martes, 20 de diciembre de 2011

CARA DE ÁNGEL


Unos excelentes Jean Simmons y Robert Mitchum protagonizan a las órdenes de Otto Preminger “Cara de Ángel”, un clásico del cine negro en el que el director vienés revisa uno de los arquetipos más emblemáticos del género: La mujer fatal. 
La película como buen exponente del género negro subvierte los convencionalismos poniendo en entredicho aquello de que “la cara es el espejo del alma”; demostrando que detrás de unos rasgos hermosos e inocentes como los de Jean Simmons se puede esconder una mujer trampa llena de determinación, dispuesta a valerse de engaños y subterfugios para seducir y poseer al personaje encarnado por Robert Mitchum, completando así el esencial binomio, ya que no hay mujer fatal sin un hombre al que destruir.

FELIZ NAVIDAD



Desde Ciclos de Cine queremos desearos a todos unas muy felices fiestas y un 2012 lleno de paz, amor, prosperidad y mucho mucho cine.

domingo, 11 de diciembre de 2011

LAURA


“Laura” es una gran película y una gran obra de arte. 
A caballo entre el cine negro, el suspense y el melodrama, está aderezada con toques de humor y es cita innegable para cualquier cinéfilo. Mucho se ha escrito y comentado acerca de este film, y no en vano, ya que el tratamiento que hace Preminger del amor, la obsesión y la posesión es tan elegante y sutil que consigue atrapar al espectador desde la primera escena.

viernes, 2 de diciembre de 2011

EL HOMBRE DEL BRAZO DE ORO



 Comenzamos nuestro ciclo dedicado al cine de Otto Preminger con el análisis de una de sus películas más destacadas, “El Hombre del Brazo de Oro”.
Con este film el director austriaco nos acerca de manera valiente y objetiva a una temática, en su momento tabú, como es la adicción a las drogas.
Desde una perspectiva historicista “El Hombre del Brazo de Oro” se revela como una película de importancia capital en la abolición de la censura que desde los años treinta castraba la libertad de expresión en el cine norteamericano.
Pero a pesar de su importancia histórica, por el impacto que causó en su momento y los cambios que derivaron del mismo, no debemos caer en la tentación de considerarla como a una pieza museística.
De hacerlo estaríamos cometiendo un terrible error, ya que “El hombre del Brazo de Oro” atesora una serie de virtudes puramente cinematográficas sumamente notables, entre las que cabe destacar un guión sólido y realista, un fabuloso estudio de personajes avalado por unas magníficas interpretaciones y una realización sobria y fluida que potencia la contundente puesta en escena.