Unos
excelentes Jean Simmons y Robert Mitchum protagonizan a las
órdenes de Otto Preminger “Cara de Ángel”, un clásico del cine
negro en el que el director vienés revisa uno de los arquetipos más
emblemáticos del género: La mujer fatal.
La película
como buen exponente del género negro subvierte los convencionalismos poniendo
en entredicho aquello de que “la cara es
el espejo del alma”; demostrando que detrás
de unos rasgos hermosos e inocentes como los de Jean Simmons se puede esconder una mujer trampa llena de
determinación, dispuesta a valerse de engaños y subterfugios para seducir y
poseer al personaje encarnado por Robert
Mitchum, completando así el esencial binomio, ya que no hay mujer fatal sin
un hombre al que destruir.
FICHA
TÉCNICA: CARA DE ÁNGEL “Angel Face”
AÑO:
1952. DURACIÓN: 91 min. PAÍS: Estados Unidos.
DIRECTOR: Otto Preminger.
GUIÓN:
Frank Nugent, Oscar Millard. Música: Dimitri Tiomkin.
FOTOGRAFÍA: Harry Stradling (B&N).
REPARTO: Jean Simmons, Robert
Mitchum, Mona Freeman, Herbert Marshall ,
Leon Ames , Barbara O´Neill, Kenneth Tobey.
PRODUCTORA: R.K.O. Pictures.
Productor: Otto Preminger.
GÉNERO:
Film Noir.
SINOPSIS:
Una noche, tras asistir a una paciente levemente intoxicada por gas, el técnico
de ambulancias Frank Jessup conoce a Diane Tremeyne, la hermosa y aturdida hijastra
de la víctima.
Diane,
una joven de clase social alta, se siente atraída por Frank tras un primer
encuentro cargado de violento erotismo y a las pocas horas del mismo sale en su
busca, comenzando así un inexorable proceso de seducción y engaños con objeto
de poseer a Frank en exclusiva. Como consecuencia la vida de Frank dará un
importante giro, prendado de Diane e instado por ella, dejará a su novia Mary y
también su trabajo, para trasladarse a vivir a la casa de los Tremeyne donde
comenzará a trabajar como chófer.
Tras el
éxito cosechado por “Laura” Otto Preminger
ganó un importante prestigio dentro de la Fox y
no sólo dejó de tener problemas con Darryl
F. Zanuck (que recordemos fue el responsable del veto que sufrió el director
en el estudio hasta la llegada de “Laura”)
sino que además inició una amistad con él basada en el respeto mutuo. Esta
circunstancia permitió que Preminger
realizase una serie de once películas, todas ellas proyectadas o avaladas por
el legendario directivo, antes de convertirse en un cineasta independiente.
Aunque ninguna
de estas películas llegó a alcanzar los niveles de éxito obtenidos por “Laura”, podemos destacar entre ellas
al menos cuatro títulos ciertamente relevantes encuadrados dentro del cine
negro y el thriller: “Angel o Diablo”
(1945), “Vorágine” (1949), “Al borde del Peligro” (1950) y la
cinta que hoy nos ocupa “Cara de Ángel”
(1952); todas ellas recibieron una buena acogida por parte de la crítica y el
público.
El
proyecto de “Cara de Ángel” estaba
en manos de Howard Hughes, que por
aquel entonces trabajaba para la R.K .O. Pictures, Hughes solicitó a Zanuck
el alquiler de los servicios de Preminger
para dirigir y producir una película basada en lo que a juicio del director era
un guión mediocre.
Preminger rememoraba ese momento en una
entrevista mantenida con Peter
Bogdanovich: “Hughes me llamó y le
dije: «No me gusta». Y él me contestó: «Mire, venga al estudio mañana por la
mañana. Usted venga como Hitler y póngase al mando». Pensó que me sentiría
impresionado con sus palabras, olvidando que soy judio. Después Zanuck me pidió
que aceptara porque estaba en deuda con Hughes, así que reescribimos la
historia y rodamos la película. Nos divertimos.”
Diane
Temayne (Jean Simmons) es el centro
de gravedad sobre el que gira la trama desarrollada en “Cara de Ángel”, el guión cuenta la historia de una mujer
patológicamente posesiva, manipuladora y capaz de llegar al asesinato camuflada
tras la inocente apariencia de una caprichosa joven de clase alta.
Tras esa
máscara Diane ejecutará sus calculados planes para poseer en exclusividad a los
dos hombres objeto de su deseo: Su padre el escritor Charles Tremayne (Herbert Marshall) y su amante el
conductor de ambulancias Frank Jessup (Robert
Mitchum).
La
trama nos presenta a una Diane capaz de mantener encandilado a su padre oculta
tras su aspecto de hija solícita, obteniendo con ello una adoración
paterna que no satisface su mal disimulado complejo de Electra.
Entonces
entra en juego Frank, y en él la protagonista intuirá el medio con el que satisfacer
todos sus deseos. Desde su primer encuentro Diane dejará entrever tras su máscara
de llorosa inocencia una prometedora y desafiante sensualidad que actuará como
un cebo irresistible para Frank, que pese a descubrir prácticamente desde el principio
que mezclándose con Diane está jugando con fuego, caerá una y otra vez en su
red de mentiras y manipulaciones.
Un
aspecto secundario del guión, pero muy interesante, es el estudio de los personajes
femeninos, articulado a través de la confrontación entre Diane y sus “rivales”: Su madrastra Catherine (Barbara O´Neill) y Mary (Mona Freeman) la novia de Frank.
Los tres
personajes están muy bien definidos y se erigen como referentes femeninos en
una sociedad dominada por los hombres; comparten rasgos comunes ya que todas son
inteligentes y poseen personalidades poderosas, es su calidad moral lo que las
diferencia. Diane carece de escrúpulos y trata de manipular a los demás en pos
de sus fines ilícitos, todo lo contrario que Cathe y Mary, mujeres honestas,
maduras y completamente inmunes a los encantos de su falsa cara de ángel.
En el
apartado interpretativo sólo cabe alabar las excelentes actuaciones de la
pareja protagonista. Robert Mitchum
y Jean Simmons se adueñan de la
pantalla transmitiendo una poderosa química en todas sus escenas, un clímax
emocional intenso expresado con miradas, gestos, interacciones físicas y
significativos diálogos que van más allá de lo que dicen.
Su
excelente trabajo es fruto tanto de su talento interpretativo como de la
pericia (y exigencia) de Preminger a
la hora de dirigir a sus actores.
De esta
capacidad del director a la hora de exprimir al máximo a sus actores deriva la
anécdota más conocida del rodaje de “Cara de Ángel”.
Preminger insatisfecho por la falta de
verismo de la secuencia en que Mitchum
y Simmons se conocen y se abofetean
mutuamente, mandó repetir varias veces la escena hasta que Jean Simmons rompió a llorar de dolor por los sucesivos bofetones
de su partenaire, y eso fue la gota
que colmó el vaso para el bueno de Bobby
Mitchum, que dicen acabó abofeteando al propio Preminger… ese era Otto “el
ogro”.
La
labor de los secundarios tampoco pasa desapercibida y son meritorias las interpretaciones
de Hebert Marshall como el
encantador padre de Diane, Barbara
O´Neill su acaudalada esposa y de Leon
Ames como el cínico abogado de la pareja protagonista.
Me
gustaría destacar especialmente a la actriz Mona Freeman, que se encarga de dar vida a la enfermera novia de Frank
en un excelente papel plagado de matices, estos van de la calidez a la dignidad
pasando por la tolerancia, todos ellos filtrados desde una perspectiva
independiente y femenina. Un personaje antagónico al de Diane, poderoso como
ella pero en positivo.
La
realización de “Cara de Ángel”, pese
a ser una película de encargo cuenta con las habituales señas de identidad del
director austriaco lo que la convierten en un producto cinematográfico de
primer orden. Una narración sustentada en el encadenado de planos secuencia que
se combinan con planos medios y cercanos de la pareja protagonista, sutiles
movimientos de cámara y unos zooms
tan eficaces como sorprendentemente naturales.
Cabe
destacar el inteligente uso del tempo
narrativo adoptado por Preminger,
éste circula en paralelo a las maquinaciones de la protagonista, manteniéndose
la mayor parte del tiempo en una calma aparente pero cargándose progresivamente
de energía hasta provocar un violento estallido.
La
banda sonora de Dimitri Tiomkin se
adapta como un guante a las imágenes convirtiéndose en un ingrediente más de
los que se vale Preminger para
desarrollar la brillante fluidez
narrativa que caracteriza a sus películas.
Por hoy
no tengo nada más que añadir a esta reseña ya que no pienso desvelar todos los
misterios que se ocultan tras la “Cara
de Ángel” que da título a la película. Como siempre espero que esta lectura
os anime a revisar la película y a participar en su cine fórum, ya que “Cara de Ángel”, como casi todas las
películas de Preminger, es una cinta
tan emocionante como abierta a numerosas interpretaciones.
Os
esperamos.
Menudo cuidado hay que tener con las mujeres, desde que vi a la Simmons en esta película no me fío de ninguna, por mucha cara de ángel que tengan... Espléndido ejercicio noir de Preminger, con un Mitchum que borda su papel de pardillo. Aprovecho este comentario para felicitarte la Navidad, espero que tú y los tuyos paséis de la mejor manera posible estas entrañables fiestas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, camarada.
La tengo olvidadísima, así que permitidme que me tome esta semana para verla y ya os comento.
ResponderEliminarUna de las cosas que más me llama a atención es que la 'chica buena' pueda dominar tan fácilmente al 'chico duro'. Con esto me refiero, no a los personajes en sí sino a la idea que tenemos sobre los actores. Simmons con su carita de ángel solía interpretar chicas buenas (dulces y buenas como en 'Espartaco', aunque sea posterior a ésta) y Mitchum es el 'tipo duro' o 'el malo' de la película. Son las 'personalidades' que nosotros asociamos a los actores.
ResponderEliminar¡Y ahí está lo mejor! 'Cara de ángel' nos desconcierta porque nos encontramos con actores 'desconocidos' que nos van sorprendiendo minuto a minuto.
Aquellas personas con cara de ángel, que no son tales... dan mucho miedo!
Un saludo.
Es de mis preferidas de Preminger, un buen trabajo de actores Mitchum y jean Simmons, que por su "carita" de niña buena siempre ha interpretado papeles, que le fuerán a su fisíco.
ResponderEliminarUn trágico e inesperado final, para una buena cinta.
FELICES NAVIDADES, SUSAN LENOX.
Esta pelicula es para mí sencillamente perfecta. Es difícil resaltar el trabajo de Robert Mitchum, porque está siempre magnífico. Pero en este caso su habitual sobriedad encaja a la perfección con la frialdad de Jean Simmons, una actriz que no es de mis predilectas, aunque aquí no hay objecciones que poner. Un ejemplo ideal de carita de ángel...
ResponderEliminar¿Selecciono una secuencia? Cuando Jean Simmons elige un par de guantes blancos (símbolo de la pureza y la inocencia) para su madastra, antes de que..., bueno, de que pase lo que pasa.
Salucines
@Ricardo
ResponderEliminarLo bueno y breve dos veces bueno, lo digo porque en tu corto comentario das con una de las claves más interesantes de la película ¿Es Frank un pardillo o un "sobrado" que se pasa de listo?
¿Por qué no corta con "Angel Face" cuando se da cuenta de que quiere deshacerse de su madrastra?
¿Qué siga junto a ella es "creible" o no?
Expondré mi teoría, yo más que pardillo veo a Frank como un tipo bastante pagado de sí mismo y de su masculinidad, un tío con suficiente mundo como para darse cuenta rápidamente que Diane no es la niñata que pretende ser...
Creo que la peli da a entender que Frank se engancha sexualmente a Diane, le da morbo y mucha "marcha", un "encoñamiento" en toda regla. Esta es la clave de todo, pero no nos aclara si es un pardillo o no. Yo sinceramente me decanto por la segunda opción; Frank subestima la peligrosidad de Diane, ya que en el fondo piensa que la va a poder controlar y que ella no podrá hacer de él un pelele. De hecho cuando Diane trata de implicarlo en sus planes para deshacerse de su madrastra, él hace la maleta y le deja bien clarito que a él no le manipulará...
Pero ella le vuelve a cazar diciéndole que le quiere y que se va a fugar con él. Algo que implica dejarlo todo atrás (riqueza, padre amado e intrigas) por amor a Frank. Y eso es a lo que Frank no puede resistirse, a esa presunta devoción, de la que se cree justo merecedor, pensando que Diane asumirá todas esas renuncias sin más compensación que tenerle a él.
Y es que no se da cuenta en ningún momento de lo posesiva y determinada que es, ella tiene muy claro lo que quiere: al padre y al amante... Quizás en el fondo, sí que es algo pardillo por no ver los fines que persigue "Angel face"... pero es que los sobreesfuerzos sexuales acaban por nublarle la vista a cualquiera. :)
Un fuerte abrazo y felices fiestas para ti también camarada, espero que entre en 2012 pletórico y que te mantengas así todo el año.
@Para todos
ResponderEliminarLa dos grandes "questions" que plantea la peli son:
¿Es Frank un pardillo o un "sobrado" que se pasa de listo?
¿Diane quiere a Frank o sólo es para ella un instrumento para lograr sus planes?
Se admiten todo tipo supuestos y teorías :)
@Gourmet
ResponderEliminarFantástico, esperamos impacientes tus comentarios, últimamente los hemos echado de menos.
Así que bienvenidos, ya que siempre aportan tus interesantes puntos de vista y por supuesto tu ingenio.
@manderly
ResponderEliminarComo comento en la entrada Preminger y el guión reivindica absolutamente a los tres personajes femeninos de la película.
Está claro que Catherine y Mary son personajes tan fuertes como positivos y la reivindicación de sus personajes es absolutamente natural.
Otra historia es el personaje de Diane, el cual creo a pesar de ser un personaje muy negativo también está reivindicado (o al menos yo lo entiendo así) por varios motivos. Es fuerte y decidida, no se deja dominar por los personajes másculinos y acaba haciendo su voluntad (por muy nociva que sea esta) por encima de la de Frank, de la de su padre o de la de su abogado. Y sobre todo es muy inteligente, ya que valiéndose de su apariencia inocente o de su morbosa sensualidad domina a unos y a otros... curiosamente a las únicas que no engaña es las otras mujeres.
Esto da pie a una relectura positiva, desde planteamientos feministas, del personaje de la mujer fatal como arquetipo del cine negro.
También podríamos comentarlo.
Un cordial saludo.
@Fernando
ResponderEliminarBueno coincido contigo que Mitchum esta excelente, y por supuesto el papel se le ajusta como un guante, pero es que Simmons está excelente...
Recuerdo cuando tratamos la capacidad de transmitir cosas (sensaciones, emociones, intenciones...) con la mirada que tenía Lilian Gish. En "Cara de ángel" la Simmons imparte un auténtico master en eso de decir mucho sin hablar una sola palabra.
Una "question" para ti, ya que eres amigo de reconocer con justicia la buena labor de los secundarios ¿No te parece que en "Cara de Ángel" ganan las señoras a los caballeros (a pesar de contar con Marshall) por goleada?
Salucines y gracias por tu comentario.
Lo del "encoñamiento" me ha hecho mucha gracia (ja,ja,ja). Qué buena verdad es esa que dice que estar encoñado nada tiene que ver con estar enamorado... Quizá tengas razón en lo que dices acerca del personaje de Mitchum. Me fío, ya que tú tienes la película mucho más fresca que yo, que la vi hace algunos años.
ResponderEliminarUn abrazo.
David, el cine negro no sería tal sin la figura de la mujer fatal. Es la mala, la antiheroína a la que le espera un final tremendo pero... es figura clave del argumento. Es una mujer de irresistible belleza pero que aunque sin ninguna virtud positiva, es deseada e inalcanzable para el resto de lso personajes.
ResponderEliminarDesde el punto de vista feminista: ¿realmente es mala la mujer o es que el hombre es tonto al dejarse embaucar a sabiendas de las consecuencias? Como mujer, yo lo tengo claro, por supuesto ;-P
Felices Fiestas!
Sí, sí, David, por supuesto. Como además de amigo, soy caballero, las señoras primero...
ResponderEliminarSalucines
¡No quepo en mi gozo! Ha llegado el kit adsl de vodafone tras dos meses de lucha.
ResponderEliminar¡Volvemos a tener acceso a la red desde nuestra casa!
Hola, David. Enhorabuena por lo del adsl. Estar acostumbrado a él y dejar de tenerlo debe ser un gran palo.
ResponderEliminarNo creo que se trate tanto de si ella es mala o él tonto, como comenta Manderly. Es sabido que no hay mal absoluto y a lo que se puede considerar inconsciente o tonto podría ser tan sólo alguien atraído no sólo por esa mujer fatal sino por el riesgo; ese hombre puede tener además ese lado más oscuro y dejarse arrastrar por él, con la ayuda de la mujer, en este caso no se puede decir inestimable. No es el caso de Robert Mitchum en esta película ya que cuando sabe de sus intenciones, y de como es ella, pasa olímpicamente del tema.
Es curiosa la sensación en esta peli de algo ya visto que no me deja de gustar y de parecer una película muy bien hecha, como lo era Perdición, La mujer del cuadro o Casablanca.
Hay dos escenas que destaco (hay más, pero quiero detenerme un poco en estas dos), la de las bofetadas del principio me parece genial y bastante simpática; es muy gracioso lo que le suelta Mitchum a Jean Simmons sobre el histerismo, sus síntomas y la forma de combatirlos ;-)
La otra escena (de la que cometáis algo) es el pulso de personalidades e inteligencias entre las dos protagonistas en su encuentro. Las dos son de cuidado, grandes personalidades de moral distinta.
La peli es puro cine negro, con el añadido del juicio en medio del metraje, y la mujer fatal no es diferente a otras por el simple hecho de querer ser castigada y declararse culpable. Había matado al padre por error de cálculo y había estado tocada porque lo quería (si hubiese muerto sólo su madrastra no habría movido un pelo en su contra), como quiere a Mitchum, pero la jugada con él no parece salirle del todo y tiene que poner remedio a eso de manera trágica. Como en Perdición, ella quería cargarse a la madrastra para beneficiarse, no tanto económicamente, que también, sino en la atención y cariño de su padre que creía ser robado por su enemiga, igual que Barbara Stanwyck quería cargarse a su marido para beneficiarse, en una y en otra película con la ayuda de esos hombres con los que flirtean y se enamoran.
Estupenda entrad, David, y la peli muy buena también. Hasta otra.
El amigo Mitchum es un vanidoso, confiado y autocomplaciente, cata a la primera a la chica cara de ángel, se siente seguro de sí mismo y de que podrá manejar la situación sacándole un provecho. A medida que ella va descubriendo sus intenciones él hace amago de retirarse pero no lo lleva a cabo porque para él son retos, cada vez más atrayentes, que está seguro de poder superar. No sabe resistirse a la tentación de jugar cada vez más duro y no puede sustraerse del morbo que le genera el tira y afloja de la relación. No cree en ningún momento que la chica le quiera, pero ni le importa ni le preocupa, mientras ella lo simule lo mismo que hace él. La relación entre ellos está maldita desde el principio y eso es parte del atractivo que tiene. El beneficio que obtiene cada uno es diferente, ella pretende sentirse “diosa” al tener para ella exclusivamente a los dos hombres. Además le encanta robárselos a las otras mujeres. Y él quiere poseer y dominar a la diosa. Si él se retira del juego, su vida queda sin estímulo aburrida y tremendamente vacía, está claro que no es una alternativa.
ResponderEliminarEl juego acaba por ser mortal, como la mayoría de los placeres que tontean con la muerte.
Se me ocurre que la mejor comparación es la del enganche del drogadicto por su dosis. Aunque me está matando, no quiero vivir sin ella.
Un saludo
Las otras dos mujeres tienen papeles opuestos a cara de ángel, lo que ayuda a destacar aún más las características de esta.
ResponderEliminarLas tres son guapas inteligentes y saben lo que quieren. Ninguna de ellas se deja engañar por las apariencias, al contrario que los hombres. Ellos están ciegos como el amor, confunden una cara bonita con un alma pura, y así les va…..
De las interpretaciones destacaría que son muy creíbles. A pesar de que el guión juega con gran cantidad de emociones y sentimientos negros y grises, no existe artificiosidad. La ambigüedad de lo que unos y otros sienten, desean y pretenden abraza a toda la historia y nos obliga a reflexionar y a contestar a las preguntas que acertadamente nos plantea David en su comentario.
¡Fantástica película!
Saludos
@Ricardo
ResponderEliminarDesde la escena de las bofetadas Diane ya deja entrever a Frank que detrás de la cara de niña se esconde una "fiera"... Si además le sumamos el morbo que le da al bueno de Frank que una niña pija, inglesa y forrada este coladita por él.
Normal que este encoñado el hombre ;)
@Manderly
ResponderEliminarBueno yo creo que desde el punto de vista feminista las mujeres fatales son mujeres fuertes atrapadas en un universo de hombres, que utilizan todo tipo de armas (incluida su propia sexualidad) para nivelar su estatus con el de los hombres e incluso dominarlos.
Diane pese a tener unos objetivos claramente patológicos y valerse de medios absolutamente condenables es la dueña de su destino y del de los que caen bajo sus garras (aunque traten de evitarlo). Es una dominadora que prevalece (a cualquier precio) por encima de sus rivales femeninas, del macho alfa que ha elegido como partenaire e incluso de la justicia.
Acabo de leer los comentarios y creo que el mío es excesivamente impreciso y muy mal escrito... bueno, otra vez será, supongo.
ResponderEliminar@Susan Lenox
ResponderEliminarPerdona, no te conteste en la primera vuelta porque me despiste al no ver tu foto... que rollo lo del anónimo.
El final está muy bien, además de ser un gran final, significa la "victoria final" de cara de ángel, el "me lo llevo al hoyo conmigo, si no puede ser para mi no será de ninguna".
Contaba Preminger que lo del coche saliendo disparado marcha atrás lo saco de sus propias experiencias, parece ser que era un mal conductor y que una vez al parar en un semáforo tuvo que retroceder un poco y se dejo puesta la marcha atrás, cuando cambio el semáforo en vez de cambiar de marcha aceleró y se fue a toda velocidad contra el coche que tenía detrás.
De ahí contaba que sacó el modus operandi homicida de Diane.
Un beso y feliz navidad!!!
Creo que llega un punto en que él se retira definitivamente del reto porque sabe que tipo de mujer es. Le atrae el riesgo y el posible interés económico que pueda conseguir, pero hasta un punto. Después de todo lo suyo no es patológico, como lo de la chica.
ResponderEliminarCreo entender a Cris un poco más arriba cuando dice que él cree que Jean Simmons no lo quiere. Yo creo que Mitchum sí lo cree, por eso sigue con su juego y el pulso, para intentar sacar partido. El en un principio cree tener todas las de ganar sabiendo de los sentimientos de la chica y que podrá manejarla, aunque tenga su personalidad, pero eso sólo hasta que sabe sus verdaderas intenciones. Entonces se retira definitivamente porque no quiere hacerse daño a sí mismo, estropear su relación con su novia ni ser cómplice de las descabelladas intenciones de Jean Simmons; eso podría hacer que ella se lo pensara mejor, como le dice cuando le recomienda que se acueste y se lo piense, y que desechara tal propósito.
@Javi
ResponderEliminarSí es un poco confuso el comentario, pero yo creo que das en el clavo afirmando eso de que "todo hombre tiene su lado oscuro". Yo creo que el personaje de Mitchum se siente fascinado por el "lado oscuro" de cara de ángel, su lado oscuro sexual. Y esa seducción saca de él un poco su lado oscuro: le hace pasar de su novia (que es una novia de las que vale su peso en oro), accede a que le domestique (le pone a currar en el servicio de la casa y hasta tiene que llevar gorrita), siendo él un tipo muy autónomo e independiente, a cambio de unas vagas promesas de financiación del negocio de sus sueños y en el juicio le hace ser absolutamente deshonesto por salvar su pellejo, encubre a Diane a la que sabe culpable y encima se casa con ella para redondear el paripé.
La parte del juicio también está muy bien, y ahí el engaño es hiperbólico la cara de ángel engaña a la justicia saliendo impune incluso queriendo ser culpabilizada... está muy bien el inmoral abogado defensor (un buen palito de guión a otro lado oscuro, el de la justicia).
Como escena favorita también me quedo con la de las bofetadas... vaya una manera de presentarse.
Un fuerte abrazo y felices fiestas Javi, espero que 2012 nos de tan buenos momentos cinematográficos compartidos como nos ha dado este 2011, lo dicho un fuerte abrazo.
Pero no se casa con ella porque le interesa? Él es un sospechoso
ResponderEliminarSí por eso se casa con ella para salvar su pellejo, él es el principal sospechoso, pero claro el podía haberle echado huevos, arriesgarse a ser condenado y decir la verdad (que Diane es la culpable). No lo hace y colabora con los subterfugios del abogado de Diane.
ResponderEliminarCreo que él se siente por todo ello sucio, cobarde y que se ha traicionado a sí mismo.
Es cierto, David, no se atreve a colaborar con la policía, y eso lo hace caer en el fango. Sabe lo que hizo ella y no lo dice. Lo más recto hubiese sido cortar de raíz e ir a la policía con un asunto tan turbio como ese cuando aún no se había producido el asesinato (o al menos advertírselo a ella), pero no lo hace, supongo, porque cree que la chica no llegará tan lejos, y cuando ella se atreve ya es tarde para él no sólo porque el asunto ya no tenga vuelta atrás (el crimen) sino porque de hacerlo podía resultar más sospechoso y la mujer lo condenaría por su desprecio.
ResponderEliminarCreo que podría ir por ahí la cosa...
Me refiero a que la chica lo dejaría a su suerte, que en este caso no sería buena, por confesar lo que ella había hecho, no sé si a eso se le puede llamar desprecio ;-P
ResponderEliminarLO más curioso de todo es que si él la hubiese acusado ella se habría confesado culpable, algo que deseaba hacer pues estaba destrozada por haber matado accidentalmente a su padre.
ResponderEliminarCon ello se habría librado de morir despeñado, ya que ella hubiese acabado en prisión.
Pero por querer salvar la piel se calla y eso paradojicamente al final es su perdición.
Eso es. Pues sigo sin acertar del todo, caray. Me he armado un buen lio con la peli esta vez. Si él la hubiese acusado, ella le hubiese dado la razón que era lo que quería por la muerte del padre y por sentirse culpable... si en el tramo final era lo que quería la chica, la declaración que quería firmar y todo eso. Buf ando despistadísimo, joer.
ResponderEliminarLa cosa va así, creo yo: Ella, en principio, se quiere declarar culpable porque ha matado a su padre, pero todas las sospechas apuntan a que el asesino es Frank (el coche está trucado y el es mecánico + esta liado con la hija de los muertos y se beneficiará de la herencia) o que al menos a ejercido como cómplice.
ResponderEliminarPor lo tanto si se demuestra que la muerte no fue accidental, es decir que hubo homicidio, Frank cae de todas todas, ya sea como culpable o como cómplice.
Así que la única salida que ve Frank para salir impune es colaborar con la defensa de Diane, hacer el paripé de la boda para que el tribunal decida que la muerte de los padres quede fue una muerte accidental.
Volviendo a Diane, ella aunque quiere confesarse culpable acepta la estrategia del abogado para salvaguardar a Frank de la cárcel (no está dispuesta a perder al otro hombre que ama) de hecho cuando Frank nada más quedar absueltos le dice que la va a dejar y que su matrimonio no significa nada, ella vuelve al abogado para hacer una declaración de culpabilidad.
Porque en cierta manera ella cree que debe ser castigada, y esto que era algo que había descartado tras unir su destino al de Frank durante el juicio.
Así, al carecer de una razón por la que vivir, bien sea para pagar su culpa o para vivir junto a Frank decide poner fin a su vida, eso sí llevandose también la de Frank.
¡Qué peliculón! Y excelente entrada.
ResponderEliminar¡Feliz Navidad para vosotros y vuestros lectores!
¡Gran película! una de mis favoritas, junto a "Perdición" y "el crepúsculo de los Dioses". No puedo añadir nada, despues de leer la entrada tan completa y los comentarios tan acertados. Sólo decir que estoy de acuerdo en que Frank no es un pardillo, sino un tipo pagado de sí mismo (por lo menos al principio). Felicidades por el blog en general y ¡Feliz Navidad para todos!
ResponderEliminarA pesar de que me gustó mucho esta película el final no deja de rayarme un poco. ¿Para qué el paripé de la boda? Supongo que en el juicio lo único relevante sería demostrar si el coche había sido manipulado o no. A Frank no le debía preocupar estar casado o no con ella porque no influiría en la decisión del jurado caso de demostrarse que el coche había sido manipulado, ¿O sí? (Igual me perdí algo, o no me acuerdo o sencillamente no lo pillé) ¿Entonces para qué se casa con ella si realmente no quiere? ¿O es que era algo pardillo a pesar de parecer todo lo contrario a lo largo de la peli y se había dejado (como su abogado) influir por las sugerencias del abogado de ella?
ResponderEliminarLo de presentar a la pareja como enamorados y casarse para enternecer al jurado e intentar salir indemnes del juicio me pareció un poco raro, a no ser que el abogado de ella los liase para que su cliente saliese beneficiada. ¿Pero en qué podía salir beneficiada si fuera esa la intención? Si se demuestra que el coche es manipulado (que es lo trascendental en el juicio para el veredicto), tanto da que Frank esté o no casado con ella porque tiene todas las de perder y se le pondrá la misma pena, supongo. ¿Y ella? Se supone que también por motivos obvios, es la principal beneficiada y está enrollada con Frank.
Un saludo, David.
Otra cosa: lo del anillito y el posible fallo de fabricación para salvarlos tampoco me convence después de que ella en el hospital dijese que era la culpable, y con testigos, aunque lo hiciese traumatizada por la muerte del padre. En ningún momento se dice que perdiera la razón, entonces ¿por qué no la creen? Hay un sentimiento de culpa y lo dice; si no lo hubiera hecho ella, si hubiese sido un accidente, por ejemplo, en el que hubiera muerto el padre y la madrastra, ¿Habría hecho la misma declaración? Supongo que no. Esto lo dice antes del juicio, y en el juicio hay indicios clarísimos de que hay manipulación en el coche, a pesar de lo del anillito…no sé, el final para mí presenta muchas dudas.
ResponderEliminarSe benefician los dos de la muerte porque se sabe que están juntos, para rematarlo se casan, hay indicios (por no decir pruebas) de manipulación en el coche, ella se declara culpable, hay una maleta en la habitación de él con las cosas de ella (que da a entender que se quieren fugar, como dice el policía), algo, esto último, que se puede tomar como un indicio sospechoso y que servirá en último término para decirle a Frank que se busque un abogado, los conocimientos de mecánica de él, la asfixia de la señora Tremayne se suponía que por un accidente, escape de gas, (al principio), y afirmación de ésta de que alguien quería asesinarla (algo que corrobora Frank con el policía poco antes de su detención)… y todo eso no llega para enchironarlos, pero sí sirve para salvarlos un anillito que puede romperse una vez entre sabe Dios cuántos fabricados y que, curiosamente, es algo que le ha ocurrido a uno de los miembros del jurado (mira tú por donde!); se me hace un tanto caprichoso.
Puede que según se pone el guión, y para un final apoteósico, haya que casar a la pareja y librarlos de la cárcel; así queda mucho más bonito e impactante, pero las formas de librarlos no me convencen demasiado. Y hablo tan sólo de la resolución de la peli. Ya dije que a mí me gustó mucho en general.
Jean Simmons, a quién realmente interpreta, es a un ÁNGEL DE LA MUERTE, turbador y causante de la perdición de todos los que la rodean.
ResponderEliminar... y Mitchum, de pardillo nada, va de listillo y se topa con un "mihura".
Felices fiestas.
Por fin he visto la película, que habéis descuartizado con alevosía y premeditación (a la m****** el spoiler, jaja). Efectivamente, todo lo recordaba bastante cambiado y esta revisión ha puesto las cosas más en su sitio. Eso sí, después de leeros, se han vuelto a liar, así que al tajo:
ResponderEliminarLo primero que quiero comentar es lo ¿arquetípico? de la pareja protagonista: habéis comentado que la Simmons (grande en este papel -aunque me ha molestado, perdón, el bigotillo del que hace gala para una cara tan angelical-) es una mujer fatal que haría cualquier cosa para conseguir sus objetivos; y que Mitchum, siempre genial, es un listo (o pardillo) que le saca provecho a la relación. Y la verdad, no me ha parecido tan "así". Matizo: sus personalidades no son tan definibles, más bien son cambiantes -y ahí Preminger se hace enorme- dotando a la pareja protagonista de dudas, remordimientos, instintos, que los cambiarán a menudo, aunque otras fuerzas actúen y los arrastren por cierta senda.
Jean Simmons: aceptado lo del complejo de Electra y el odio por la madrastra (de la madre tampoco sabemos si la quería mucho, sólo que murió en un bombardeo); aceptado lo de niña pija y caprichosa que un día se "encoña" con un tipo duro. Esta actitud, generalmente, suele ser para provocar el rechazo de sus padres y así reivindicar su rebeldía, aunque no es este el caso, la niña parece tener carta blanca para elegir partenaire. Así que no dudo que ella se sintiera atraído por él, de forma enfermiza y no exenta de amor, al menos de amor como ella puede ser capaz de amar -amor como pertenencia-. En realidad, ella no gana nada con esta relación, y a lo largo de la película se verá en la situación de sacrificarse por él, aunque no le salga bien la jugada.
(continúo en el siguiente comentario)
Él, por su parte, es un "tipo listo", desenvuelto, libre (su amistad con Mary Wilton es bastante abierta -ambos lo reconocen: él con orgullo, ella con resignación-). Su atracción es inmediata -estupendo par de bofetadas, claro que sí- aunque pronto descubrirá que tras angel face hay un rostro (iba a decir afeado por un bigotillo) diabólico. De hecho, únicamente él y su "amiga con derecho a roce" -estupenda Mona Freeman- se dan cuenta de inmediato de la verdadera personalidad de la Simmons. Porque su madrastra, a lo más que llega es a decir que tiene días buenos y malos; el padre no sabe ni dónde tiene la cabeza; al abogado, ni le va ni le viene -qué crítica tan estupenda al sistema judicial- y el resto sólo ve una cara bonita -y por ende, un alma pura sin asomo de maldad-.
ResponderEliminarLo que más me asombra del personaje de Mitchum (Frank Jessup) es que, salvo la atracción erótica inicial y cierto "encoñamiento" hacia la niña pija, su relación no es tampoco demasiado interesada: lo que cobra de chófer es lo mismo que cobraba en su anterior oficio en el hospital; sus planes de montar el negocio -en los que la palabra de la acaudalada madrastra era definitiva- pronto se irían -él no sabía que en realidad no era así- al traste; si Mary hubiera aceptado seguir con él después del juicio, sólo hubiera sacado la "pequeña tajada" de un coche exclusivo (poco, si comparamos con las riquezas que le reportaría el matrimonio con la Simmons). Su viaje final a México no sacaba tajada de nada. Sin embargo, a pesar de ese carácter "sobrado" con el que se desenvuelve, le atormentan ciertos escrúpulos, que le dan profundidad al personaje, y al mismo tiempo debilidad, que configuran el rol de Frank como un personaje creíble al cien por cien, con todo un abanico de matices del que Preminger sabe sacar todo el jugo.
Pero, como habéis preguntado y alguno ha respondido, creo que efectivamente se pasa de listo, el "mihura" con el que se enfrenta ni lo vio venir. Curioso, dos de las tres personalidades femeninas de la película lo pusieron en su lugar.
(continúo abajo y ya termino, que vaya ladrillazo)
Del elenco de secundarios, destaco a Mona Freeman, aunque su última reacción me parece bastante naif -cuando se abraza, feliz y contenta, a Kenneth Tobey (Bill Crompton)-. Su inteligencia, de la que hizo gala cuando se "enfrentó" por primera vez a la Simmons, daba para más.
ResponderEliminarIgualmente loable es el papel Leon Ames, que representa al abogado "del diablo", al que no le interesa la verdad del asunto, sino la verosimilitud. Eso sí, como apunta Javi en su último comentario, el juicio me parece poco o mal desarrollado -¿para resarcirse hizo Anatomía de un asesinato?-. Tal vez, Preminger no le dio demasiada importancia, en un género negro como el que nos ocupa, a las incursiones del topic judicial.
Herbert Marshall, a diferencia de tantas otras veces, no me ha dicho gran cosa. Su personaje ha sido bastante plano.
Destacar la música de Tiomkin, finalmente, que en todo momento subraya las emociones del guión, y toma el relevo en la trama cuando la Simmons se sienta al piano y toca una sencilla melodía con tintes oscuros y dramáticos.
Y ya está bien por hoy. Fenomenal entrada, David, y fenomenales comentarios.
Hasta otra
Disculpad que hayamos cortado bruscamente el diálogo pero estas navidades ha tocado salir y hacer kilómetros.
ResponderEliminarYa sabéis que con los turrones toca volver a casa...
Sin más me pongo las pilas y Feliz Año para todos.
@Guionista
ResponderEliminarGracias por acordarte de nosotros en estás fechas tan señaladas, felices fiestas para ti también.
Un cordial saludo.
@Selegna
ResponderEliminarBienvenida a Ciclos de Cine Selegna, por tu comentario deduzco que los grandes clásicos de la época dorada te gustan tanto como a nosotros, me alegro mucho en ciclos de cine encontraras un buen sitio para comentar entre amigos estas grandes películas.
Un cordial saludo y felices fiestas.
@Javi
ResponderEliminarTienes razón, la resolución del juicio (sobre todo los apuntes del miembro del jurado sobre los fallos del coche)pecan de falta de verosimilitud, por tanto no está lo suficientemente bien resueltos. Creo que Preminger en ese tramo de la película se preocupa más de poner en evidencia las fisuras del sistema judicial y de equiparar la falta de escrúpulos del abogado interpretado por Leon Ames a los de Diane.
El abogado, que es muy listo, sabe que sólo con demostrar que la pieza pudo fallar accidentalmente, no demuestra que el coche no pudo ser manípulado. Habílmente se vale de la relación que existe entre Diane y Frank para influir sobre el jurado, "blanquea" la relación desvinculándola de ambiciones económicas (se iban a fugar por amor) y posteriormente la "licita" durante el juicio con la boda.
Un detalle pequeño, pero que me llamó la atención durante el juicio, es el cambio de peinado que sufre la Simmons. Deja atrás ese flequillo a lo Betty Page, juvenil y seductor, para lucir un recogido con la frente despejada (bien acompañado de un vestido de chaqueta con bolso srta Peppis) que aportan al personaje un aspecto más adulto y más maduro muy bien entonado con el gesto de tristeza y angustia que Simmosns luce durante el proceso.
Sin ser Llongeras intuyo la mano maestra del abogado detrás de este cambio de look, con él le está diciendo al jurado Diane no es una niñata rica y caprichosa, no! Es una mujer enamorada que no sólo sufre por la muerte de sus seres queridos sino que además tiene que pasar por el doloroso proceso de este juicio. Pobrecita.
@BlackSwam
ResponderEliminarPues sí amigo, con esa metáfora del "listillo" y el mihura lo has clavado.
Felices Fiestas.
@Gourmet
ResponderEliminarVaya amigo que despliegue, así da gusto, vamos allá que esta última vuelta de tuerca puede ser la guinda del cinefórum.
Touché, efectivamente he hecho poco hincapie en una caracteristica fundamental en el estudio de los personajes protagonistas como son los matices que presentan dentro de sus personalidades arquetípicas, algo que indudablemente los enriquece y hace más creibles, más personas que personajes. De hecho esos matices, en cierta manera, nos liberan del peso del propio arquetipo (mujer fatal-mala, heroe individualista-bueno), me pondré como ejemplo, ya que paradojicamente mis simpatías en esta peli se decantan hacia la Simmons en detrimento de Bobby. Y es, en buena parte, por esos matices, ya que Diane pese a su amoralidad y a su sentido enfemizo del amor es absolutamente fiel a sí misma y a sus sentimientos. No como Mitchum, en principio un personaje más positivo que no carece de moralidad pero oportunista e inmaduro.
(sigo luego en otro comentario)
Sigo adelante amigo gourmet.
ResponderEliminarEl amor de Diane, patológico y posesivo, es amor a fin de cuentas al más puro estilo romántico como bien nos ilustra la trama, ya que la ausencia del ser querido (Frank o el padre) se le hace absolutamente intolerable, lo que la llevará al suicidio.
Frank más "encoñado" que enamorado no tiene ningún problema a la hora de dejar a Diane tras ser declarado absuelto. Él, por supuesto está cuerdo, pero sigue infravalorando la peligrosidad de Diane (sólo hay que ver el desenlace de la peli) y la deja por pura aversión a su "locura" y también porque siente vergüenza por el papel de encubridor interesado que a adoptado en el juicio.
Pues eso es todo, gracias por tus excelentes comentarios y feliz año nuevo.
El personaje de Jean Simmons me parece amoral, pero no tan inteligente como pueda pensarse. El primer intento de acabar con su madrastra es bastante torpe. Es Frank el que la tiene que decirla que van a sospechar de ella. Y aún con esas cuando al final se sale con la suya y la mata, en seguida sospechan de ellos y los detienen. ¿No podía haber ideado un plan más astuto que la librará de sospechas? Yo no sé que pensar en cuanto a su enamoramiento de Frank. ¿Se hubiera obsesionado de la misma manera por seguir con él en el caso de que su padre no hubiera muerto?
ResponderEliminarLa novia de Frank es un personaje que me gusta. Es muy lúcida y tiene razón cuando le dice que igual que la había dejado por Diane en el futuro habría otras. Frank parece muy apegado a su independencia. No tiene escrúpulos para dejarla plantada por Diane y decirle a esta que no tiene planes de matrimonio con su novia.
Feliz año
Feliz año, pareja.
ResponderEliminar@Maribel
ResponderEliminarEs cierto, Diane no se caracteriza por elaborar crímenes perfectos, tiene más determinación que astucia.
Ella suele conseguir sus objetivos cuando seduce (a Frank, a su padre y al jurado) con su "cara de ángel" y no cuando elabora intrigas (todas ellas bastante torpes) para deshacerse de la madrastra o para reclutar a Frank en contra de ésta.
Respecto a la segunda cuestión que planteas sobre el aumento del grado de obsesión por Frank tras la muerte del padre yo creo que sí.
Tras la muerte del padre Frank es lo único que le queda a Diane, renuncia a purgar su culpa ligándose a él (por ese encubrimiento mutuo sellado con el matrimonio) durante el juicio y su unión se convierte en su única razón para seguir viva.
Un fuerte abrazo y muchas gracias por tu comentario... y feliz año también para ti, más vale tarde que nunca :)
Soberbia película con un final impactante. Un saludo!
ResponderEliminarNo habréis hecho una de vuestras escapadas XXL?
ResponderEliminarUn saludo, David y Cris
@Javi
ResponderEliminarNo amigo, ya nos gustaría :), la razón de nuestra falta de presencia en la blogosfera es el exceso de trabajo. Tras las vacaciones navideñas hemos tenido que devolver unas cuantas guardias y además hemos comenzado a trabajar en un sitio nuevo.
Prometido, hoy cuelgo la entrada sobre "Tempestad sobre Washington" y me paso por cinodromo a "poner a parir" a Peter Jackson :).
Uy, qué bien! Estaré atento entonces, David
ResponderEliminarAl final no pudo ser... más trabajo. Hoy cumplo; palabrita del niño Jesús.
EliminarQué significado tiene el último plano cuando llega un coche a recoger a alguien y suena el claxon?
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