“Carta a tres esposas” significó para Joseph Mankiewicz el pasaporte hacia el estrellato, con ella obtuvo el DGA en 1949 y los Oscar como mejor director y mejor guionista en la edición de 1950, desde ese momento se le abrieron todas las puertas como director en Hollywood.
El film, basado en el relato de John Klempner “Carta a cinco esposas”, nos ofrece el particular retrato mankiewiczniano de la vida cotidiana en las pequeñas ciudades de los Estados Unidos, sus rituales sociales y los entresijos de las relaciones interpersonales de pareja y de amistad.
Con este fresco el director consigue de forma coherente y armoniosa combinar una trama sobre las relaciones de pareja y su gusto por la crítica mordaz, todo ello aderezado por un más que conseguido punto de suspense, capaz de captar la atención de los espectadores desde el comienzo de la película.
Con este fresco el director consigue de forma coherente y armoniosa combinar una trama sobre las relaciones de pareja y su gusto por la crítica mordaz, todo ello aderezado por un más que conseguido punto de suspense, capaz de captar la atención de los espectadores desde el comienzo de la película.
Y que mejor argucia para ganarse nuestra atención que comenzar el metraje con una pícara y juguetona voz en off femenina, que nos guiará de principio a fin de la película, diciéndonos eso de: “Para empezar, todos los incidentes y personajes de esta historia son ficticios y cualquier parecido con usted o conmigo será una simple coincidencia.”
FICHA TÉCNICA: CARTA A TRES ESPOSAS “A Letter to Three Wives”.
AÑO: 1949. DURACIÓN: 103 min. PAÍS: Estados Unidos.
DIRECTOR: Joseph L. Mankiewicz.
GUIÓN: Joseph L. Mankiewicz. MÚSICA: Alfred Newman. FOTOGRAFÍA: Arthur Miller (B&N).
REPARTO: Jeanne Crain, Ann Shothern, Linda Darnell, Kirk Douglas, Paul Douglas, Jeffrey Lynn, Thelma Ritter, Barbara Lawrence.
GUIÓN: Joseph L. Mankiewicz. MÚSICA: Alfred Newman. FOTOGRAFÍA: Arthur Miller (B&N).
REPARTO: Jeanne Crain, Ann Shothern, Linda Darnell, Kirk Douglas, Paul Douglas, Jeffrey Lynn, Thelma Ritter, Barbara Lawrence.
PRODUCTORA: 20th Century Fox. Productor: Sol C. Siegel.
GÉNERO: Drama. Sátira Social.
SINOPSIS: Tres mujeres están a punto de partir en barco para ir de excursión con un grupo de niños, cuando reciben la carta de despedida de una amiga común, en la que les informa que no acudirá a la cita, porque se ha fugado con uno de sus maridos. ¿Pero cuál?
En “Carta a tres esposas” Mankiewicz destripa a la clase media norteamericana de aquellos años, sacando a la luz sus temores, ambiciones y tensiones cotidianas. Elige para ello el microcosmos de una pequeña ciudad desde el cual nos expone los estereotipos personales y de conducta social a través de los protagonistas de la obra.
En “Carta a tres esposas” se centra en una vez más en su tema favorito, las mujeres, y en las relaciones que mantienen entre ellas, adobándolas con celos, envidias, dobleces, y una encarnizada lucha por los hombres. Mankiewicz se muestra menos interesado en hablar sobre la infidelidad que sobre los estereotipos humanos.
En primer lugar tenemos a las tres esposas:
Deborah Bishop (Jeanne Crain), una mujer acomplejada por sus orígenes campesinos y que cree no estar a la altura de su marido ni de los amigos de éste. La inseguridad que siente tiñe toda su relación de pareja, y para colmo está celosa de Addie con la que inevitablemente se compara.
Es el retrato de la mujer conformista.
Rita Phipps (Ann Sothern) es una mujer independiente que se dedica a escribir folletines para la radio. Sus ingresos son superiores a los de su marido. Se siente segura de sí misma, tanto que no cuida su relación todo lo que debiera y cree que él siempre estará ahí para ella. Sabe que su marido admira a Addie, a la que conoce desde la infancia, una mujer que siempre está en el lugar oportuno y haciendo lo correcto. A Addie no se le olvida el día del cumpleaños de George, pero a Rita sí.
Rita representa a la mujer que se rebela en su medio.
Lora Mae Hollingsway (Linda Darnell), nos ofrece una excelente interpretación de la mujer que procede de un nivel social bajo y que escala puestos contrayendo matrimonio con el jefe, uno de los hombres más ricos del lugar.
Su relación nace del desencuentro, Porter cree que Lora Mae se casa con él por su dinero, y ella ofendida por el comportamiento de él siente que la han comprado, y no que la amen. Los enfrentamientos verbales entre ambos son constantes. Porter tiene una foto de Addie Ross sobre el piano, la conoce desde hace tiempo y la ayudó en unas transacciones de negocios. Lora Mae quiere que sea su propia foto la que luzca sobre el piano.
Lora Mae representa a la mujer oportunista.
Como anécdota referiré que la foto que Porter y Lora Mae miran en la escena del piano, y que el espectador no alcanza a ver porque está girada, era en realidad la de Otto Preminger. Mankiewicz la utilizó para conseguir una mirada de desden en Linda Darnell, ya que sabía que aquella había tenido sus más y sus menos con Preminger en el rodaje de “Ambiciosa” (1947).
Cuando reciben la carta, las tres mujeres se replantean sus respectivas relaciones de pareja, ahondando en sus despropósitos, en sus errores y en las consecuencias de éstos. Todas dudan, ninguna está tranquila, saben que podrían haberlo hecho mejor, pero quizás sea ya demasiado tarde para alguna de ellas?
El retrato que Mankiewicz nos ofrece de los tres hombres tiene un tinte bien diferente. Los tres son personas llanas, sin recovecos emocionales sencillos y que contrastan con ellas por la falta de sentimientos oscuros y negativos.
Un joven Kirk Douglas es George Phipps, en una excelente interpretación del intelectual profesor de instituto, un hombre con principios y que valora lo importante, ajeno a lo superfluo y encantador en todos los sentidos.
Es el marido de Rita, capaz de admitir que su mujer ingrese más que él sin pasarle factura a la relación. Mankiewicz mima a este personaje e indudablemente se identifica con él.
Porter Hollingsway (Paul Douglas) es el jefe acaudalado, un personaje gruñón y poco atento, realmente desagradable con su mujer Lora Mae en público y bastante mayor que ella. Un retrato prototípico muy real de ese tipo de persona.
Brad Bishop (Jeffrey Lynn), es el marido de Deborah, se conocieron en el ejército, es rico, alegre y despreocupado. Su personalidad contrasta poderosamente con los sentimientos de duda e inferioridad que acechan a Deborah.
Y ahora hablemos del verdadero motor de la película, Addie Ross, ella no aparece en ningún momento, pero su voz omnipresente (puesta por Celeste Holm) es la que nos guía de principio a fin por los vericuetos de esta historia.
Addie lo sabe todo, incluso lo que dicen y piensan sus amigas, ellas la envidian y sus maridos la admiran. Es perfecta, su poder es infinito, es la guapa interesante, oportuna, todo un dechado de virtudes, salvo por el hecho de que se va con el marido de una de sus amigas.
Mankiewicz deja a la imaginación del espectador el honor de poner cara a un ser tan perfecto. Addie ejerce su influencia desde la distancia, ocupando un plano superior al de sus tres amigas completamente alejada de sus pequeñas cuitas. Su voz en off dice en un momento: “Si no hablaseis de mí no tendrías de que hablar”.
La carta es una terrible noticia, a traición una de ellas va a perder a su marido, y eso las obliga a las tres a recapacitar a plantearse su presente y a responder a la pregunta fundamental: ¿Cómo he llegado a esto?, y sobre todo ¿Aún estoy a tiempo de rectificar? Para dos de ellas probablemente sí, pero para la tercera puede que ya no. Lo que al principio se presenta como una tragedia, puede llegar a sublimarse, a convertirse en esa oportunidad para rectificar a tiempo y de enderezar así sus vidas que iban a la deriva. Partiendo de este punto de vista, la intervención de Addie no es tan nefasta, incluso, es la mejor oportunidad que se les podía presentar. Addie no ejerce de demonio, sino más bien, es el ángel que, haciendo gala de lo que todos dicen de ella, actúa en el momento oportuno para salvar a sus amigas. Dándoles la opción de enjuiciarse y enderezarse a tiempo.
Y como colofón Mankiewicz nos reserva un inesperado final, en el que al igual que en las relaciones de pareja nada debe darse por supuesto.
Los secundarios una vez más están a la altura de sus interpretaciones, y el director les concede un peso importante en la historia. El papel de la sirvienta, Sadie, que borda Thelma Ritter (curiosamente sin acreditar en el film), está cargado de humor y sentido común. También cabe destacar a la jefa de Rita, mrs. Manleigh (Florence Bates), es el estereotipo de mujer provinciana sin educación que triunfa en la radio y cuya obtusa mente nunca sabrá distinguir la calidad de la basura. ¡Seguro que Mankiewicz odiaba a este tipo de persona!
Mankiewicz utiliza varios recursos cinematográficos para el relato, por un lado la voz en off de Addie que nos introduce en la historia y nos guía a través de ésta aportándole coherencia e intensidad narrativa. Lejos de sustituir a las imágenes las complementa oportunamente, introduciendo las diferentes escenas con maestría. Por otro lado disfrutamos de tres flashbacks en paralelo, uno para los recuerdos de cada esposa. Siendo el de Lora Mae, en el que el director realiza una bonita elipsis con el plano de un grifo goteando, el que a mi entender está mejor introducido. Los flashback no solo nos desplazan hacia el pasado de cada esposa, sino que además fragmentan el presente, algo que el director aprovecha para mostrarnos los efectos que dichos recuerdos ejercen sobre cada una de las protagonistas.
En “Carta a tres esposas” el reparto no fue elegido por el director sino por el todopoderoso Darryl F. Zanuck. Y los eligió entre los artistas que tenía bajo contrato. En opinión de Mankiewicz la película se resintió con la elección, sobre todo porque algunos como Jeffrey Lynn y Jeanne Crain según el mordaz director eran unos negados. Otros como Linda Darnell (con la que por cierto él mantuvo una relación durante el rodaje) y Ann Sothern, demostraron ser mejor de lo que parecían. Además consiguió lanzar a la pantalla a dos grandes actores de teatro: Thelma Ritter y Paul Douglas.
Los dos criterios que servían a Mankiewicz para elegir los actores, eran fundamentalmente que éstos fueran buenos intérpretes y que además fueran inteligentes. El director esgrimía que si un actor no comprendía el papel que le tocaba interpretar difícilmente iba a conseguir transmitirlo al público.
Zanuck también interfirió en el guión, el texto original le fue presentado a Mankiewicz por Sol Siegel, el entonces jefe de producción de la Fox , era una adaptación de la novela “Carta a cinco esposas” de Klempner que realizó Vera Caspary dejándolo en “Carta a cuatro esposas”. Mankiewicz reescribió completamente el guión de Caspary, pero llegó Zanuck y de un plumazo “se cargó ” a una de las esposas y tras lo cual se llegó al texto definitivo de “Carta a tres esposas”.
Dicen que con esta película Mankiewicz fue afilando los colmillos para rodar al año siguiente “Eva al desnudo”. Así que preparaos para algo bueno, ya que “Carta a tres esposas” es
un film en el todo encaja; un estupendo guión, tal y como acostumbra
Mankiewicz, fantásticamente interpretado, una eficaz realización, la
ambientación e incluso el vestuario y los efectos especiales. Disfrutemos entonces de este film, uno de los más destacados de la filmografía del autor y que no desmerece en absoluto con los que ya hemos tratado en este ciclo, ya que viene cargado de humor, crítica, sátira, y escepticismo.
Nada, que no la he visto Cristina. A ver si voy teniendo tiempo.
ResponderEliminarCristina vi esta película hace años así que volveré a verla para tenerla más fresca y poder hablar de los detalles.
ResponderEliminarQuizás tenga cierto parecido con Rebeca el hecho de la persona sobre la que gira la película nunca aparezca, pero sabiendo que es la voz de Celeste Holm, ya le ponemos cara. Bueno, por lo menos yo le pongo su cara.
Saludos!
@ Marcos y Manderley
ResponderEliminarAunque esta película ganó dos oscars, es verdad que una desconocida para muchos, desde luego merece la pena verla, probablemente ha quedado eclipsada por otras como "Eva al desnudo". Puede que una de las razones por las que no es tan conocida, sea el hecho de que los actores (excepto Kirk Douglas) no hayan destacado como grandes estrellas de Hollywood.
Animaos a verla y ya me contareis lo que opinais.
Un saludo compañeros cinéfilos.
Cristina: completo y muy minucioso análisis de "Carta a tres esposas". De hecho, ya has apuntado los aspectos que son, también para mí, los esenciales en el filme: el perfecto guión y la estructura narrativa en forma de prisma triangular. Se nota que Mankiewicz estaba muy a gusto con esta historia, que le va como anillo al dedo.
ResponderEliminarA mí me convence el reparto, a pesar de todo. Era necesario para la verosimilitud y fuerza de la trama que los actores y actrices no fuesen celebridades, porque la clave de la película está en que el espectador se involucre con la vicisitud de los personajes y hasta se identifique con ellos (con alguno de ellos). You know, It Could Happen to You...
Por último, homenajear a esos gigantes de la escena, Thelma Ritter y Paul Douglas (ella de cuerpo pequeño; él, un corpachón), siempre magníficos.
Salucines
@Manderley
ResponderEliminarEfectivamente la voz era la de Celeste Holm, que reciente hemos viso en su interpretación de Karen en "Eva al desnudo", y resulta inevitable asociarla con la voz.
El doblaje al español se relizó en 1973 para su pase por TVE dentro de un ciclo dedicado a Mankiewicz, y la voz en off fue doblada por Consuelo Vives.
Un saludo
Buen ejemplo de la maestría de Mankiewicz utilizando el flashback al servicio del ritmo de la trama y del propio espectador. Por cierto que fue una clara costante en toda su filmografía. Siento ser repetitivo, pero debo felicitarte una vez más. Siempre aprendemos (al menos yo) cosas nuevas. Saludos.
ResponderEliminarAndo de vacaciones y estos días no me voy a poder conectar tanto. Cuando vuelva a casa empezaré a ver las pelis pendientes. Si puedo comento algo. Un saludo David y Cris.
ResponderEliminar@ Fernando,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en que el espectador se identifica mejor con los personajes por ser estos unos desconocidos, o casi desconocidos.
Esa es precisamente la perversión de Mankiewicz, pretende que el espectador se identifique con los personajes o mejor dicho con alguna de las historias. Estas son estereotipos de relaciones de pareja y de comportamientos humanos. Por eso, si hiciésemos una encuesta eligiendo aleatoriamente a los sujetos, probablemente al menos el 80% de ellos, se reconocerían o habrían vivido alguna situación que encajase con uno de los tres patrones. Y la perversión de Mankiewicz a la que antes me refería, estriba en el hecho de que no nos lo está contando de forma objetiva, sino que esgrime una crítica dura y mordaz, escéptica y hasta cruel. Y esa crítica recae por extensión en el espectador, al menos en aquel que se ajuste al estereotipo.Supongo que a Mankiewicz le hubiera gustado disponer de un cuarto ya hasta un quinto estereotipo que plasmar.Zanuck limitó la cantidad pero en ningún caso la calidad de laaguda crítioca social.
El papel de la sirvienta es el que da el toque de humor a la película,y Thelma Ritter lo interpreta estupendamente, su presencia arranca las mejores sonrisas del film.
Un saludo
@Dickson
ResponderEliminarEs verdad que utiliza con maestría el flash back, y que lo repite en varias de sus cintas. De hecho se le ha acusado de abusar del recurso. En el caso de "Carta a tres esposas". El tiempo real de la película está ocupado por los recuerdos y una parte ínfima en el presente. Mankiewicz decía que le gustaba el flash back porque le permitía llevar adelante varias historias a la vez y traer el pasado al tiempo presente,cosa que en el teatro resulta imposible. Y que en el futuro con los nuevos avances técnicos se podría mejorar hasta llevar todas las historias en tiempo presente.
Muchas gracias por tu opinión.
Un saludo
@Javi
ResponderEliminarBuenas vacaciones, aquí estaremos esperando impacientes tus oportunos comentarios.
Saludos
CARTA A TRES ESPOSAS, creo que es un film redondo
ResponderEliminarbuen guión, buena fotografía, excelentes actores
y secundarios, sí que hay un poco de abuso del
flhas-back, pero está bien integrado.
El grupo de estos tres matrimonios, unidos por un personaje, el cúal no vemos, pero que es protagonista y nexo de unión en la trama. Sin ser
la maravilla que vendría luego cómo es EVA AL DESNUDO, altamente recomendable, es un agrado mirar
esta película, que sin alcanzar el grado de pelicuón
tiene algo cercano, yo diría que hasta intimista.
Un abrazo y buen finde David y Cris.
me encantó la peli, la vi mucho después de Eva al desnudo y temí que me defraudara, pero para nada. espectacular en todos los sentidos.
ResponderEliminarA mí también me gusta mucho Carta a tres esposas, aunque comparto opinión con Mankiewicz en cuanto a Jeffrey Lynn y Jeanne Crain, sobre todo ella, quizá porque tiene más papel.
ResponderEliminarHay varias cosas que me gustaron mucho. Una la posibilidad de redención. Después de destripar encarnecidamente a lo personajes y sus relaciones, esa carta y esa voz en off se convierten en una oportunidad para el cambio, incluso para el descubrimiento de lo no valorado hasta el momento, o valorado insuficientemente.
Otra, que tiene que ver con lo anterior, claro, es el cambio de nuestra percepción sobre los personajes. Addie, la triunfadora, el ideal de los maridos, la envidia de las mujeres, la que puede elegir a su antojo. Pero según avanza la película resulta que no, que las triunfadoras son las esposas, las admiradas por sus maridos, las que tienen justo lo que desean, como ellos. Y Addie...
En fin, un muy buen guión, recursos estupendamente utilizados, una doble narración paralela, entre el pasado y el presente, y entre las tres historias que funciona muy bien. Una gran película.
Y una gran presentación, como siempre. Muy bueno lo de poner los fotogramas de las actrices y actores, ayuda mucho a seguir el relato.
@ Susan Lenox
ResponderEliminarLo que comentas respecto a que Addie es el nexo de unión todos los personajes es muy interesante. Tiene una relación individual con cada mujer pero también grupal con las tres a la vez. Forman un grupo de amigas que se organizan y planean actividades juntas.Lo mismo ocurre con los hombres, conoce a cada uno de ellos por por circunstancias diferentes pero sigue en contacto con todos. Ella es la que impulsa el relato.
Por otro lado me resulta acertado tildarla de intimista, es muy cierto, no he pensado en ello hasta leer tu comentario.
Gracias por tu comentario.
Un saludo
@White Gold
ResponderEliminarEse es el peligro de Carta a tres esposas, compararla con Eva al desnudo, y por eso mismo infravalorarla. Pero como dices tiene mucho que ofrecer.
Gracias por tu comentario,un saludo
@GCPG
ResponderEliminarVaya, yo había pensado que Jeffrey Lynn tenía un papel tan pequeño para que se notara menos lo malo que es...je je
Respecto a la posibilidad de redención, me parece fundamental en el relato. No todo el mundo tiene la oportunidad de "ser avisado a tiempo".
Y la pobre Addie...¿No será que a Mankiewicz se le ha escapado una moraleja? O quizás fuera imposición de la Fox forzando el final feliz.
Un saludo compañero cinéfilo.
Sin ser una película de misterio, logra tenernos enganchados todo el tiempo desde los primeros minutos cuando la ñoña Deborah tiene sospechas sobre los sentimientos de su marido antes de recibir la carta de Addie. Esto me parece un punto importante ya que de las otras dos esposas desconocemos si sospechan o no, incluso vemos que Rita ni siquiera ‘ve’ a su marido. Las sospechas sobre los actos de éste, son de su amiga Deborah.
ResponderEliminarEl caso es que empezamos la película sospechando de Brad, pero según en el orden en que vamos viendo los acontecimientos, pasamos a sospechar del marido de Rita y luego vemos más claro que parece que el que se fuga es el marido de Lora Mae. Es decir, que como ellas, no tenemos claro nada, pero que todos son claramente ‘sospechosos’.
Tres amigas, mejor dicho, cuatro ‘amigas’ con diferente personalidad, eso es lo que más claro nos queda. Pero ¿cuál es la personalidad de Addie? Realmente no llegamos a conocer a este ‘personaje’, nos es desconocido. Sabemos que, a sabiendas y con gusto y rintintín, traiciona a una amiga, y sin saberlo ayuda a las otras dos.
Para no extenderme más diré que las secuencias en la cocina de la madre de Lora Mae son geniales. Ese tembleque por causa del tren y lo ‘asumido’ que lo tienen todos los que lo saben y el terror de Porter. ¡Genial!!
Geniales también Thelma Ritter (¡¡grande, grande!!) y Barbara Lawrence.
Saludos!
@ Manderly
ResponderEliminarEs verdad que la trama nos atrapa de tal manera que pasan a segundo plano escenas como la que comentas del paso del tren cuando están en la cocina. Es sencillamente genial y divertidísima. La cara que pone Sadie no tiene precio. En cuanto a Porter es fantástico porque se crea un momento en el que todos estamos esperando a ver su reacción, el no tiene ni idea de lo que le va a pasar y el espectador anticipa que será una escena divertida, y por supuesto lo es y no defrauda en absoluto.
Tambíen son geniales las partidas de cartas y la relación que tienen Sadie y la madre de Lora Mae, son grandes amigas, no al estilo Addie y las demás. Me parece que Mankiewicz las dota de toda la dignidad que escatima con los demás.
Y que me dices de lo ridiculos que resultan los jefes de Rita, la señora gorda y el marido flacucho, ambos se creen en posesión del auténtico "gusto". Impresionante la crítica del director cuando les hace decir que los seriales de la radio escritos por una tal Myrtel Tippet son muy superiores a la literatura de Keats, Shelley o Marlow.
¿Como es Addie? Voy a señalar algunas de las características que se me ocurren y propongo que vayamos completando la lista entre todos.
-Guapa
-Le gusta quedar bien con sus amigos(no olvidemos el regalo de George).
-Oportuna, ¿o quizás oportunista?.
Un saludo y gracias por tu comentario.
Otro brillante y mordaz guión de Makiewicz puesto al servicio de un reparto excelso. Te felicito por tu comentario. Al final acabarás arrebatándole la titularidad al bueno de David :)
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Pues allá va mi opinión sobre la peli, desde el banquillo ;)
ResponderEliminarCreo que desde el punto de vista formal es la película más redonda de Mankiewicz, la narración es más cinematográfica (y menos teatral) que en el resto de las películas que hemos visto. Los flashback como bien afirma Fernando configuran una narración en tres vertientes con sus correspondientes saltos temporales que van configurando la trama y a la vez describen (y diseccionan) un estereotipo de pareja. La voz en off de Addie nos guía, a la vez que teje esta historia de tres patas, y ejerce (al igual que en Eva al desnudo") funciones de maestra de ceremonias o más bien de "pequeña diosa traviesa" que con sus actos provoca una toma de conciencia, por parte de las tres mujeres, de sus respectivas situaciones personales y de pareja y forzandolas a una reacción (diferente en cada caso) que repercutirá muy positivamente en sus vidas.
A mi juicio "Carta a tres esposas" tiene algo de lo que carece su "hermana mayor" "Eva al desnudo", y es el suspense.
Un suspense que va in crescendo, alimentado por Mankiewicz con su brillante guión y con su pericia narrativa, a lo largo de la trama y que hasta la secuencia final no queda resuelto, me estoy refiriendo obviamente a la gran pregunta ¿Cuál de ellas ha perdido a su marido?.
En "Eva..." ya desde el comienzo de la película y gracias a la narración en un único flashback el posible suspense que podía generar la incertidumbre sobre ¿Conseguirá Eva usurpar el sitio de Margo? no ha a lugar ya que sabemos por la secuencia inicial que Eva es la actriz del momento con lo que el suspense en la trama queda notoriamente atenuado ya que sólo se sustenta por el ¿Cómo usurpará Eva el sitio de Margo?.
En cuanto a la pregunta abierta por Cris sobre como es Addie, yo me aventuro a ponerle una cara (y un cuerpo).
Ya que Addie es perfecta para los hombres y la envidia de las damas, la encarnaré en la Ava Gardner de "Forajidos" una extraordinaria conjunción de belleza, carnalidad y picante.
Un saludo para todos y felicidades por la entrada.
@ Ricardo.
ResponderEliminarGracias por tu opinion, tengo a David temblando del susto. je je je
Un saludo
@ David.
ResponderEliminarExcelente observación la de la comparación del tratamiento del suspense entre Eva al desnudo y carta a tres esposas.
Si Addie es Ava Gardner, las chicas tienen buenas razones para preocuparse por sus maridos!!!
Un saludo
Estoy con David, para mi es un film redondo, cuenta con todos los ingredientes, que la hacen perfécta.
ResponderEliminarUn abrazo y si vais de viaje...pasaroslo bien.
Sí es cierto, Addie podría ser Ava Gardner, parece que le va bastante bien aunque no recuerdo a Ava haciendo de robamaridos (por lo menos no tan amenudo como para identificarla tan claramente). Pero por belleza , elegancia y presencia si que me pega; aunque esto de no verla es lo bueno que tiene, que cada cual se la imagina dentro de sus cánones de belleza y gustos personales. En la película se insinúa como es pero la imagen nos la formamos nosotros.
ResponderEliminarVemos a Addie como 'la mala' pero ¿acaso no tiene Brad parte de culpa en este asunto? Él está casado, ella no, por lo tanto yo entiendo que tiene su parte de culpa (aunque gracias al rintintín de la carta, Addie no es una santa). No sabemos mucho del matrimonio Bishop. Sólo que son de mundos diferentes y que se conocienron durante un conflicto internacional. Quizás lo único que tuvieran en común era el uniforme....
Ahí dejo este punto de vista a ver qué os parece.
@ Manderley
ResponderEliminarEl matrimonio Bishop está muy desquilibrado. Ella está llena de complejos que la hacen ser desconfiada, susceptible y celosa. No se cree lo que le dice su marido: ni porque no puede volver esa noche a casa, ni que el vestido lo eligió porque le sentaría bien a ella...Deborah busca explicaciones ocultas en las palabras de su marido. Saca conclusiones erróneas que le hacen mucho daño. Él por su parte no parece darle importancia al asunto y tolera las salidas de tono de su esposa sin darles mayor trascendencia. Mankiewicz juega con el espectador, presentandonos a Brat como una anterior relación de Addie, que podía haber ido a más de no haber vuelto él acompañado por una esposa. Es el candidato perfecto para la fuga. Al espectador se le olvida que la ausencia de Brat tras el crucero estaba programada, que ya nos habían informado de ello, y al que no se le olvida, asume las dudas de Deborah mimemizándose con su extrño comportamiento. En su mundo lleno de complejos, ella se pregunta si será la víctima el engaño de su marido, pero no le concede el benficio de la duda cuando al volver a casa él no está. No olvidemos que ya estaba anunciada esa ausencia. Necesita de toda la trama para creer que su marido la ha elegido a ellla y no a otra.
Un saludo
Estoy en la tarea de revisitar la filmografía de Mankiewicz, en cierta forma gracias a vosotros y de un estupendo libro sobre el director, que estoy leyendo.
ResponderEliminar"Carta a tres esposas" ó cuatro que era la idea original del director y cuyo personaje principal iba a interpretar Anne Baxter, parece ser que tenía un metraje excesivo y Zanuck, elmagnate de la Fox se opuso frontalmente.
La última vez que ví esta peli fue hace varios años, pero no hay duda ninguna de que es un precedente absolutamente digno de la maravillosa "Eva al desnudo".
Aunque el guión está firmado por Mankiewicz, hay que tener en cuenta que éste se basó en una adaptación que hizo Vera Caspary (autora de Laura) del relato de John Klempner.
Naturalmente esta entrada es otra magnífica pieza del ciclo dedicado a este maestro del cine.
Un abrazote.
Creo que es un film que confirma a Mankiewicz, como cineasta de la mujer (que me perdone Cukor).
ResponderEliminarAdemás la tendencia al "chisme" de salón no puede evitarla:
- relaciones maritales, los detalles de la vida cotiditana en una ciudad de provincias, sucesos comentados por personas ajenas...
La teoría del punto de vista como fórmula narrativa (o multiplicidad de los puntos de vista), tiene aquí su mejor aplicación.
Un saludo.
La ví hace mucho y me encantó. Ahora que me la has recordado, me han entrado ganas de volver a disfrutar de ella.
ResponderEliminarPor cierto, hicieron un remake para televisión ¡¡HO-RRO-RO-SO!!!
Un saludo.
@ Anro,
ResponderEliminarEl pobre Mankiewicz llevaba fatal que mutilasen su trabajo. Por lo visto se pasó mucho tiempo trabajando en el guión de "Carta a cuatro esposas", y claro le salió larguísimo. Por eso Zanuck lo "simplificó". Es una constante en las pocas entrevistas que fue concediendo Mankiewicz a lo largo de su carrera, el referirse amargamente a los recortes, a las limitaciones y demás abusos que sufrió. Lo que peor llevaba, es que los motivos de tales despropósitos eran completamente ajenos al arte y a la calidad de la obra. Esos motivos eran sobre todo económicos y dependientes del criterio personal del productor. No olvidemos que Cleopatra casi le cuesta la vida.
Gracias por tu comentario.
Un saludo
@ The Black Swan
ResponderEliminarCuckor era llamado director de actrices, conseguía retratarlas y obtener de unas interpretaciones de gran calidad. Pero me parece que las trataba en general con cariño y las dejaba en buen lugar.
Mankiewicz se interesaba por las mujeres. Por su comportamiento y por su entidad. Pero debía ser misógeno, los retratos que de ellas nos dejó las ponen en mal lugar. Ponía en evidencia sus peores defectos y sus instintos más bajos.La crítica que caracteriza toda la filmografía de Mankiewicz se centra sobre todo en las mujeres y no las mima precisamente.
Gracias por comentar.
Un saludo
@La guionista reflexiva
ResponderEliminarGracias por comentar, espero que encuentres un rato para verla y contarnos tu opinión.
Un saludo
Hola a todos, lamento no poder estar a la altura que este blog se merece, y por qué no yo mismo me merezco regalándome estas películas y nuestros comentarios.
ResponderEliminarDe carta a tres esposas deciros que me parece buenísima, como no.
Pero más profundamente, el ingrediente principal es muy rebuscado y un poco surrealista pero necesario para poder divertirnos, que una mujer escriba una carta abierta a las mujeres de su círculo social para decir que se pira con uno de los hombres… seguro que la realidad supera a la ficción, pero en este caso me parece difícil.
Por lo demás el perro…. Del director juega con el espectador, nos va presentando por un lado y muy poco a apoco a una mujer (siempre ausente), dándonos a entender que además de bellísima es muy sensible y culta (acertando con los regalos) triunfadoras seductora, guapa, y un sinfín mas de calificativos todos a cual más positivo,
Por otro lado nos presenta a los tres maridos, evidentemente hay uno que todos descartamos, imposible que sea este el que se lleva el gato al agua, de los otros dos los dos son candidatos idóneos…
Lo que más me ha encantado es la bofetada del final, elegantísimo y con muy buen sabor de boca, pone a todo el mundo en su sitio, y hace que las parejas se resurjan, libera del peso del dinero, a la tercera pareja y enseña el verdadero yo de la bella y de la bestia, y me hace caer rendido ante el amor que se procesan los que menos te lo esperas, al mas puro estilo del cine negro americano.
Los diálogos me han gustado muchísimo, inteligentes,
Y la fotografía o escena, por supuesto la cabina de teléfono, solitaria y la tensión de no poder llamar, no solo por el tiempo del barco que zarpa sino porque aunque llamen a casa saben que no hay nadie a quien preguntar….
@Rafael
ResponderEliminarCasi había olvidado esa escena de la cabina de teléfonos, me impresionó. Las tres mujeres la miran fijamente sin poder acceder a ella y de poder hacerlo, como bien dices, saben que nadie contestará a la llamada. Es un ejemplo magnífico de impotencia y de resignación.
Es verdad que es algo "feo" el señor, desde luego no es tu tipo! je je je
Gracias por comentar
Un saludo
@ Susan Lennox,
ResponderEliminarCuando ví la última escena, por un momento dudé de que alguno de ellos de verdad se hubiese fugado con Addie. Me dió que pensar la cara de amabilidad(por primera vez en toda la película)SPOILER que pone Porter para comunicarle a Deborah quien es el marido que se fuga con Addie. Y tambien la respuesta de rita al decir : "no hacía falta hacerlo, se hubiese enterado mañanan por la mañana". Me dió por suponer que era una maniobra de Porter para aclarar su conflicto matrimonial. Por supuesto no es el final que nos cuenta Mankiewicz pero podría haber sido y también queda la duda razonable.
Un saludo
David y Cristina, que estoy espesa, donde hay que enviar o dejar, las 5 pelis, para el ciclo de Orson Welles.
ResponderEliminarPetons.