su poderoso magnetismo. En mi
opinión la clave del éxito de esta película, mito e hito de la cinematografía
universal, radica en su capacidad para emocionar, para calar hondo en el
corazón de los espectadores.
Clásica y
atemporal “Casablanca” emociona con
cada nuevo visionado, inmune al desgaste; capaz de ganarse por igual al
cinéfilo erudito y al modesto aficionado, trascendiendo y resistiendo a los
análisis sesudos y a las críticas postmodernas; gracias a su capacidad
intrínseca para transitar con naturalidad de la pantalla, a esa porción
intangible del ser humano que algunos llaman alma, a través de los sentidos,
poderosa y mágica.
FICHA
TÉCNICA: CASABLANCA.
AÑO: 1942.
DURACIÓN: 102 min. PAÍS: Estados Unidos.
DIRECTOR: Michael Curtiz.
GUIÓN:
Julius y Philip Epstein, Howard Koch y Cassey Robinson. MÚSICA: Max
Steiner.
CANCION
“As time goes by”: Herman Hupfield. FOTOGRAFÍA:
Arthur Edeson (B&N).
REPARTO:
Humphrey Bogart, Ingrid Bergman, Paul
Henreid, Claude Rains, Conrad Veidt, Sidney Greenstreet, Peter Lorre, Dooley
Wilson.
PRODUCTORA: Warner Bros. Productor: Hal B. Wallis.
GÉNERO: Drama Romántico. Thriller. II Guerra
Mundial.
SINOPSIS:
Durante la Segunda
Guerra Mundial, Casablanca en el Marruecos francés, se ha
convertido en punto de encuentro de muchos refugiados huidos del horror de la
guerra que sueñan con viajar a Estados Unidos. La administración francesa, fiel
al gobierno de Vichy aliado de Alemania, controla la concesión de los deseados visados
de salida.
Dos correos
alemanes que portaban salvoconductos son asesinados coincidiendo con la llegada
del Mayor Strasser de la
Gestapo a Casablanca. El capitán Renault de la policía local organiza
la detención del asesino en el club nocturno más popular y glamuroso de la
ciudad: "Rick´s" El café americano.
En Noviembre
de 1941 Irene Lee, una avispada ejecutiva
del equipo de Hal Wallis con un gran
olfato para descubrir guiones con potencial para funcionar en el cine,
rescataba entre los montones de manuscritos acumulados en los despachos de la Warner
Bros en Nueva York uno titulado: "Everybody Comes to Rick´s".
Se trataba
de una obra escrita para Broadway por Murray
Burnett y Joan Allison. La acción
transcurría en un lugar exótico, Casablanca, y aunaba una historia romántica
con una intriga en la que los protagonistas se oponían a fascistas perversos y
policías corruptos.
La trama
surgió de un viaje por Europa realizado por Burnett en verano de 1938. El escritor descubrió la pesadilla nazi
a su paso por Viena; el odio fascista marco a Burnett tanto como la indiferencia e insensatez que demostraban los
franceses (continuó su viaje por el sur de Francia) cuando les contaba lo que había
presenciado en Austria.
A su vuelta
a Nueva York llamó a Joan Allison y
juntos esbozaron una obra sobre el compromiso personal en una época de
inhumanidad colectiva. En la que el protagonista se convertiría en una metáfora
de unos Estados Unidos todavía neutrales, y cuyo mensaje iba a ser que la
neutralidad moral no existe.
El
manuscrito llegó a Hollywood a manos de Hal
B. Wallis cuatro días después del ataque a Pearl Harbour. Enseguida le
gustó y por 20.000 $ (una ganga) se hacía con los derechos de la obra y decidía
cambiar el título “Everybody Comes to
Rick´s” por el de “Casablanca”.
Wallis acababa de convertirse en productor
independiente. Tras varios años de tensión e interminables jornadas trabajando
como lugarteniente de Jack Warner había
llegado a un acuerdo con el estudio para producir únicamente cuatro películas
anuales sobre las que tendría un control total.
Su primer
paso como productor de “Casablanca” fue
la contratación de Julius y Philip Epstein, los guionistas de moda
en Hollywood. Los Epstein, especialistas
en adaptar obras de teatro al cine, eran famosos por su habilidad para escribir
diálogos brillantes llenos de réplicas cortantes, ironía y rápidas sucesiones
de frases pirotécnicas. Un guión bueno adquiría brillantez cuando los gemelos Epstein retocaban el diálogo y “Casablanca” está plagada de muestras
del ingenio y desparpajo de esta inimitable pareja:
-
¿Puede
saberse que demonios le trajo a usted a Casablanca?
-
Mi salud.
Vine a Casablanca a tomar las aguas.
-
¿Aguas? ¿Qué
aguas? Estamos en el desierto.
-
Me
informaron mal.
Howard Koch era un antiguo guionista
radiofónico cuya "Guerra de los Mundos", transmitida en la víspera de todos los
santos de 1938 por Orson Welles,
había sobresaltado a la nación. Entre sus guiones para el cine destacaban “La Carta ”, “El
Sargento York” y “El Halcón del Mar”.
Liberal
militante se había incorporado a la película para reforzar los aspectos
políticos y dramáticos del argumento. Koch
convirtió a Rick en un idealista con un pasado antifascista herido en sus
sentimientos, convertido en un cínico endurecido que en el fondo sigue del lado
de los débiles.
Para
completar el equipo de escritores Wallis
solicitó a Casey Robinson, guionista
especializado en películas románticas de éxito, y le asignó la misión de
aportar las escenas de amor que redondearan el argumento y proporcionaran la
historia que iba a hacer de Bogart
el símbolo del nuevo héroe romántico.
¿Bogart? ¿Y por qué Bogart y no Ronald Reagan
o George Raft?
Muy sencillo,
desde la génesis del proyecto Wallis
tenía claro que el papel de Rick estaba hecho para Humphrey Bogart.
Durante el
rodaje de las primeras proyecciones de “A
Través del Pacífico” Wallis había quedado muy impresionado por la mezcla de
dureza y comicidad que desprendía el personaje interpretado por Bogart, un personaje que se apoderaba
de la escena generando una especie de tensión eléctrica tal y como había ocurrido
antes con el Sam Spade de “El Halcón Maltés”.
John Huston comentó sobre Bogart: “No era demasiado impresionante cara a cara; pero cuando la cámara
rodaba sucedía algo, un no sé qué de intangible nobleza se apoderaba de la
acción”.
Los tres
grupos de guionistas, trabajando de manera independiente, se apoyaron en los
puntos fuertes de Bogart, y sus
aportaciones se fusionaron, dando los legendarios resultados que todos
conocemos; “Nadie podía imaginarse el
resultado…” explicaba riendo Julius
Epstein “…y ahora todo el mundo dice
haber escrito escenas para Casablanca”.
En abril la
película empezaba a tomar forma y tras descartar a William Wyler como director Wallis
se hacía con los servicios de un viejo conocido: Michael Curtiz.
Pronto el
húngaro comenzó a exigir al equipo de guionistas algo de material para ir
configurando mentalmente el rodaje. Koch
comentaba al respecto: “Con la fecha de
inicio del rodaje en la cabeza y con Mike Curtiz preguntándome cuando iba a
darle páginas, me entró una especie de parálisis… Finalmente, desesperado,
decidí olvidarme de que había un argumento y empecé a escribir escenas conforme
me venían a la cabeza, usando el material de los Epstein, donde pudiera
encajar. Sólo tenía una vaga noción de adonde me conduciría la escena y
confiaba que esta me llevase a otra y así hasta la suma del total.”
Paralelamente
discurría el proceso de selección de la protagonista femenina, tras descartar a
la preciosa Ann Sheridan, el equipo
de guionistas decidió transformar a la heroína de la pieza teatral, una
aventurera norteamericana, en una misteriosa extranjera. Así se barajaron los
nombres de la protagonista de “Argel” Hedy
Lamarr (austriaca) y las desconocidas Michelle
Morgan (francesa) y Tamara Toumanova
(rusa).
Finalmente Wallis reavivó una antigua corazonada,
la de emparejar a Humphrey Bogart
con la joven actriz sueca de veintisiete años Ingrid Bergman. La promesa sueca, representada por David O. Selznick, ya había sido
solicitada anteriormente por Wallis
para coprotagonizar “All Throught the
Night” y Selznick se había
negado.
Tras
concertar una cita con el poderoso ejecutivo, que quería saber más sobre el
argumento de “Casablanca”, Wallis encomendó a los Epstein la tarea de conseguir la cesión
de la angelical belleza. Todo ello sin más base que un guión inacabado y con la
vitola de provisional.
En el
despacho de Selznick se produjo una
escena que se ha convertido en parte de la leyenda de Hollywood. Con Selznick tomando una sopa sin levantar
la vista del plato, los gemelos se lanzaban en una atropellada diatriba en la
que se mezclaban la ciudad de Casablanca, un club nocturno, refugiados,
salvoconductos, policías corruptos, nazis…
Al cabo de
veinte minutos Julius Epstein al
darse cuenta de que todavía no había dicho una palabra sobre el personaje de Ingrid Bergman soltaba el siguiente
exabrupto: “Bueno ¡Que demonios! Será una
parida igual que Argel”. Tras lo cual Selznick
levantaba la cabeza y asentía.
La cosa
estaba hecha.
A Michael Curtiz se le atribuye el mérito
de encontrar el nombre de Ilsa para la misteriosa heroína europea. El director
se inspiró en un poema de Heine en
el que su protagonista, la princesa Ilsa, presentaba una ambivalencia similar a
la de la protagonista de la película, amante y destructora al mismo tiempo. Capaz
de cautivar a un hombre y confesarle su amor para luego abandonarlo en una
estación lluviosa de París con una nota insuficiente y el corazón fracturado.
El rodaje previsto
para finales de abril se pospuso hasta finales de mayo.
Dos semanas
antes del comienzo del rodaje Curtiz
recibía el ansiado material por parte de los guionistas, un total de cuarenta
páginas recopiladas por Koch. Una
cuarta parte del guión final, que entusiasmó al director y que rápidamente se
difundió por los distintos departamentos del estudio (casting, decorados,
montaje…) para dar comienzo a la producción.
El rodaje comenzaba
el 25 de mayo con un guión en pañales y con la mayoría del reparto aún en el
aire. Warner no podía demorarlo más,
ya que la multa por retener a Bergman
más de las ocho semanas pactadas ascendía a una suma importante.
Wallis negociaba con Sydney Greenstreet y Peter
Lorre consciente de su valía. Ambos habían formado equipo con Bogart anteriormente, en el rodaje de “El Halcón Maltés”, interpretando
magistralmente a dos sujetos extremadamente turbios y el productor quería que repitiesen
roles similares encarnando a los dos traficantes de visados, Ferrari y Ugarte.
Sin embargo
Victor Laszlo, líder de la resistencia y tercero en discordia del triangulo
amoroso protagonista, no tenía aún cara. Wallis
pretendía a Joseph Cotten, pero el
estudio se decantaba por Philip Dorn
(con contrato en Warner), finalmente
el elegido fue el actor checo Paul
Henreid, al que se contrató sin estar libre para incorporarse al comienzo
del rodaje.
El papel de
Sam, el pianista de Rick´s tan importante en la película, tardó varias semanas
en adjudicarse. Se pensó en varios artistas afroamericanos de ambos sexos como:
Clarence Muse, Lena Horn o la mismísima Ella
Fitzgerald.
Finalmente
se eligió a Arthur “Dooley” Wilson
un músico y actor novato en el mundo del cine que tras la prueba fue aceptado
por Wallis con una de esas frases
que la historia convierte en broma: “No
es el ideal, pero si no encontramos nada mejor imagino que podrá hacerlo”.
Estimados
cinéfilos, habréis notado que esta reseña sobre “Casablanca” se desmarca un tanto, por su carácter más historicista
que analítico, de los parámetros habituales de las películas tratadas en este
blog. Deseosos de realizar el análisis con todos los seguidores de Ciclos de Cine de una forma coral en el
cine fórum, hemos querido hacer especial hincapié en las circunstancias que
rodearon al nacimiento de esa obra maestra que es “Casablanca”.
Os emplazo a
una segunda entrega, que trataré de publicarlo antes posible, en la que os relataré
detalladamente los pormenores del rodaje y el estreno de la misma.
Un cordial
saludo.
Es una gran película, un clásico imperecedero de esos que siempre están ahí y te hacen sentir lo mismo (como bien señalas en la crítica), me atrevería incluso a recomendarla a aquellos que pasen por una mala racha, es una película que siempre ayuda.
ResponderEliminarMichael Curtiz, gran director, posiblemente nunca se imaginó del impacto que iba a causar lo que en un principio iba a ser una película más de propaganda pro-americana.
Un saludo
Es una película paradigmática dentro del clasicismo por su atemporalidad, porque trata de valores que siempre estarán presentes. Y no me refiero al patriotismo; sino al amor y a la capacidad de sacrificio, al posicionamiento ineludible del individuo frente a la opresión y la deshumanización y a la unión de los pueblos oprimidos y al valor...
EliminarTremenda y mucho más que propaganda.
Una película mítica tanto por su éxito como por todos sus más y sus menos antes y durante el rodaje.
ResponderEliminarConocida popuparmente incluso entre aquellos que nunca la han visto.
Es mucho más que una película romántica. Habla más de desamor que de amor, habla de lealtad, de admiración de amistad, de política, de guerra, de supervivencia, de contrabandistas y trapicheos... 'Casablanca' es más de lo que parece apriori.
Saludos.
Una película que efectivamente tiene ese carácter "bigger than life" y que surgió del caos como ya puedes intuir con las cosas que cuento de la preproducción.
EliminarAlgo que como apuntas continuó durante todo el rodaje, afortunadamente todo acabó encajando gracias a la genialidad y profesionalidad de todo el equipo.
Pronto entraré en detalles y en la segunda entrega os contaré los pormenores del rodaje y unas cuantas jugosas anécdotas.
Un cordial saludo.
¿Quién ha dicho que estaba "todo dicho" sobre la película "Casablanca? Eso es porque no han leído la formidable entrada de Ciclos de Cine dedicada a la misma...
ResponderEliminarAgradecido, amigo David, por refrescarme la memoria sobre los prolegómenos del film. Pero, me ha gustado especialmente la entradilla, donde sintetizas muy bien los valores imperecederos de este título, que puede encantar por igual a individuos de distintas generaciones.
Salucines
Gracias Fernando, el poso que deja Casablanca después de multiples visionados es ese que describo en la entradilla, esa emoción real y pura tan difícil de alcanzar en esto del cine. Esa que otros realizadores (que tu y yo sabemos) tratan de lograr valiéndose de trampas y maniqueismos para quedarse en meras caricaturas.
EliminarSalucines
Cada vez que la veo me gusta más, y más me sorprende el magnetismo entre la pareja de protagonistas y la enorme cantidad de diálogos ingeniosos. Recientemente escribí en mi blog algunas palabras sobre Ingrid y sobre Bogart. No me pude aguantar después de ver de nuevo esta perla del cine de todos los tiempos: Casablanca.
ResponderEliminarEntiendo que no te hayas podido contener y te hayas puesto a escribir sobre ella en tu bitácora después de revisarla. Es tan perfecta y tan emocionante que es muy facil dejarse llevar por su magia.
EliminarUn saludo y bienvenido a Ciclos de Cine, te invito a la siguiente entrega sobre Casablanaca y al cine fórum sobre los personajes que espero desarrollar tras la misma.
Un cordial saludo.
Tuve muchos prejuicios con esta pelicula antes de verla finalmente. Me decia una y mil veces que no me gustaría, pero zas, terminó encantandome, no al nivel de La ley del silencio o Ciudadano Kane pero me gustó y mucho y creo que tiene muy bien puesto el nombre de clásico del cine.
ResponderEliminarY muchas gracias por todos los detalles que nos cuentan de la película, algunas desconocia. A sido un placer leer esta entrada.
A mi también me ha pasado alguna vez eso de resistirme a una película, incluso a toda una filmografía de algún director sólo porque me insistían mucho con su grandeza. Al final lo que es bueno es bueno y Casablanca lo es y mucho su valor (que excede a lo meramente cinematográfico) está al alcance de casi cualquiera que tenga unos mínimos de sensibilidad.
EliminarEsto es lo que la hace diferente a otros grandes clásicos como Kane o La ley del silencio.
Un saludo y gracias.
Entrada documentadísima, como siempre. Veo que en ningún momento haces referencia a Howard Hawks. ¿Qué opinas de esas declaraciones de John Wayne en las que señalaba que había sido Hawks quien lo había preparado todo? Nunca me he fiado mucho de ellas, pero me gustaría saber tu siempre valiosa opinión al respecto.
ResponderEliminarUn abrazo, camarada.
Hola camarada, sobre lo de Hawks había leído algo, pero se lo atribuían al propio Howard y no al duque.
EliminarConcretamente eran unas declaraciones en una entrevista que le hicieron a Hawks en los 70´s en la que se apuntaba todo el mérito de los preparativos previos a la película argumentando que tras el visonado de la película se podía reconocer facilmente como una obra suya...
Bueno la verdad es que no le doy ningún crédito, Hawks era un reconocido trolero y tendía a fantasear y a fanfarronear siempre que podía como atestiguan algunos estudiosos de su obra. Es cierto que el personaje de Rick comparte características con sus protagonistas masculinos y que en Casablanca el papel catalizador de Ilsa y el rol de Rains también encajarían en la imaginería Hawksiana. Pero ahí acaban las similitudes, el flashback y el peso del pasado en Rick son atípicas en el cine de Hawks así como la falta de neutralidad en la narración y el virtuosismo en la realización con los movimientos de cámara, los travellings y esos planos influecurtiznianos...
Creo que el gran Howard intentó ponerse una medalla que no le tocaba a toro pasado.
Un abrazo.
Rectifico, hoy he leído la entrevista susodicha, es una de las que Bogdanovich hacía a sus directores favoritos.
EliminarEn ella Hawks comentaba varias cosas, un poco inexactas como en él solía ser habitual, pero en ningún momento afirma que se hubiese puesto manos a la obra con la película. Sólo dice que le ofrecieron a él el guión de la obra de teatro, pero que inmediatamente se dio cuenta de que no era una película para él, te reproduzco sus motivos con las palabras textuales porque son bastante cachondas:
- ... Para mí Casablanca tenía un punto de comedia musical que no me gustaba nada. Recuerdo que los hombres se ponían en pie y cantaban el himno nacional francés y pensé: "Por Dios, yo no puedo hacer una cosa así" Michael Curtiz lo hizo estupendamente, claro, y sus dos protagonistas la cambiaron por completo...
Parece que ya esta todo dicho sobre Casablanca... pero el mero hecho de estar aquí hablando de ella contradice esa opinión. A Casablanca le ocurre lo que a todo aquello que podemos llamar "clásico", es tan bueno que resulta intemporal y por ello, eterno.
ResponderEliminarSe trata de una obra viva con cada nuevo visionado, tanto del que nunca la había visto como del que la ve por decimoquinta vez (más o menos mi caso). Y sentí que todos somos Víctor Laszlo y esa caterva de entrañables perdedores que con su "Marsellesa" levantisca e indignada logran acallar el "Horst Wessel" neoliberal de Strasser y compañía.
Qué gran escena y qué actual. Pero con todo y con eso, mi escena favorita es y seguirá siendo esa en la que Rick hace un gesto al croupier para que haga trampa en la ruleta y una joven pareja obtenga los fondos necesarios para pagar el soborno a Renault que les permita obtener el visado de salida de Casablanca. Rick encarna ahí la necesaria esperanza en la naturaleza humana, que ofrece la ayuda a su alcance sin pedir nada a cambio y sin hacerse notar, en contraste con su actitud cínica y magistralmente irónica ante el interrogatorio que le hace Strasser posteriormente.
"Hay determinados barrios de Nueva York que yo no le aconsejaría invadir", una de mis frases favoritas, y aunque sea off-topic, junto con la de Robin: "los muertos que vos matáis, gozan de muy buena salud".
La gran virtud de Casablanca es que su catálogo de personajes representan de forma excelente toda la gama de grises que supone la naturaleza humana. Hay buenos y malos, desde luego, pero los buenos tienen su matiz oscuro (incluido el propio Rick, veáse entre otras la expresión de odio cuando su tren parte de París, en medio de una lluvia torrencial) y los malos tienen su punto de encanto (¿Acaso se puede negar a Strasser su elegancia? Por cierto, magistral Conrad Veidt!).
Pero, mi personaje favorito, por encima del propio Rick, es sin duda el Capitán Louis Renault. Pero eso será objeto de otro comentario.
Veo querido Joker que el paso del tiempo no ha afectado a tu pasión por Casablanca, pasión que compartimos desde nuestra más tierna infancia. No en vano la atemporalidad de la cinta y su sabor tan inalterable como lleno de matices.
EliminarEn tu extenso comentario veo que planteas un par de cuestiones muy interesantes:
La del personaje favorito, ya sea por empatía o por simpatía tu te quedas con el granuja de Louis, yo me quedaré con Rick y así algún día nos podremos alejar juntos entre la niebla en pos de alguna aventura en tierras peligrosas.
la otra, que contestaré más seriamente es la del momento favorito de la peli. Es dificil porque Casablanca está llena de grandes momentos, aún diría más es un continuo overdose de grandes momentos... así que haré trampa como si fuera Renault, Ugarte o el propio Gordo. Trampearé y elegiré mis momentos favoritos categorizados.
Mi momento "emocional" favorito:
Sin dudas la Marsellesa, una secuencia vibrante, metafórica y llena de energía, con una entrega total de todo el reparto en la puesta en escena.
Genial también como lo cuenta Curtiz, ese parco asentimiento de Rick tras el cual la banda se pone a seguir a Lazslo, dejando claro que el cínico Rick sigue con los oprimidos además de ser el puto amo en el local. Esto es narrativa cinematográfica y lo demás son tonterías.
Mi momento "cinematográfico" favorito:
Al comienzo de la película en el primer contacto con Rick y su café americano. Canela fina. Plano secuencia subjetivo que nos introduce en Rick´s a través de su puerta en un estilizado travelling (peaso movimiento de cámara teniendo en cuenta que para las steadycam faltaban casi 40 años); una vez dentro planos generales del local para empaparnos del ambiente exótico y glamuroso a un tiempo. En un par de vistazos somos conscientes del fantásticos diseño de producción decorado e iluminación en semi-penumbras.
Luego la cámara se centra en una mesa, en la que un hombre solitario estampa su firma "Rick" en una nota traída por un camarero. El héroe está presentado cigarrillo en mano copa semivacia y tablero de ajedrez con una partida solitaria en marcha. Hombre de mundo, misterioso, solitario y estratega. Ese es Rick y eso es Rick´s (y Curtiz nos lo ha contado sin usar una sola palabra)sed bienvenidos.
Mi "diálogo" favorito:
Los diálogos de Casablanca son tremendos ¿Por qué ya no se hacen diálogos así en el cine? ¿Donde se perdió la chispa?
La chispa la ponen los Epstein, que le dan el toque cínico, de sonrisa de mediolao a las frases de Rick, Renault... me quedo con cualquier exhibición de esgrima dialéctica entre ambos aunque ese diálogo a tres con Strasser (el de los barrios de NY) es también memorable.
Excelente entrada David, espero con impaciencia la segunda parte en la que podremos bucear en las profundidades del bueno de Rick y de su mundo, un pesonaje sensible en extremo para el amor y para los débiles pero duro e implacable con el mal y la tiranía. Una historia magnífica en la que el Rick de la primera escena es un hombre con una enorme herida y el de la última u hombre que ha conseguido un bálsamo sanador.
ResponderEliminarComo siempre que veo una gran obra presupongo, muy equivocadamente desde luego, que ha sido meticulosamente diseñada elaborada, que el trabajo suyacente es fruto del orden y de una buena organización donde no caben el caos y el azar. ¡Que equivocación pensar así!
Casablanca es un ejemplo más de que el genio puede saltar en cualquier momento!
Sin duda Casablanca es una película producto de la genialidad y de una gran intuición.
EliminarIntuición por el acierto por su contextualización histórica coincidiendo con la entrada de los EEUU en la guerra mundial, y haciéndolo con ese equilibrio entre la historia romántica, la intriga en tiempos de guerra y el posicionamiento ideológico. Así como la encarnación de los valores de la América de F.D. Roosevelt en Rick.
Los Warner (que eran judios) se pusieron encantados a las ordenes de su presidente para hacer cine político y propagandístico. El propio Roosevelt mantuvo una reunión secreta con J.L. Warner, tras el éxito de casablanca, para realizar una película prosovietica; ese es el origen de la singular "Mision to Moscow", también dirigida por Curtiz.
Pero Casablanca ha perdurado por la sincera razón de que es una película que va mucho más allá de la mera propaganda.
Maravillosa la entrada, redonda. Lo bueno de vuestro blog es que quedará ahí para poder leer sobre todas estas pelis clásicas; entradas completas y de las que aprendes…un lujo.
ResponderEliminarTodo un clásico. De los más grandes y conocidos, incluso entre la gente que no ve ni le interesa demasiado el cine (¿pero, existe? :-P)
El romanticismo es de un equilibrio magistral. El contexto histórico, la historia, lo dramático, la misma relación entre Ingrid Bergman y Bogart, pasional cuando la inician en Francia, creo recordar, la ruptura, etc El mismo Rick y su compromiso con las causas justas del pasado (guerra civil española en el lado republicano) articulan todo este romanticismo.
Bogart es un hombre íntegro, creo recordar y opino por tanto, que antes demostraba su idealismo, pero que en su relación con Ilsa, que lo marca, y el lugar y el tiempo en el que se encuentra ahora, se vuelve más práctico y listo (más aún), más realista. Sus firmes convicciones, de todos modos, las sigue manteniendo. Puede que haya un tanto de resentimiento hacia Ilsa por su relación con ella, pero finalmente podrá su idealismo y su amor. Demuestra su altruismo.
Gracias Javi, nos encanta el preludio de tu comentario, ya sabes que el principal objetivo de ciclos de cine es el análisis de las películas que tratamos (por encima de nuestras opiniones o críticas personales) y ahí a parte de nuestra propia percepción tras el visionado entra la documentación, bien sea sobre la propia producciñon o sobre los análisi que han hecho otros (profesionales del cine y la crítica) sobre estas películas.
EliminarYa entrando en la peli te emplazo a la segunda parte de esta entrad dediad a Casablanca, en ella profundizo un poco en el personaje de Rick y lo que simboliza. Pero creo que podemos desarrollarlo más en el cine fórum. Otro personaje que me parece muy interesante es el del capitán Renault, espero tocarlo también.
Pues eso un cordial saludo y seguimos comentando.
Hola, David: Una entrada tan detallada como siempre; a mi me gusta mucho leer acerca de lo que rodea a los rodajes de las películas, más en el caso de esta que es una de mis preferidas, porque además de la historia de amor, que ya en sí es hermosa, habla de amistad, lealtad, dignidad... Espero la segunda parte.
ResponderEliminarUn saludo!
Ya tenemos segunda parte y en ella cuento bastantes cosas sobre el alocado rodaje de Casablanca.
EliminarEl rodaje de esta película fue caótico pero el resultado sólo se puede calificar de obra maestra, producto de la genialidad, profesionalidad y el talento del equipo que hizo Casablanca.
Un saludo.