Imaginaos un mundo
en el que no naciesen más niños.
¿Cómo afrontaría la
raza humana el abismo de la extinción?
Estas son la
premisa y la pregunta sobre las que descansa la excepcional película de Alfonso Cuarón “Hijos de los Hombres”, una de las películas más
relevantes de la pasada década encuadrada dentro del maltratado género de la ciencia ficción.
El director
mexicano se sirve de una realización extraordinaria para sumergirnos en una
trama ambientada en un presente distópico, escalofriantemente real, por la
disputa y salvaguarda del último rayo de esperanza para la raza humana. Cuarón no se conforma con deslumbrar al
público con una historia intensa de sobresaliente factura técnica, va más allá,
y plantea a sus espectadores una serie de cuestiones de índole humanística,
moral y social sobre las que reflexionar.
No podéis dejarla
pasar, es uno de esos contados regalos que nos hace el cine actual.
FICHA TÉCNICA: HIJOS DE LOS HOMBRES.
“Children of Men”
AÑO: 2006. DURACIÓN: 104 min. PAÍS: Reino Unido,
Canadá, Estados Unidos.
DIRECTOR: Alfonso Cuarón.
GUIÓN: Alfonso Cuarón, Timothy Sexton, David
Arata, Mark Fergus, Hawk Ostby.
MÚSICA: John Tavener. FOTOGRAFÍA: Emmanuel
Lubezki.
REPARTO: Clive
Owen, Julianne Moore, Michael Caine, Clare-Hope Asithey, Chiwetel Ejiofor,
Charlie Hunnam, Pam Ferris, Danny Huston, Peter Mullan, Oana Pellea.
PRODUCTORA: Strike
Entertainment. Productor: Iain Smith, Tony Smith, Marc Abraham, Eric Newman, Hilary Shor. GÉNERO: Ciencia Ficción. Distopía.
SINOPSIS: La historia está ambientada en 2027
donde el mundo es presa del caos, la violencia y la desesperación. Los hombres han perdido la capacidad de
reproducirse, hace 18 años que nació el último niño y la humanidad ya no cree
en el futuro.
El autoritario gobierno de Gran Bretaña mantiene
un tambaleante orden social en el país gracias a un inhumano control de la
inmigración. En Londres aparece, de la mano de un grupo clandestino de
activistas antigubernamentales, denominado los “Peces”, una joven fugitiva (así se conoce a los inmigrantes)
embarazada a término llamada Kee. Julian, la líder del grupo, se pone en
contacto con su ex marido Theo Faron, un hombre emocionalmente quebrado, para
que consiga los permisos de transito necesarios para ir hasta la costa norte a
dejar a la embarazada en manos de una misteriosa organización llamada “Proyecto Humano”.
La película “Hijos
de los Hombres” esta basada en la novela homónima (publicada en 1992) de la
escritora británica P. D. James; su temática ambientada dentro del género de la ficción
distópica versa sobre la hecatombe social global desencadenada por la
inminente extinción de la raza humana. El título viene de la traducción del Salmo
90, versículo 3 del Antiguo
Testamento que viene a decir algo parecido a: “Conduces al hombre a la destrucción y dices: «Volved, hijos de los
hombres»”.
La adaptación de la novela corrió a cargo de un
nutrido grupo de guionistas encabezados por el director de la película Alfonso Cuarón.
La premisa fundamental de la que parte el grupo
de escritores es la de construir un relato ambientado en un futuro cercano con
notables conexiones con el mundo real actual. El objetivo fundamental de esta
huida consciente de la iconografía futurista es el de generar en el espectador una sensación de
cercanía e inminencia, lo suficientemente inquietante como para
incitarle a reflexionar sobre las cuestiones de fondo que
alimentan la historia.
“Películas como “Last Child” o “Zero Populaton Ground”
no me han servido como fuentes de inspiración porque son verdaderos films de
ciencia ficción, y a mi la ciencia ficción no me interesaba. Es la razón por la
que no quería detenerme mucho en la explicación de porque las mujeres se habían
vuelto estériles. Porque si no ese tema se volvería el tema central y no
encontraba que fuera interesante. Para mi era necesario hablar de otra
búsqueda.”
La inexplicada infertilidad de las mujeres nos
es presentada como la recta final del largo proceso de destrucción del mundo
tal y como lo conocemos, el principio del fin de la beligerante y voraz raza
humana. ¿Acaso el reloj biológico de la humanidad ha dicho basta ante el
evidente fracaso de su propia evolución?
Tras 18 años sin nacimientos la idea de extinción
ha calado por completo entre los hombres, que se autoinmolan de forma brutal en
una última convulsión de violencia; revueltas, terrorismo, guerras y desorden
social.
Inglaterra, el lugar en el que se desarrolla la
historia, gracias a las políticas de un gobierno represor mantiene un cierto
grado de normalidad en la vida cotidiana de sus ciudadanos y esto la convierte
en una proyección distópica muy creíble de la sociedad actual.
La amarga lucidez de saberse la última
generación de hombres sobre el planeta sólo ha extremado las problemáticas
enquistadas de la sociedad occidental contemporánea: Las políticas de control
de la inmigración, las desigualdades sociales, los conflictos políticos y la
alienación del individuo; estas son las temáticas sociales y morales que el
guion de “Hijos de los Hombres”
aborda de forma crítica.
Pero además de invitarnos a una reflexión de
naturaleza crítica, el sólido guion de “Hijos
de los Hombres” nos va a relatar una historia eminentemente humana a través
su protagonista Theo Faron (Clive Owen).
Theo es un hombre amargado que observa
indiferente como el mundo se destruye, porque su mundo personal terminó hace
mucho tiempo con la muerte de su único
hijo a causa de una epidemia de gripe. Reclutado por su exmujer Julian (Julianne Moore) conocerá a Kee la
fugitiva custodiada por el grupo revolucionario los “Peces”.
La alianza formada por ambos constituirá una segunda oportunidad vital para Theo que sufrirá una transformación progresiva a partir del descubrimiento del embarazo de Kee (Clare-Hope Ashitey) para acabar restaurando su esperanza en el ser humano.
La alianza formada por ambos constituirá una segunda oportunidad vital para Theo que sufrirá una transformación progresiva a partir del descubrimiento del embarazo de Kee (Clare-Hope Ashitey) para acabar restaurando su esperanza en el ser humano.
La historia de Theo es una historia de redención
a través del sacrificio y la entrega personal a algo tan humano y tangible como
son la protección de un recién nacido y su madre. Este humanismo es el que
otorga al protagonista una altura moral infinitamente superior a la de sus
perseguidores que pretenden utilizar a la niña como flamante bandera de una
revolución que busca un cambio político y social.
Desde el punto de vista formal “Hijos de los Hombres” es uno de los
ejercicios cinematográficos más brillantes del cine contemporáneo. La realización
de Alfonso Cuarón y la fotografía de
Emmanuel Lubezki unen fuerzas para deslumbrarnos con su
poderío visual y su plasticidad crepuscular.
Si en la escritura Cuarón abogaba por el verismo argumental, para la preparación del
rodaje se inspiró igualmente en la cara más dura de la realidad actual.
“Todavía recuerdo cuando
empezamos a trabajar con los creativos, ellos estaban muy contentos de que la
historia se ambientase en 2027. Habían dibujado autos y edificios futuristas
pero yo no tenía la menor intención de hacer una película de ese tipo. Les
mostré dossiers de Bosnia, Palestina, Irak, Irlanda del Norte…y les dije que
quería una película que se pareciese lo más posible a eso…. Para mí era muy
importante que el espectador tuviera una sensación de realismo. Por ejemplo, la
escena donde la madre llora sobre su hijo muerto hace clara referencia a una
foto tomada en Sarajevo. También hay imágenes tomadas de Guantánamo, por ejemplo”.
Rodada en Londres y sus alrededores, la puesta
en escena destaca por su estilo directo y realista. El director utiliza
como recurso estilístico principal el plano secuencia, rodado con la cámara al
hombro y con objetivos de gran angular, para ejecutar largas tomas en formato
panorámico. Gracias a su dinamismo y amplitud focal, este plano capta con gran
eficacia a los personajes interaccionando entre sí perfectamente integrados en el medio, a
la vez que posibilita una sensación de movilidad y realismo similares a las de
los documentales y a los reportajes de guerra rodados en primera línea.
“La idea de utilizar
largos planos secuencia me vino porque estoy muy intrigado por la manipulación
del tiempo. Cuando usted corta seguido está manipulado el tiempo. Si no lo
hace, obtiene lapsos de tiempo más realistas. Con planos largos, uno permite al
espectador vivir los hechos al ritmo de los personajes, en el mismo lapso de
tiempo. Y pienso que esto vuelve la película más intensa. Uno logra sentirse
más implicado con los personajes.”
Con esta forma de narrar las secuencias de
acción adquieren una dimensión cinematográfica espectacular, que podemos
apreciar en toda su extensión en el magistral plano secuencia de casi diez
minutos que abarca toda la batalla del campo de refugiados.
Un ejercicio cinematográfico a la altura del
mejor Kubrick; hiperrealista,
pletórico de intensidad y movimiento. Con la cámara siguiendo de cerca, sin
cortar nunca, al trío protagonista (Theo, Kee y la bebé) y con continuas
entradas y salidas de un sinnúmero de personajes en el plano.
La fotografía de Emmanuel Lubezki destaca por una perfecta recreación de la luz
natural y un escrupuloso respeto por las fuentes de luz (artificial y natural)
presentes en cada escenario, que a menudo son utilizadas para iluminar la escena sin
recurrir a las habituales fuentes externas.
La luz apagada característica de los cielos
ingleses y algunos (contados) rayos de sol para los exteriores, sumados a la luz
natural que entra por claraboyas y ventanas más la que proyectan fluorescentes y
otras fuentes de luz eléctrica para los interiores, hacen posible una sutil
gama de distintas temperaturas de color para captar el frío y desapacible
aspecto de la distópica Gran Bretaña del año 2027.
Lubezki con este ejercicio de
estilizado realismo visual se confirma como uno de los mejores operadores del
cine actual, capaz de alcanzar las más altas cotas de virtuosismo fotográfico
en ejercicios tan dispares como las minimalistas “Hijos de los Hombres” y “El
Nuevo Mundo” (2005) o la barroca “Sleepy
Hollow” (1999).
Otro aspecto destacable de la película que hoy
nos ocupa es su banda sonora, la música en “Hijos
de los Hombres” es muy significativa ya que su realizador se sirve de ella
para complementar determinadas atmósferas y para presentar a algunos de sus
personajes.
La banda sonora se nutre de una serie de temas
orquestales compuestos y dirigidos por John Tavener además de piezas sinfónicas y religiosas de compositores clásicos
como Mahler o Handel. Su naturaleza intimista y melancólica aderezada con matices
apocalípticos complementa a la perfección el espíritu y las temáticas abarcadas
en la película.
Una serie de temas de éxito de los 60´s y 70´s
encuadrados dentro del pop-rock
sirven para dar información indirecta sobre algunos personajes de forma sutil.
Ahí suenan, entre otras, canciones de algunos de
mis grupos favoritos de la época como son: “Hush”
de Deep Purple para el entrañable
Jasper (Michael Caine), “Ruby Tuesday” de los Stones versioneada por el gran Franco Battiato para su esposa y la
carismática “The Court of the Crimson King” para el aristócratico adalid
de la cultura interpretado por Danny
Huston.
Sirva el tramo final de esta reseña para elogiar
el trabajo interpretativo del reparto empezando por su absoluto protagonista Clive Owen.
El actor británico consigue una magnífica
interpretación de ese personaje tan humano que es Theo Faron; sólido, creíble y
ajeno al histrionismo, Owen ejecuta
de forma sobresaliente la resurrección de la esperanza y el espíritu de lucha
que se obra en su personaje.
Al viaje físico de Theo, en su fuga junto a Kee,
se suma su propio viaje emocional hacia el reencuentro con sus valores
personales sepultados por el dolor; su cinismo y su pasotismo alcohólico
desaparecerán para dar paso a un creciente proceso de involucración personal en
la protección de la madre y el recién nacido. Con la recuperación de su fe y el
sacrificio Theo alcanzará la redención, como padre y como hombre.
Si hay algún actor dentro de la cinematografía
mundial capaz de mantener a flote una película, por muy nociva que sea, el
tiempo que dura su aparición en pantalla ese es Michael Caine.
Si además le entregas un personaje tan goloso
como el del viejo hippy Jasper para que le insufle vida, los réditos artísticos
que cosecharás se me antojan enormes.
Caine, con perilla y melenón
canoso, da vida a Jasper un antiguo caricaturista de éxito que vive retirado
del mundo con su mujer, una antigua reportera en estado vegetativo, en medio
del bosque dedicándose al cultivo de marihuana. Jasper y su mundo entran con
naturalidad en la trama al estar unido a Theo por una amistad, de tintes
paterno-filiales, que arranca desde los buenos tiempos.
Michael
Caine
perfila con su impagable talento a un personaje colorista y entrañable; ora
estrambótico y con capacidad para reírse de todo como buen dibujante cómico,
ora protector y delicado como buen esposo amante y por supuesto profundo y
místico a la deslavazada manera hippy. Un lujo, sin duda, poder contar con los servicios de Sir Maurice Joseph Micklewhite.
Y unas líneas, tan breves como su corto papel en
“Hijos de los Hombres”, para mentar
la funcional y vehemente interpretación de esa gran actriz que es Julianne Moore.
La musa pelirroja pisa fuerte en su
caracterización de Julian, líder del grupo rebelde y ex esposa de Theo. Un
personaje que sorprendentemente (por la talla de la intérprete) desaparece
pronto de la película y que sirve de vector para posibilitar el encuentro de
Theo con Kee.
El resto de los actores y actrices que
interpretan personajes de peso en la historia, Clare-Hope Ashitey y Chiwetel Ejiofor fundamentalmente, cumplen con la misma solvencia que la actriz
norteamericana.
La película fue candidata a los premios Oscar del 2006 en las
categorías de mejor guion adaptado, fotografía y montaje. En los BAFTA Lubezki se alzó con el premio a la mejor fotografía y Jeffrey Kurkland al diseño de
producción. Finalmente “Hijos de los Hombres”
competió en Venecia por el León de Oro que fue a
parar a las vitrinas de Jia Zhang-Ke.
Como podéis apreciar por todo lo escrito “Hijos de los Hombres” es para mí una
película excepcional, tan intensa y emocionante como crítica y sobresaliente desde
el punto de vista artístico.
Ya os lo dije antes, no debéis dejarla pasar.
NOTA: Los entrecomillados son extractos de una
entrevista concedida por Alfonso Cuarón
a Chris Craps en 2006.
David te has superado en esta entrada presentando "Los hijos de los hombres".La película es tan intensa y emocionante como expresas y los que no la conozcan no deberían perdérsela.
ResponderEliminarSi la intención del director es conseguir un realismo que aproxime al espectador a la historia para vivirla como posible cercana e inquietántemente peligrosa, desde luego lo consigue. Ese Londres actual pasado por el tamiz de la deshumanización y la exacerbación de los problemas actuales, no son situaciones desconocidas posibles o no. Ni mucho menos, el cambio no es cualitativo sino cuantitativo. La inmigración desaforada, los mundos crueles que conlleva la pobreza y el desamparo no son nuevos a dia de hoy, simplemente nos los cuenta más exacerbados. Y por encima de todo planeando como un buitre amenaza el saber exacto del camino emprendido por la humanidad hacia su autodestrucción, un camino sin continuidad abocado indefectiblemente a la extinción y desaparición de la raza humana.
El ánimo del protagonista corre paralelo al sentimiento común de la sociedad que ha perdido toda esperanza.
Cuarón como buen mexicano entiende sobradamente el fenómeno de la emigración y de como los ilegales pasan a ser personas de segunda en el país en el que se asientan.
EliminarComo bien dices sólo tiene que extremar cuantitativamente ese fenómeno y ahí tenemos lo que nos muestra en la película.
Oleadas apenas contenidas de emigrantes que se cuelan en Gran Bretaña (tampoco entra en detalles para describir como llegan) para huir de las guerras y revueltas que asolan sus países de origen.
Y por contra como el Gobierno Británico, conservador y autoritario, ha convertido el país en un estado policial para controlar la emigración con sus problemas derivados(terrorismo,subversión,bandidaje...); todo por mantener los "privilegios" de los auténticos ciudadanos británicos.
El embarazo de la joven inmigrante es el rayo que ilumina a la humanidad, que genera el principio de la redención en nuestro protagonista. Una de las escenas más intensas de la película, es aquella en que los tiros y los enfrentamientos cesan ante el milagro de la vida: una madre con su bebé en brazos. Un largo pasillo se abre para dejarlos pasar, los hombres que se matan entre ellos se arrodillan ante el milagro de la vida.
ResponderEliminarY la pareja protagonista va hacia un camino desconocido, hacia la entelequia e un mundo mejor donde vuelve a existir un proyecto de vida para el hombre. Es la utopía entre de esta distopía. Nadie sabe si de verdad existe ese "proyecto hombre", pero esperan que ....osea que renace la esperanza.
Ese es sin duda uno de los momentos más potentes de la película y he tratado de recogerlo en los fotogramas 9 y 10 de la entrada. El llanto de la bebe detiene el tiroteo/bobardeo los hombres que se están matando entre sí (soldados, peces y emigrantes) asisten con incredulidad al "milagro".
EliminarEstá fantásticamente coreografiado, como bajan las escaleras del edificio en ruinas, abarrotadas de gente que levanta las manos para tocar a la niña. Y como cuando llegan a la calle se abre un pasillo entre los soldados (completamente alucinados) armados hasta los dientes... y todo en un absoluto silencio sólo roto por el llanto de la recién nacida.
Es una escena con un fuerte componente místico-humanístico donde el trío formado por Theo, Kee y la niña alude a la Sagrada Familia. Una inspiración religiosa que Cuarón (no se si en la novela será igual) subvierte de forma muy inspirada Theo-San José, Kee-Virgen María y Niña Milagro-Niño Jesús:
-Un hombre roto, semi-alcoholizado y que ya no cree en nada.
-Una mujer negra, que se ha quedado embarazada de un desconocido y que encima pertenece a la chusma social.
-Una niña (la hija de los hombres) en oposición al Cristo hijo de Dios.
Das en el clavo con la interpretación subyacente de ese final tan abierto que tiene la película... El misterioso "proyecto humano" es como el último barco para la humanidad, los únicos que parece que aún siguen trabajando por evitar la extinción.
Con la asociación del "proyecto humano" y la madre fértil con su bebe renace la esperanza para los hombres. Pero creo que la única en la peli que lo tiene claro es el personaje de Julianne Moore, aunque Cuarón hace cómplices a los espectadores de esta nueva oportunidad para los hombres.
Vaya no había pensado en la comparación que ofreces con la sagrada familia! muy acertada y muy mística. Otro de los momentos especiales por su ternura y porque arranca al espectador una sonrisa de esperanza es la aquella en la vieja que les guía y otra anciana que las acoge juegan en la cama con el bebé. De pronto todo se humaniza y nos obliga a recordar que esas ancianas un día tuvieron hijos y los sentimientos que en ellas generaron todavía perduran a pesar del olvido que suponen 18 años sin oír el llanto de un bébé
EliminarEsta es una película que si te vas fijando en los pequeños detalles obtienes un montón de segundas lecturas, guiños y mensajes subliminales con los que el director quiere aportar sus opiniones personales.
EliminarPondré un ejemplo ya que hablamos de la parte final que se desarrolla en esa ciudad abandonada donde los ingleses encierran a los refugiados, Cuarón quiere dejar claro que las políticas severas de control de la emigración no sonmás que la expresión de un pensamiento de base racista y chovisnista.
Para transmitir ese pensamiento al espectador utiliza continuamente la metáfora nazi, pondré varios ejemplos:
- Cuando nuestros protas entran en el campo abordo de unautobús que transporta a los presos suena la canción "Arbeit Macht Frei" de los Libertines, esta frase era el lema que estaba grabado en las puertas de Auswicht, Dachau y otros tristes y célebres campos de concentración, viene a decir algo así como que "El trabajo os hará libres".
-Esto ya es una opinión personal pero no os trae a la mente esta ciudad ruinosa al ghetto de Varsovia y la intervención del ejercito británico no os recuerda ese terrible episodio de la 2ª guerra en el que este guetto fue arrasado.
Si hasta los cascos de los soldados recuerdan a los cascos de acero alemanes.
-La configuración étnica de los habitantes de esta ciudad no recuerda un poco a las razas de lo que los nazis definían como "untermensch" (subhumanos) gitanos, eslavos y judíos, que formaban el grueso de la población de los campos.
Es cierto que también aparecen en el campo otras etnias reconocibles como árabes y latinos (concretamente italianos), que aunque no aluden directamente al genocidio nazi si que son pueblos que habitualmente reciben un trato racista por parte de los anglosajones.
Y como Cuarón también gusta de subvertir cuestiones e instituciones muy respetables (antés hablé de la Sagrada Familia) para denunciar la hipocresía de los hombres y los pueblos no debemos perdernos ese gran detalle que podeis apreciar en el fotograma que encabeza la entrada. Si lo ampliáis podreis apreciar que Theo viste una camiseta de "Londres 2012"; la cita olímpica en la que los pueblos y naciones resuelven de forma pacífica y deportiva sus rivalidades.
Eliminar¡Qué excelente ironía la de Cuarón! Gran Bretaña lo mismo ejerce como anfitriona para los distintos pueblos y naciones en los juegos en 2012 que en los campos de concentración en 2027.
Aunque el talante y las formas varían considerablemente.
Y como no comentar en un punto y aparte la "aparición del gran maestro", disfrazado de melenudo hippy fumando maría bailando entre la cordura y la resignación.
ResponderEliminarEs un genio... como no te lo he contado nunca, te diré que Michael es uno de mis actores favoritos (y además se da un aire a tu padre).
EliminarMis películas favoritas del cockney que llegó a sir citaré:
Alfie
Asesino Implacable
Un trabajo en Italia
La huella (Mankiewicz)
El hombre que pudo reinar
Ha llegado el águila
Trampa mortal
Hannah y sus hermanas
El cuarto protocolo
las normas de la casa de la sidra
Shiner
Hijos de los hombres
Ya ves me salen unas cuantas
La calle de la media luna
EliminarEducando a Rita
Ladrona por amor
El americano impasible
y un largo etc
La vi en su momento y no me gustó nada. No sé...
ResponderEliminarSaludos.
Sin ánimo de reprocharte nada, creo que podrías darle una segunda oportunidad a esta película.
EliminarSinceramente Manderly, yo creo que es muy buena, es una película muy rica que aporta cosas nuevas cuantos más visionados le dedicas (ya lo comenta Daniel más abajo). Si te animas a darle esta segunda oportunidad no dejes de comentar tus reflexiones en esta zona de comentarios.
Saludos
Recuerdo que me costó meterme en situación porque pienso que el problema actual es el contrario, la superpoblación. Y la gente llorando consternada porque había muerto un tipo cuya único merito era el de ser el más joven me parecía alucinante. Pero luego me fui metiendo más en la historia y la ambientación me pareció brillante.
ResponderEliminarClive Owen es muy buen actor y no decepciona. Michael Caine también excelente, alejado de los papeles en los que le había visto antes.
Firmado: Malthus
Entiendo que te costase entrar en calor con el planteamiento inicial de la película. Ayer lo comentaba con Cristina que ante toda esa gente llorosa y consternada (tan ridícula si lo miras con óptica real) por la muerte del pollo más joven de la tierra, en la ficción que nos plantea la peli; la actitud de Theo, que utiliza la situación para escaquearse del curro, nos parece la única normal y razonable.
EliminarPero el caso es que no es así... porque Theo reacciona de esa manera porque pasa de todo. Aguanta en ese mundo por cobardía o porque le queda un amigo, no sé; el caso es que todas las mañanas se para a contemplar el anuncio televisivo de "Quietus" las pastillas que el gobierno suministra gratuitamente a los ciudadanos que se quieren suicidar.
Luego Cuarón te va metiendo en la historia y en el contexto a "guantazos", después de la noticia de la muerte del joven a la que aludidos antes, te suelta una explosión tremenda. más tarde secuestran a The, luego les atacan y matan a Julian...y así tremendos giros en la trama que nos van desconcertando ya que la información suplementaria que nos va dando el realizador es muy sutil o nos la ofrece a posteriori de los vigorosos giros narrativos.
EliminarCoincido contigo en que Owen es un buen actor, me suele gustar su forma de interpretar, aunque a veces elige películas muy malas. Quizás el tiempo le de la razón, tal y como ha hecho con Michael Caine, que nunca ha rechazado un papel si la oferta económica es buena, pero para eso aún le queda mucho camino que andar al bueno de Clive Owen.
Un saludo
Perdón, mérito no merito.
ResponderEliminarMe ha hecho mucha gracia tu firma... con ese fino sentido del humor no se te habrán escapado las metáforas y las ironías que abundan en la película.
EliminarMe parece una auténtica maravilla. Una de las mejores películas de los últimos años.
ResponderEliminarCon esa atmósfera tan especial y agobiante.
Un trabajo magistral para una película que no fue entendida como lo que es, una historia futurista pero tan real que da miedo.
Fantástica entrada para otra fantástica película.
Un abrazo.
Gran parte del mérito en la consecución de atmósferas lo tiene el fotógrafo Emmanuel Lubezki, uno de mis favoritos dentro del cine contemporáneo.
EliminarEn su curriculum encuentras películas de la talla de "El árbol de la vida", "Sleepy Hollow" o "El Nuevo Mundo"; todas ellas con una portentosa fuerza visual.
En "Hijos de los hombres" el color y la luz están en perfecta sintonía con la esencia de la historia; las luces crepusculares y los colores fríos acaparan la mayor parte del metraje esta norma sólo se rompe esporádicamente por algunos planos en los que aparecen rayos de sol, siempre acompañando a Kee y a la niña, que simbolizan "la esperanza de la humanidad". Y también algunas luces artificiales cálidas, dentro de la casa de Jasper, que simbolizan el calor de "la amistad".
Excelente análisis habéis realizado de esta pieza de arte.
ResponderEliminarRecuerdo que la primera vez que la vi, muchas cosas no me convencieron y no terminó gustándome por completo, luego la volví a ver cuando la pasaron por televisión y quedé mucho más a gusto, y así de apoco mi amor hacia este film ha ido creciendo de apoco. Es fascinante la manera en la que Cuaron afronta esta especie de Apocalipsis, con un tratamiento pausado pero intento y emocional. Tecnicamente brillante; una joya que pasará a la posteridad.
Un abrazo.
Entiendo perfectamente lo que cuentas, me parece normal, "Hijos de los Hombres" no es una película fácil a pesar de su estupenda factura visual.
EliminarDe hecho creo que los espectadores que en su momento buscasen un mero producto de acción y entretenimiento debieron de acabar bastante insatisfechos pese a la indudable intensidad y a la excelente resolución de las escenas de acción existentes en la película.
Los motivos, yo los tengo claros. Fundamentalmente porque es una película de poso amargo (como buena distopía), tan realista y crítica que exige una especie de examen de conciencia al espectador que acaba por pensar "¡Joder, qué mal está todo... y lo peor aún está por llegar!".
Y este tipo de digestiones cinematográficas suelen ser poco gratas, más aún si no te lo esperas porque vas a ver una peli de ciencia ficción con muchas explosiones y tiros.
Pero claro, si ya vas sobre aviso la cosa cambia, y si ya la has visto una vez es aún mejor porque como ya sabes de que va encajas mejor el mensaje crítico, el tono pesimista, los giros bruscos argumentales... y empiezas a tomarle el pulso y a captar toda una gama de detalles, guiños y mensajes secundarios muy abundantes en la película.
Pues eso, una joya que pasará a la posteridad.
Muy interesante y muy clarificadoras las opniones del director. Creo que en esta película se muestra el desconcierto de forma verista. De ahí que se descarte el uso de las formas estilizadas propias del fantastico. Uno de sus aciertos es el desconcierto que se instala en el espectador, ya que junto al ambiente desolador, lo que sucede inesperadamente con Julianne Moore coloca al relato en un punto sin brújula en el que cualquier cosa puede suceder. Esa aproximación al caos funciona.
ResponderEliminarTal vez diría que no es un film bonito sobre todo por su estética decididamente cótica, pero no se le puede negar fuerza en la narración, que en ocasiones parece propia de un documental.Saludos.
Pues sí esa salida tan brusca de Julian Moore tiene un efecto absolutamente desconcertante sobre el espectador... que como somos como somos (románticos impenitentes), ya casi nos estamos regodeando con la previsible reconciliación de los esposos con la secuencia de la pelotita de ping pong.
EliminarY ya está, Cuarón nos deja muy claro que de "happy end" nada de nada, que lo que está contando es la vida real en un mundo muuuuy jodido, en el que puede pasar cualquier desgracia.
Luego caerá Jasper (Michael Caine) y finalmente el propio Theo... Creo que el fondo hay una especie de idea sacrificial de fondo, con indudables ecos religiosos, presente también el propio títulos de la película; que implica que para renacimiento de la nueva esperanza (simbolizado en la madre y el bebe) hace falta el sacrificio de lo mejor del viejo mundo que se apaga (simbolizado en Julian, Jasper y Theo).
Serán atavismos...los antepasados aztecas de Cuarón que le piden su ración de sangre :P.
Saludos.
A partir de una libre (pero muy libre) adaptación de la novela de P.D. James, el mexicano Quaron nos presenta un futuro inmediato en el que nos resulte fácil reconocer las consecuencias del oscuro presente que vivimos. Terrorismos de diferente índole, persecuciones sectarias, políticas excluyentes, criminalización de los inmigrantes, polución y plagas subsecuentes a las guerras, son algunos de los elementos integrantes de este pesimista discurso. Por cierto, un aparte: si nos atenemos a las fechas que suministra la película, las mujeres en este castigado planeta deberían llevar ya cuatro años sin poder concebir.
ResponderEliminarEl desarrollo de la trama se embarulla progresivamente con giros chocantes y personajes que en pantalla quedan poco definidos, lo que en opinión de quien esto escribe dificulta en cierto modo un pleno acercamiento del espectador. No obstante, la enorme fuerza de las imágenes (excelente fotografía) consigue momentos de noqueante impacto.
Un saludo.
Parece ser que has leído el libro de la James, no es mi caso; estaría bien que nos ampliases un poco sobre las diferencias (y licencias) existentes entre el original y la transposición cinematográfica.
EliminarUn saludo.
¡Oh, vamos, David! Confórmate con que la novela (de carácter alegórico, como la mayoría de libros que "adelantan" futuros distópicos) digamos que efectúa un diagnóstico, con envoltorio de thriller futurista (ahora, lo de futurista es un decir porque la autora situó su historia a finales de los años noventa), sobre una sociedad enferma y abocada a la extinción, no sin antes pasar por el totalitarismo y el caos. Si en ese escenario añadimos las cuestiones morales que plantea la trama, tendremos una saludable mezcla de Bradbury, Chandler y Dostoievsky. Bueno, más o menos, según mi recuerdo de ella (la leí en 2006).
EliminarEvidentemente, los adaptadores a la pantalla opinaron que ese vehículo necesitaba un radical "tuneado" para que funcionara como película. Y eso es lo que creo hicieron. Por lo que parece, con la aquiescencia de su autora que se prestó incluso a salir en la cinta como una figurante (la anciana en la cafetería donde se encuentra Theo (Clive Owen).
¿He superado la prueba del nueve?
Un saludo.
Pues, me has pillado, amigo David, fuera de juego. Ni idea, chico. Aunque por lo que cuentas (muy bien contado, por cierto) el tema no puede ser más actual. De momento, España está a la cola de Europa en índice de natalidad y tal.
ResponderEliminarEn fin, habrá que echarle un vistazo y... procrear, supongo.
Salucines
¡Eso, eso a procrear :D, que el mundo se va a acabar!
EliminarBueno ahora en serio, te la recomiendo encarecidamente, creo que un cinéfilo de raza como tú sabrá apreciarla en su justa medida.
Salucines.
Por cierto que me hizo gracia la frase del protagonista a su amigo amante del arte y que tiene en su comedor nada menos que el Guernica, cuando le dice algo así como que para que almacena todo aquello teniendo en cuenta que nadie lo heredará y que nada tiene ya sentido. Me imagino que se trata de un guiño del director porque la escena me parece algo desplazada del contexto.
ResponderEliminarA mi esa secuencia me gusta mucho, y creo que no debe estar en la novela, porque me parece que Cuarón pone en ella muchas cosas personales.
EliminarA mi entender en toda la secuencia subyace una especie de relación amor/odio con el arte por parte del director, que reflejan su pasión y filosofía por el mismo.
Creo que con el personaje de Nigel (el primo de Theo) viene a decir que el Arte sobrevive al Hombre, y que son compresibles los esfuerzos por preservarlo.
Pero también nos presenta la cara del arte más frívola, en un mundo al borde del colapso el Arte es patrimonio de los privilegiados, de los que no sufren la dureza de la realidad en su día a día.
Cuando el coche que transporta a Theo, atraviesa las puertas (protegidas por guardias) de la célebre central de Battersea, entramos en el mundo de los privilegiados y en dos flashes Cuarón nos habla de lo bien que viven los que mandan en Inglaterra, los que tienen tiempo para paseos hípicos y colecciones de arte.
También me gustan mucho, todos los detalles con los que refuerza la escena.
La música de King Crimson para indicarnos que estamos entrando en "la corte del rey" algo que queda reforzado con la presentación de Nigel junto a la escultura del (rey) David de Miguel Angel, obsérvese que Nigel aparece adoptando su misma postura, con los dos sabuesos enormes (greyhounds) tan típicos de las estampas de la realeza británica.
Con la propia Battersea Power Station utilizada como continente del "Arca del Arte", Cuarón nos habla de lo que él también considera arte cuando vemos un globo con forma de cerdo flotando junto a una ventana. Los amantes del rock de los setenta reconocerán la portada del "Animals" de Pink Floyd en estos elementos. Una sutileza visual con la que Cuarón nos dice ¡ojo que esto es arte también! Como lo son el David o el Guernica.
Finalmente la escena del almuerzo de Theo, Nigel y el hijo de este último, en ese fantástico comedor de arquitectura minimalista presidido por el Guernica (Quién pudiera ¿ehhh?). Me parece buenísima; con los privilegiados disfrutando de sus privilegios de espaldas al Guernica, símbolo de ese mundo caótico que se está inmolando. Y Cuarón perdona en parte (aunque también acusa) a Nigel que bebe su vino y reflexiona con Theo sobre el sentido de salvar el Arte, pero es implacable con su hijo, mentalmente aislado y trastornado, que teclea en su teclado virtual incansablemente indiferente a todo lo que le rodea, un freak parcialmente desquiciado y deshumanizado. Cuarón podía haber seguido con los Crimson y haber usado de música de fondo para el muchacho su "21th squizoid man", le hubiese venido que ni al pelo.
Buena entrada. Un película interesante, con el tono del mejor cine de ciencia ficción setentera. Comparto todo lo que comentas, pero ya que hablas de las música, hay que nombrar la canción que "Jarvis Cooker" compuso para la pelí, "Runing the world", que mola mucho. Saludos
ResponderEliminarCreo que en esta película queda patente que Cuarón es un enamorado de la cultura popular de los 60´s-70´s, bien sea por el tono crítico que adopta en su lectura del género típica de la época o por las muchas referencias y guiños que hace a la misma: El personaje hippy interpretado por Michael Caine, muchas de los temas escogidos para la banda sonora que fueron hits en su momento(Rolling Stones, John Lennon, Deep Purple, King Crimson...) y la citada referencia al "Animals" de Pink Floyd.
EliminarSi hasta el coche amarillo de Jasper (Michael Caine) es un viejo Citroën CX (el cual empezó a producirse en 1974) Break, modificado para parecer del futuro con algunos añadidos de plástico en las partes de delante y detrás.
Vamos que Cuarón es un auténtico retro-lover (a mi me pasa igual) añorante de esa extraordinaria franja del siglo XX que va de 1965 al 1975.
Para ponerle alguna pega diré que el guión flojea un poco dejando al espectador bastante desorientado respecto a la secuencia de acontecimientos que transcurre desde que los protagonistas huyen de casa de Michael Caine hasta que se ven inmersos en un tiroteo en el campo de concentración. El efecto del director por geberar realismo se pasa un poco de rosca y produce más bien desorientación en el espectador.
ResponderEliminarEsa parte también esconde una bonita metáfora visual, en el colegio abandonado (normal en un mundo los colegios ya no tienen clientes) en el que esperan al guarda que les va a meter en el campo.
EliminarDe repente Theo oye un ruido dentro de una clase y se sobresalta y mira hacia la puerta de la misma... no sé parece que de repente espera que salgan los niños, y de repente sale un ciervo.
La raza humana que al fenecer da paso a los animales.
Muy poético David y muy triste el colegio vacio y decadente. Todo un simbolismo de la agoní de la raza humana.
EliminarBueno, pues tomo nota de este título que desconozco para disfrutar de él en cuanto pueda. Parece por lo que comentas, David, y por lo que se apunta en algún comentario, que su punto fuerte es la factura visual y no tanto su desarrollo argumental, algo coincidente con muchos títulos distópicos. Lo dicho, tomo nota. Un abrazo.
ResponderEliminarNo creas, la película es muy buena la mires por donde la mires. Lo que ocurre es que en los primeros visionados su fuerza visual y sus desconcertantes giros argumentales te pueden hacer sentir que hay lagunas de coherencia en la trama.
EliminarPero no es así, la claridad argumental está bien presente, lo que ocurre es que la narración es tan potente que a menudo eclipsa muchos de los detalles (es una película muy rica en detalles) y entre ellos las escenas explicativas.
Una abrazo.
En su momento me pareció de las mejores películas del año, en mi escalafón virtual. La película tiene donde meter mano y hacer un montón de lecturas, el caso es que para mi es una sobrecogedora cuasi-obra maestra de ejemplar desarrollo que incluye al menos con tres o cuatro secuencias modélicas. Para mi es el Blade Runner de la década. Imprescindible.
ResponderEliminarSaludos
Roy
Me gusta eso de la Blade Runner de la época, me sugiere un juego a propósito, el de escoger una película de SCI/FI arquetípica por década:
ResponderEliminar-20´s: Metrópolis (27)
-VACIO de dos décadas.
-50´s: La invasión de los ladrones de cuerpos (56)
-60´s: 2001: Una Odisea en el Espacio (68)
-70´s: Alien, el octavo pasajero (79)
-80´s: Blade Runner (82)
-90´s: Matrix (99)
-00´s: Hijo de los hombres (06)
Gracias Roy y un saludo, te invito igual que a todos a que os animeis con el vuestro.
David, una pequeña obra de culto en todos los sentidos. Hacía tiempo que no me enganchaba a un thriller de ciencia ficción con tantas ganas(el día de su estreno). Con el paso del tiempo se está convirtiendo en clásico. Poderosa dirección del mexicano Cuaron y su operador de cámara el ínclito, Emmanuel Lubezki. Atisbos Kubrickianos y aroma a comic (“Walking Dead” chupa rueda de la atmósfera a tutiplén), en una excelente adaptación de la obra de P.D. James. Saludos
ResponderEliminarHola J.C. es cierto que la realización de Hijos de los hombres recuerda mucho a las proezas fílmicas a las que nos tiene acostumbrados Kubrick. Sobre todo a La Chaqueta Metálica; aunque esos larguísimos planos secuencia recuerdan a esa tour de force de realización que es El Resplandor.
ResponderEliminarsaludos
realmente não gostei desse filme.
ResponderEliminarO Falcão Maltês