Francesco Rosario
Capra nacido en Sicilia en mayo de 1897 emigró a los seis años a los EEUU,
concretamente a la ciudad de Los Angeles, para crecer en un ambiente similar al
que Coppola nos relata en el “Padrino II” (salvando la diferencia
entre L.A. y N.Y.C.).
Su infancia y juventud se desarrollaron entre estudios y trabajos de toda
índole, desde vendedor de periódicos o camarero a mozo de carga de todo tipo de
mercancías. Pero fue su determinación para proseguir con sus estudios lo que le
llevaría a prosperar y a convertirse en uno de los directores de cine más
populares de la época dorada de Hollywood.
Frank Capra se licenció en
ingeniería química y pocos meses antes de acabar sus estudios se alistaba en el
ejército coincidiendo con la entrada de EEUU en la 1ª Guerra Mundial.
A su regreso a la vida civil decidió dar un giro a su trayectoria
profesional abandonando las ofertas de trabajo que se le presentaron como
químico y se lanzó a probar suerte en las múltiples compañías cinematográficas
que surgían por doquier durante los comienzos de la industria. Trabajó como extra, constructor de
decorados, asistente de director, secretario, tesorero, realizador y en la sala
de montaje; así aprendió el oficio, tocando todos y cada uno de los eslabones
de la producción cinematográfica.
Entre sus primeros pasos en la industria destacare la colaboración con el
actor Walter Montague para la adaptación
y puesta en escena de un poema de Kipling:
“The Ballad of Fultah Fisher’s Boarding
House”; esta experiencia le llevó a
conocer a Robert Eddy, que le contrataría
como gagman, para más tarde fichar
con el rey del slapstick Mack Sennett. Si seguimos tirando del
hilo descubrimos que, a raíz de esos contactos con productores importantes
dentro mundo de la comedia, Capra conoció
al célebre actor cómico Harry Langdon, con el que filmaría sus dos
primeros largometrajes “The Strong Man”
(1926) y “Sus primeros pantalones”
(1927)
En 1927 Capra rompe su relación
con Langdon y se traslada a Nueva
York para dirigir “Los tres papás”, con
una jovencísima Claudette Colbert a
sus órdenes, los resultados no convencieron al director que siempre consideró
esta película como su primer fracaso.
Poco después fue contratado como director por la Columbia Pictures , con ello dio comienzo una
relación extremadamente fructífera entre ambos, que permitiría al director
llegar al estrellato y a la Columbia salir de la
segunda fila para situarse entre las majors
de Holllywood.
Avalado por sus éxitos, inéditos hasta la fecha para una compañía tan
modesta como la Columbia , Capra obtenía el privilegio de
disfrutar de una independencia creativa envidiable para la época.
En sus primeros tiempos en la compañía Capra
dirigió películas de bajo presupuesto y corta duración, denominadas quickies, que demostraron su eficacia en
taquilla.
En 1934 llegó “Sucedió una noche”, la
película con la que obtuvo su primer gran éxito de público y crítica, y que
supondría el punto de inflexión definitivo en su carrera. Gracias a esta célebre comedia romántica protagonizada por Gable y Colbert, Capra consiguió el Oscar
al mejor director.
Durante cuatro años, entre1934 y 1938, Capra
encadenó un triunfo tras otro y se cubrió literalmente de gloria: Ganó dos
nuevos Oscar por “El Secreto de Vivir” (1936) y “Vive Como Quieras” (1938), fue
nombrado presidente de la Academia de
las Artes y de las Ciencias Cinematográficas y presidente del Sindicato
de Directores, apareció en la portada de la revista Time
y era uno de los directores mejor pagados de Hollywood.
A finales de los 30 el nombre de Frank
Capra se identificaba con fuerza con
un tipo de cine muy característico que suponía un reclamo infalible para el
gran público; por lo que parece razonable pensar que Harry Cohn, dueño del
estudio, permitiese que el nombre de Frank
Capra apareciera en primer lugar en los títulos de crédito de sus películas
anteponiéndose incluso al propio título.
Tan importante era el director ítaloamericano para la Columbia
que se le concedió otro gran privilegio, crearon para él la figura del
director-productor, que le supuso ganar en independencia al quedar eliminados
los intermediarios y productores delegados.
Durante esta época de esplendor Capra
desarrolló una labor cinematográfica que ha quedado para los anales de la
historia como una excelente y realista crónica de la época.
Estuviera o no de acuerdo con su moral personal y su forma de entender el
mundo, el hecho es que este director participó activamente en la difusión del
americanismo propuesto por el “New Deal”, la estrategia ideológica
ideada por Franklin Delano Roosevelt
y su equipo de intelectuales (Ralf Waldo
Emerson y Walt Withman entre
otros) para revertir los efectos de La Gran Depresión en los
EEUU.
Hollywood se reveló como una forma eficaz y de gran alcance mediático para
difundir y promover el espíritu del estilo de vida americano con el que Roosevelt pretendía elevar la moral de
un pueblo desunido y que pasaba por importantes dificultades económicas.
El país estaba sumido en un periodo de reflexión y el “New Deal” buscaba promover
los valores éticos y morales, ensalzar el sentimiento patriótico entre el
pueblo norteamericano; a la vez que presentaba como negativos los
planteamientos antiamericanos y puramente economicistas, achacando a estos la
responsabilidad de la situación por la que atravesaba el país.
El protagonista del cine de Capra
representa al ciudadano medio estadounidense, un hombre común dotado de
conciencia social, lo que le confiere la calidad de héroe a ojos de un público
que sintonizó intensamente con estos personajes.
El mejor ejemplo de la América de las oportunidades es la vida del
propio Capra, un hombre salido de la
nada y que se convierte en un famoso director de cine. Así lo atestiguan
títulos como “El Secreto de Vivir” (1936),
“Horizontes Perdidos” (1937), “Vive Como Quieras” (1938) y “Caballero sin Espada” (1939).
El siguiente gran hito en la carrera cinematográfica del director llega en
1939 cuando abandona la Columbia para
realizar su sueño de convertirse en director independiente. Crea su propia
productora la Frank
Capra Productions y participa en la fundación de los estudios Liberty
Films, junto a William Wyler,
Sam Briskin y George Stevens; con su primera película como independiente, “Juan Nadie” (1941), continuaba por la
senda del éxito.
De 1942 a
1946 Capra da una nueva vuelta de
tuerca y se aleja voluntariamente de Hollywood en uno de los momentos más
álgidos de su carrera. Movido por un sentimiento patriótico dirige varios
documentales de guerra de carácter propagandístico a favor de la intervención
de EEUU en la 2ª Guerra Mundial.
Entre otros la serie documental “Why We
Fight”.
Tras cuatro años de ausencia el director vuelve a Hollywood y descubre que sus
películas ya no reciben la acogida precedente, se ha iniciado un cambio
sustancial en la sociedad estadounidense que comienza a no identificarse con
facilidad con los “héroes caprianos”.
Aun con todo el director conseguirá dos buenos resultados con “Arsénico por Compasión” (1944) y “Qué Bello es Vivir” (1946), para
después iniciar un periodo de decadencia en cuestión de resultados que
ejemplifican su falta de sintonía con el sentir de un nuevo público.
La sociedad americana ha experimentado un cambio en sus usos y costumbres,
sus hábitos de vida han evolucionado; la bonanza económica, las nuevas
tecnologías, la televisión, el baby boom… han transformado los códigos y los gustos
de la población.
El mensaje de Capra está caduco y la sociedad ya no está receptiva para el
mismo. El propio Hollywood también aprecia el cambio y Capra se convierte en una víctima más del sistema empresarial que
regía los estudios. El director pasa a estar al servicio de las estrellas y Frank Capra trabaja con Sinatra, Glenn Ford y Bing Crosby.
Las siguientes palabras del director nos dan una idea de su malestar y
desconcierto ante su nueva situación:
“«Un Gángster
para un Milagro» se forjó en los fuegos de la discordia y se rodó en una
atmósfera de dolor, tensión y recelos. (…) Glenn Ford, una estrella de la
variedad más común, había conseguido lo que ni Mack Sennett, Harry Cohn,
L.B.Mayer ni Jack Warner habían logrado
nunca: Obligarme a rodar un filme no a mi manera, sino a la suya”.
Y por paradójico que parezca ni siquiera Capra se libró de la Caza de Brujas.
Los problemas con el Comité de Actividades Antiamericanas,
además de su mala adaptación a la tiranía del star system, fueron los
que le obligaron a abandonar Hollywood nuevamente. En 1961 Capra rodaba su última película “Un Gángster para un Milagro” para retirarse oficialmente del cine
en 1966.
Pero esa no fue su última palabra, Frank
Capra en un esfuerzo por recuperar el reconocimiento perdido escribió su
autobiografía, publicada en 1971, bajo el título de “Frank Capra: El nombre delante del título”. Con esta obra el
director logró volver a poner de actualidad su obra y pasaba a convertirse en el
mejor relaciones públicas de la misma sustentando ante todos su credo: “Un hombre, un film”. Con ello el
director reivindicaba su condición de autor.
Capra fallecía en
1991 y un año después Joseph McBride
publicó una nueva biografía titulada: “Frank
Capra: The Catastrophe of Success”.
Esta obra polemizaba intensamente con la autobiografía. En ella McBride niega casi por completo
cualquier mérito a Frank Capra. Insiste
en que las películas de Capra deben
su calidad al estupendo equipo con el que Capra
trabajó durante años en el seno de la Columbia , Léase el guionista Robert Riskin, el fotógrafo Joseph
Walter y el técnico de sonido Edward
Berrnds; así como los actores James
Stewart, Gary Cooper, Lyonel Barrymore, Barbara Stanwyck y Jean
Arthur principalmente.
Las visiones antagónicas de sedas biografías dejan al lector la opción de
elegir la que más le convenza.
A mi juicio Frank Capra fue un director eficaz, con las
ideas claras, que supo liderar a su equipo. Capra basaba el éxito de una buena película en el guion y en los
actores. Potenció la fluidez narrativa de sus films innovando con la
utilización de varias cámaras en lugar de una sola como se hacía en el cine
mudo, con ello garantizaba la perfección del montaje por planos y conseguía
respetar el tempo de los actores en cada secuencia. Los diálogos se suceden con
presteza casi superponiéndose unos a otros y el efecto es de una economía
narrativa sin tiempos muertos que procura ir siempre por delante del
espectador.
El propio director resumió así la esencia filosófica de su cine:
“La excelencia
de la dirección se consigue cuando al audiencia no piensa en ningún momento en
el trabajo del director. La excelencia de la fotografía se consigue cuando la
audiencia se olvida de ella. La excelencia del trabajo del actor se consigue
cuando el público no recuerda ya que el actor es tal o cual estrella, y piensa
en él como un personaje que está vivo en la pantalla.”
Y así me despido amigos blogueros dejando a cada uno de vosotros la
decisión quién tiene más acierto al valorar a Capra. Personalmente opto por tirar por el medio que es donde dicen
está la virtud.
FILMOGRAFIA
Etapa Muda
1922: Fultah Fisher´s Boarding House (La pensión de Fultah Fischer).
1926: The Strong
Man (El hombre cañón).
1927: Long Pants (Sus primeros pantalones).
1927: For the Love of Mike (Los tres papás).
1928: That Certain Thing (Como
se corta el jamón).
1928: So This Is Love (Abandonada).
1928: The Matinee Idol (El
teatro de Minnie).
1928: The Way of the Strong.
1928: Say It with Sables.
1928: The Power of the Press (El
poder de una lágrima).
1928: Submarine (Submarino).
1928: The Burglar.
Etapa Sonora
1929: The Younger Generation (La
nueva generación).
1929: The Donovan Affair (La
sortija que mata).
1929: Flight (Águilas).
1930: Ladies of
Leisure (Mujeres ligeras).
1930: Rain or Shine (Pasa
el cielo).
1931: Dirigible.
1931: The Miracle
Woman (La mujer milagrosa).
1931: Platinum Blonde (La
jaula de oro).
1932: Forbidden (Amor prohibido).
1932: American
Madness (La locura del dólar).
1933: The Bitter
Tea of General Yen (La amargura del general Yen).
1933: Lady for a
Day (Dama por un día).
1934: Broadway Bill (Estrictamente
confidencial).
1934: It Happened One Night (Sucedió una
noche).
1935: Opera Hat.
1936: Mr. Deeds Goes to Town (El secreto de
vivir).
1937: Lost Horizon (Horizontes
perdidos).
1938: You Can't Take It With You (Vive como
quieras).
1939: Mr. Smith Goes to Washington (Caballero
sin espada).
1941: Meet John Doe (Juan
Nadie).
1944: Arsenic and Old Lace (Arsénico por
compasión).
1946: It´s a Wonderful Life (Qué bello es vivir).
1948: State of the Union (El estado de la Unión).
1950: Riding High (Así lo
quiso la suerte).
1951: Here Comes the Groom (Aquí
viene el novio).
1959: A Hole in the Head (Millonario de
ilusiones).
1961: Pocketful of Miracles (Un gángster
para un milagro).
DOCUMENTALES
SOBRE LA 2ª GUERRA MUNDIAL
Serie “Why We
Fight”
1943: Prelude To
War.
1943: The Nazis
Strike.
1943: Divide And Conquer.
1943: The Battle Of Britain.
1943: The Battle Of Rusia.
1944: The Battle Of China.
1945: War Comes To America.
1944: Tunisian Victory.
1945: Know Your Enemy: Japan.
1945: Your Job In Germany.
1945: Two Down And One To Go.
PREMIOS
1935 :
Oscar al Mejor Director por «Sucedió una Noche».
1935 :
Oscar a la Mejor Película por
«Sucedió una Noche».
1936 :
Premio Especial del Festival de Venecia
por «El Secreto de Vivir».
1937 :
Oscar al Mejor Director por «El Secreto de Vivir».
1939 :
Oscar al Mejor Director por «Vive como Quieras».
1939 :
Oscar a la Mejor Película por
«Vive como Quieras».
1947 :
Golden Globe al mejor director por «Qué Bello es Vivir».
1959 :
DGA por toda su carrera.
1982 :
AFI por toda su carrera.
1982 :
León de Oro del Festival de Venecia
por toda su carrera.
Guste más o guste menos su obra, lo que no puede negársele a Capra es que su cine es la coherencia absoluta en cuestión de temática y forma.
ResponderEliminarRespecto a la forma cinematográfica, Capra se ciñe al clasicismo más absoluto poniendo esta al servicio de la historia narrada, sin dejar rastros de su propia escritura cinematográfica. Esto no es nada nuevo aunque en el caso de Capra como en el de otro grandes nombres, el lenguaje clásico adquiere una especial brillantez y eficacia.
Una eficacia que sin duda debía mucho a esa independencia que le brindaba su particular idiosincrasia dentro de la Columbia, que le permitía controlar el proceso creativo y la elección de los actores.
Luego escribiré un poco sobre eso.
Aunque sin duda donde el cine de Capra adquiere una identidad propia y diferenciadora es en el ámbito temático.
Creo que podemos afirmar que gracias al cine de Capra conocemos mejor la historia reciente de los EEUU. Sus películas, gracias a su unidad temporal y geográfica, se han convertido en una radiografía de la sociedad norteamericana de finales de los años 20, los 30 y los 40.
Esta crónica contemporánea se redimensiona por el componente ideológico y filosófico que el propio Capra introdujo en sus películas.
Sus personajes idealistas y modernos combinados con los valores propugnados por el New deal construyen películas optimistas, humanas y coherentes con su tiempo.
A día de hoy, a pesar del cinismo y el desencanto acumulado tras tres cuartos de siglo de historia, yo tras ver una película de Capra aún me siento mejor... y no tengo nada de boy scout.
Los valores que atesoran las temáticas y los personajes del cine del ítaloamericano siguen siendo tan válidos hoy como en los años 30.
Con la que esta cayendo en nuestro país se me antoja obligatorio el visionado en las escuelas del grueso de la obra de Capra (curso tras curso).
Las castas de corruptos, inmorales y falsos salvapatrias que continuamente aparecen en los noticiarios ya no tienen remedio, así que no les voy a regalar encima con buen cine, a estos les dejaría seguir viendo la tv a poder ser en prisión.
El cine de Capra fue coherente hasta la saciedad, y persistió en ello incluso cuando el mundo cambió a su alrededor.Estoy de acuerdo con tu valoración pero el hecho de que encajase tan oportunamente con la coorriente ideológica del momento me deja un "retrogusto" al amargo.
EliminarComo ya hemos visto anteriormente en nuestros Ciclos de Cine la figura del director-productor no se invento en los años 30 exclusivamente para Frank Capra.
ResponderEliminarUn puñado de directores de renombre, que aseguraban buenos resultados en taquilla, con contrato en diferentes estudios gozaron del mismo estatus que Capra.
Howard Hawks, Ernst Lubitsch, King Vidor y Cecil B. DeMille entre otros gozaron de idénticas prerrogativas. Estas consistían en una serie de medidas que garantizaban una mayor libertad creativa y un mayor control sobre el producto que dirigían. Para ello gozaban de privilegios como: Elegir el equipo de guionistas y participar en la escritura del guion. Elegir los actores y estrellas (siempre dentro de los margenes contractuales de los mismos) que debían actuar en la película. Un control parcial sobre toda la postproducción (montaje, música y sonido).
Esta apertura de mano de parte de los estudios (sólo Warner y Fox se abstuvieron) obedecía no solo como una recompensa a los directores rentables que ansiaban una mayor autonomía creativa sino a una estrategia comercial con vocación de crear una especie de marcas diferenciadoras que aunasen rentabilidad y genuinidad.
Pero claro estamos hablando del sistema de estudios y esa libertad del realizador estaba sometida a dos premisas fundamentales que se reservaban los ejecutivos que dirigían los estudios: Las restricciones presupuestarias y la supervisión del montaje final, dos puntos estos capaces de condicionar completamente el global de las películas.
Faltaba mucho para los 70´s y para que los estudios se pusieran en manos (y con una venda en los ojos) de los directores-artistas.
La iniciativa de crear la figura de director-productor tuvo un efecto secundario a medio plazo que fue el de favorecer la desvinculación de los mejores directores de los estudios creando sus propias productoras e impulsando el cine independiente. Tenemos los ejemplos de Leo McCarey, Howard Hawks, John Ford William Wyler y por supuesto Capra.
EliminarPara finalizar sólo decir que el cine de Capra me parece excelente no sólo por sus cualidades cinematográficas paradigmáticas del clasicismo sino por sus valores éticos y su vocación de promover un cambio (a mejor) en lo social y lo humanístico.
ResponderEliminarLecciones morales (que no moralinas), lecciones de historia y lecciones cinematográficas, eso es el cine de Frank Capra.
Esto no es una aproximación, va mucho más allá. Puede ser que en un principio el cine de Capra tuviera un origenm coyuntural,aunque su pervivencia es tal que sbrepasa cualquier coyuntura.
ResponderEliminarMuy interesantes sus reflexiones sobre el oficio. Y por supuesto también las tuyas. Desde luego esto promete tanto como su cine. Saludos.
Algunas de sus películas son de rabiosa actualidad en los tiempos de crisis que estamos pasando. Un poco de la moralidad que nos contaba vendría muy bien a este "pueblo" español vacunado contra el choriceo y la prevaricación. Necesitamos y mucho las lecciones de Capra para poner freno a esta desbandada de sinvergüenzas. Hace poco vi "El Estado de la unión"(1948)y me pareció muy aplicable a nuestros días.
EliminarNo es un director al que revisite mucho, por eso tengo el recuerdo de muchas de sus películas algo difuminado. Pero tengo muy buen recuerdo de “Arsénico por compasión” , “Sucedió una noche” y “Vive como quieras”. No sé si fue un gran director, como mínimo fue un magnífico realizador de productos de entretenimiento. Me apetece volver a ver sus películas “idealistas” en este ciclo, la lista está muy bien elegida. Y como siempre la biografía no puede ser más completa.
ResponderEliminarSaludos
Ahí está la grandeza del trabajo de Capra. Consiguió entretener a la vez que exponía su filosofía y sus convicciones.Viendo sus películas aisladas y sin contextualizar el espectador puede disfrutarlas sin reparo ninguno.
EliminarSé que no tiene nada que ver con el cine, pero ¿soy el único que ve que Capra es clavadito a Reyes Estévez? ¿Le gustaban las carreras de fondo al bueno de Frank? :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajajaja . Pues sí que existe cierto parecido, esa nariz en porreta y las cejas pobladas y arqueadas...
EliminarEn cuanto a corredor de fondo, ya lo creo que lo fue. Murió a los 94 años sin dejar de dar guerra. Tras retirarse como director siguió defendiendo su trabajo a capa y espada con su autobiografía por bandera. Una pena que la biografía de Joseph McBride se publicase en el 92. Nos privó de un enfrentamiento seguramente muy fructífero.
McBride, de hecho quedó como un cabroncete... con el cadáver de Capra casi aún caliente se dedicó a ponerlo a bajar de un burro.
Eliminar¿Tanto miedo le daba el viejito que no pudo publicarla antes de su muerte?
Se puede decir que empezó desde abajo y que llegó a lo más alto en no demasiado tiempo. Por el tipo de pelis que hacía no es de extrañar que fuera seguidor de esa doctrina política tan americana denominada New Deal. No es extraño que su cine ya no resultara tan atractivo después de la gran depresión y de la segunda guerra mundial por ese cambio social que se dio. De todas formas esa peli que rodó durante esa etapa (Un gángster para un milagro) a mí me parece divertidísima, una gran comedia capriana.
ResponderEliminarMe gusta mucho la foto en la que aparece con Hitchcock; me da que se admiraban. Estoy con David en eso de que su cine es de un enorme clasicismo y que desprende idealismo y humanismo.
Me hace gracia eso de la total libertad de directores como Capra… pero siempre con el visto bueno final de la productora y limitándose la producción a las cifras que ésta ponía. Eso es un tanto contradictorio, y era así, pero no dejaba de tener sentido, creo yo, porque me da que en casos como el de Capra los estudios no tocaban nada al final. De ser así no sé como habría actuado Capra, sobre todo después de haber conseguido el reconocimiento de público y crítica.
Maravilloso post y comentarios subsiguientes.
Un abrazo.
Pues la foto junto a Ford, ambos con el uniforme, tampoco está nada mal.
EliminarSi pudiera acceder al material, me gustaría plantear un futuro Ciclo de Cine sobre los documentales que rodaron Ford, Huston, Wyler y Capra durante la II Guerra.
No he visto ninguno, pero seguro que son muy intereantes.
Cohn no impuso su presencia a Capra durante las distintas fases de producción de las películas, delegó en Sam Briskin. Este no era el proceder habitual de Cohn por lo que podemos suponer que se tratba de un implícito reconocimiento a la labor de Capra.
EliminarBueno, esperamos ver levantar la Muralla de Jericó y comprobar las opiniones que levanta su arquitecto, ¿serán dispares o habrá unanimidad a la hora de valorar su obra?. Veremos la vigencia del cine "capriano". Saludos.
ResponderEliminarPues ahí nos vemos porque aunque reconozco que el cine de Capra es auténtico y todo eso no deja de cosquillearme la idea de que era muy pero que muy oportuno.En cuanto a la expresión "la muralla de Jericó" ha quedado incluida en mi jerga diaria.
EliminarCon ganas de repasar sus mejores películas con vosotros!
ResponderEliminarNo sé si prefiero al Capra que nos llega al corazón (Juan Nadie, Qué bello es vivir...) o al que nos hace reír sin parar (Arsénico por compasión ó Sucedió una noche...). Bueno, como es una decisión difícil, me quedo con ambos!!
Saludos.
Yo optó por la sonrisa en primer lugar sin duda alguna.
EliminarPero no nos privaremos de nada por supuestoooo
Amigo, David. Poco más se puede añadir al estudio alrededor de este cineasta maravilloso. A mí— personalmente— me encanta. No se puede entender el cine de los Coen sin el alma mater de la comedia Made in Usa. Soy de la vieja escuela y siempre reivindico, que el cine se tiene que ver desde el inicio (la arqueología del mismo), igual que la pintura. Capra cumple con todos los requisitos. Te animo y reivindico el ciclo de documentales de la II GM del citado y el resto de maestros son caviar del Caspio. Un abrazo
ResponderEliminarExcelente entrada, Cristina. Y muy buena iniciativa la de incluir la filmografía del cineasta objeto de estudio en el ciclo. No recuerdo que constase en otras ocasiones.
ResponderEliminarVale, intentaré ser claro y conciso a propósito de la producción de Capra. Prefiero la primera parte de su obra a la segunda; es decir, hasta "Mr. Deeds Goes to Town". Justamente la menos conocida y valorada. Y no es por llevar la contraria, aunque admito que suelo ir contracorriente... Ese Capra propagandista, sensiblero y pletórico de "buenismo" me empalaga, francamente.
Hasta el año 1936 realiza una obras soberbias, en las que demostró su buen hacer. Y, claro, está "Sucedió una noche", película que no dudaría en incluir en mi Top Ten de films predilectos.
Salucines
Sintonizo contigo Fernando, quizás no sea yo tan radical pero es innegable que el aspecto propagandístico y moral me saturan. Ayer sin ir más lejos discutía con David si el término demagógico se le podía aplicar al cine de Capra. Yo diría que sí.
EliminarPues a ver ahora quién es radical... Yo, más que "demagógico", diría que es un cine (el de la "segunda parte" de Capra) un tanto cargante, de "al rico bombón helado", vamos...
EliminarSalucines
Yo creo que Cristina tilda de demagógico el pertinaz "americanismo" que encontramos en la etapa central del cine de Capra... esos protagonistas "more american than the americans" que suelen acabar la cinta con ardientes discursos le cargan bastante.
EliminarYo ya le comenté, en la intimidad (aunque no en catalán), que no era oro todo lo que relucía y que el "americanismo" en Capra a veces se torna ambiguo, al igual que sus protagonistas... pero esto ya lo tocaremos en posteriores cine forums.
Estupenda introducción a un ciclo que se intuye interesantísimo. Algunas películas caprianas siempre me han parecido demasiado dulzonas pero evidentemente su valor como Director no puede ser obviado por el hecho incontestable que el experimentado Capra supiera rodearse del mejor equipo a su alcance. Precisamente sostengo siempre que el Director es el máximo responsable de la película, porque cuando sale mal es a él a quien todos criticamos y me parece injusto señalar a los colaboradores cuando el conjunto es excelente.
ResponderEliminarEsa frase última suya que reproduces me parece acertadísima y es una de mis formas preferidas para constatar que en una película todo ha funcionado y ha encajado a la perfección: mientras uno mira una película, todo debe estar al servicio de la pieza.
Un abrazo.
Te responderé con las palabras de Capra nuevamente:
Eliminar"No conocía ningún gran libro u obra de teatro, ninguna pintura o escultura clásica, ningún monumento duradero de cualquier forma de arte,que hubiera sido creado nunca por un comité, con la posible excepción de las catedrales góticas. En arte es "un hombre, un cuadro, una estatua, un libro....un film"
Su lema era:"un hombre, un film"
Necesario Capra. Yo me he encontrado con muchos "cinéfilos" que no lo conocen en absoluto. Ellos se pierden historias maravillosas y una clase de cine que es imposible de realizar en la actualidad.
ResponderEliminarEl estilo Capra es único. Puede resultar demasiado "amigable", pues posiblemente, pero es el que hay y el que hace que nos emocionemos con su cine y nos divertamos tanto hasta la más pura carcajada. Pocas veces Cary Grant ha estado tan divertido. O pocos han plasmado la figura de Gary Cooper como este director.
Esperamos vuestros análisis, que como sea como este, se nos ponen los dientes largos.
Un abrazo.
Todos los que trabajaron con él afirmaron que era capaz de un liderazgo intangible que era un director disciplinado, con gran capacidad para transmitir confianza al equipo que tenía a sus órdenes. Su trabajo llevaba su sello.
EliminarCapra é maravilhoso. Não me canso de revê-lo.
ResponderEliminarO Falcão Maltês
Estupendo esperamos tu opinión para los films que nos aguardan.
Eliminargracias y un saludo
Hay que ver como Hollywood asimiló como auténticamente americanos a toda una pléyade de grandes directores venidos de Europa. La mayoría fueron cronistas de la forma de vivir del americano medio. Si alguna vez tengo que hacer una relación de las que considero mejores películas, casi siempre incluyo una o dos de Capra, pero curiosamente cuando trato de resumir la lista siempre acabo sacándolas de la lista.
ResponderEliminarEs curioso que lo comentes porque a estas alturas de la vida de este blog yo me hacía hace poco esa misma observación. Me llama la atención la cantidad de directores europeos que son directores del cine americano. Capra en realidad se crió en américa así que culturalmente en americano pero otros llegaron de adultos y con formación previa.
Eliminar¿Y te has preguntado porque las sacas de la lista?
Excelente blog, completísimo y bien diagramado; amo el cine y aquí hay mucho de lo que amo, pasaré a menudo a emborracharme de Hollywood, me encantó.
ResponderEliminarSaludos!
Bienvenida a este blog, será un placer compartir contigo el amor por el cine!
EliminarReconozco que Frank Capra es un director que me gusta bastante. Su autobiografía, que mencionas en este buen post, Cristina, me resulta muy interesante porque también cuenta muy bien cómo funcionaba Hollywood y cómo fue la trayectoria de directores pioneros (como él). Está plagado de buenas anécdotas.
ResponderEliminarYo hay varias películas suyas que no me canso de ver. Además siempre tienen una aparente sencillez y son más complejas de lo que muestran siendo interesantísimas para intensos debates. Para mí la más compleja e interesante es sin duda JUAN NADIE. Luego tiene dos películas-medicina (películas que curan y dejan una buena sonrisa): VIVE COMO QUIERAS y CABALLERO SIN ESPADA. Después la imprescindible QUÉ BELLO ES VIVIR que no me canso de analizar. Y por último la gran sorpresa, comedia negra pura, ARSÉNICO POR COMPASIÓN. Pero su obra cinematográfica está plagada de películas muy interesantes como la maravillos SUS PRIMEROS PANTALONES donde ya se puede vislumbrar un director que sabe emplear el lenguaje cinematográfico...
Me ha encantado descubriros... Os seré fiel.
Besos
Hildy