sábado, 1 de enero de 2011

ANTHONY MANN


Anthony Mann nació en California el 30 de junio de 1906 bajo el nombre de Emil Anton Budmann sus orígenes eran judeo-alemanes.
Sus primeros pasos los dio en el teatro a los catorce años, y más tarde en 1917, coincidiendo con el traslado de su familia a Nueva York, actuó en las producciones de off-Broadway.
En 1938 David O. Selznick lo descubrió y contrató como buscador de talentos y director de casting, además dirigió pruebas de “Lo que el viento se llevó” (1939) entre otros films de la época. Colaboró como ayudante de dirección con el director de comedias Preston Sturges, entre otras en “Los viajes de Sullivan” que lo animó a iniciar su propia carrera como director.
Dirigió más de treinta películas dejando su sello personal en cintas de géneros tan dispares como el cine negro, el western o grandes superproducciones de cine histórico. Estuvo casado con la actriz española Sara Montiel. Murió a causa de un infarto, el 29 de abril de 1969 durante el rodaje de “Sentencia para un dandy” (1967).

Anthony Mann y el cine negro.
Su primera etapa, en los años 40, se centró en producciones de modesto presupuesto, series B de “film noir”. Actualmente se le considera uno de los grandes en el movimiento del cine negro. Se le engloba entre las figuras más importantes del llamado “docu-noir”. Su estilo se nutre de una iluminación de claro oscuros, de una fotografía claustrofóbica y del choque entre el simbolismo expresionista y el realismo documental. Entre los temas favoritos de Mann, destacan el sufrimiento y la violencia. Los trata de manera explícita, sometiendo a sus protagonistas masculinos a torturas físicas, la historia se desarrolla en marcos violentos por sí mismos, en entornos duros e inamovibles, y en relaciones familiares y de amistad tortuosas y traicioneras. Todo ello aderezado con guiños de pasión y de masoquismo.
Debutó en la Paramount con “Dr. Broadway” (1942) y a partir de ahí peregrinó por varios estudios demostrando su seriedad y sobriedad en el oficio. Realizó un trabajo lleno de ideas, calidad visual, precisión y fuerza dramática. En 1945 se estrenó, “El gran Flamarion”, con Erich Von Ströheim. Más tarde rodó clásicos como “Desperate” (1947), “Railroaded” (1947), “Ejecutor” (1948), “Follow me quietly” y “He walked by night” (ambas sin créditos en 1949), su biografía de Glenn Miller etc.
Especial mención haremos del film “La brigada suicida” (1948) como ejemplo del “docu-noir”, en la que el director propone para narrar una sórdida historia, un tono neorrealista, respaldado por secuencias de estilo documental rodadas muchas de ellas en Los Angeles, y una voz en off, es casi como si temiese que el espectador no fuese a creer su argumento, que por otra parte se basaba en un hecho real.
Durante su época de cine negro fue asistido por el magnífico fotógrafo, John Alton. De su colaboración resultó un exquisito trabajo en blanco y negro, conseguían introducir con gran nitidez multitud de detalles y elementos utilizando la pantalla cuadrada anterior a 1953. Era un maestro a la hora de delimitar el campo de visión y de componer la escena. Muy acertado resultó también el tratamiento de los exteriores nocturnos. Actualmente se proyectan sus películas, lamentablemente, sin respetar los márgenes de la pantalla cuadrada.


Anthony Mann y el western.
Mann estaba acabando el rodaje de “La calle de la muerte” (1949), cuando Nicholas Nayfack, le propuso rodar un western que protagonizaría Robert Taylor. Mann que era considerado como un director más bien artesanal hasta ese momento, y contaba ya en su filmografía con 17 películas, aceptó la propuesta sin imaginar que acabaría convirtiéndose en un maestro del género americano por excelencia.
El propio Anthony Mann comentó “El western es el género más popular, y otorga más libertad que los otros para poner en escena todo tipo de pasiones y acciones violentas. Creo que es también el género que envejece de forma menos rápida, porque resulta esencialmente primitivo. No tiene ninguna regla y todo es posible. De él, sobre todo, surge la leyenda, y es la leyenda lo que ofrece un cine mejor, lo que excita la imaginación”.
A Anthony Mann se le asocia con el Oeste, con el paisaje y con el color. Supo dar vida al paisaje, que se convertía en cada metraje en un personaje más. Utilizó la pantalla ancha para encuadrar sus escenas con el acierto con que ya lo hizo con el formato cuadrado, aprovechó su experiencia con el blanco y negro, para sus rodajes de exteriores. Y consiguió esa magnífica ambigüedad con que nos deleita el talento de James Stewart.
El primer western que rodó fue “La puerta del diablo” (Devil's Doorway, 1950), que junto a “La flecha rota” (The broken arrow, 1950), fueron considerados los primeros exponentes revisionistas, pro-reivindicación del indio, que denunciaban las injusticias cometidas contra el indio americano.
De hecho, muchas de sus películas denunciaron el racismo la intolerancia, la injusticia y la marginación, y los abusos habidos en los regímenes totalitarios. “La puerta del diablo” se estrenó en pleno macartismo y fue recibida con reservas por el público. Esta basada en la novela del mismo nombre de Guy Trosper, que se encargó también de elaborar el guión.
A continuación llegó “Las Furias” (The furies, 1950) basada en la novela de F. Dostoievsky “El idiota”, que le reunió con un actor que había conocido años atrás durante su etapa en el teatro, se trataba de James Stewart.
Juntos colaboraron en ocho películas, cinco de las cuales son excelentes westerns. Así tenemos títulos de sobra conocidos como “Winchester73” (1950), “Tierras lejanas” (1954), “Colorado Jim” (1953), “El hombre de Laramie” (1955) y “Horizontes Lejanos” (1955).
Durante su etapa del western Mann colaboró activamente con el tormentoso escritor y guionista Borden Chase, así como con John C. Higgins. Y con la fotografía William H. Daniels, que captó los espacios abiertos del oeste.


El héroe manniano.
Una constante en la obra de Mann era su interés por la psicología del protagonista. Se le considera un renovador del género en los años 50 a través de la crispación y de la neurosis.
Los personajes componen un héroe atormentado y ambiguo, no es un hombre bueno al uso, se debate entre respetar la ley o infringirla, entre ser pistolero o granjero. Está abocado a un destino trágico, que le lleva a aniquilar a su enemigo, para luego descubrir que conseguir su objetivo le deja un amargo sabor de boca y una total soledad.
El héroe está en constante lucha consigo mismo y con su entorno. Mann profundiza en los sentimientos de soledad del hombre, en sus motivaciones para la violencia y en las consecuencias que de ella se derivan.
Como decía el director, todos queremos ser héroes: “El western goza de tanto éxito porque en él un hombre dice: voy a hacer algo, y lo hace. Todos queremos ser héroes. Esto es el drama. Esto es de lo que trata el cine”.


Otros Géneros.
El director también abordó otros géneros cinematográficos, obsequiándonos entre otras con una de la mejores películas sobre guerra, “La colina de los diablos de acero” (Men in war, 1957).
Dirigió a su esposa Sarita Montiel y a Joan Fontaine en el drama “Serenede” (1956) basada en un triangulo amoroso.
Ya en la década de los 60 se trasladó a Europa para rodar películas épicas de gran presupuesto como “El Cid” (1961) y “La caída del imperio romano” (1964).
Murió rodando “Sentencia para un dandy” (1967) y el actor y coproductor Laurence Harvey, acabó el rodaje.

Filmografía
  • Sentencia para un dandy (1968)
  • Los héroes de Telemark (1965)
  • La caída del imperio romano (1964)
  • El Cid (1961)
  • Cimarrón (1960)
  • El hombre del Oeste (1958)
  • La pequeña tierra de Dios (1958)
  • Cazador de forajidos (1957)
  • La colina de los diablos de acero (1957)
  • Dos pasiones y un amor “Serenade” (1956)
  • Desierto salvaje (1955)
  • El hombre de Laramie (1955)
  • Strategic Air Command (1955)
  • Tierras lejanas (1954)
  • Música y lágrimas (1954)
  • Bahía negra (1953)
  • Colorado Jim (1953)
  • Horizontes lejanos (1952)
  • The Tall Target (1951)
  • La puerta del diablo (1950)
  • Las furias (1950)
  • Winchester 73 (1950)
  • Side Street (1950)
  • Border Incident (1949)
  • El reinado del terror (1949)
  • Ejecutor (1948)
  • La brigada suicida (1947)
  • El último disparo (1947)
  • Desesperado (1947)
  • The Bamboo Blonde (1946)
  • Extraña interpretación (1946)
  • El código del amor (1945)
  • Two O'Clock Courage (1945)
  • El gran Flamarion (1945)
  • Strangers in the Night (1944)
  • My Best Gal (1944)
  • Nobody's Darling (1943)
  • Moonlight in Havana (1942)
  • Dr. Broadway (1942)


Anthony Mann no fue un hombre sobrevalorado en su época, pero el tiempo le ha puesto en su lugar. Tras una carrera cinematográfica como la que acabamos de ver, nadie puede dudar de su gran aportación al séptimo arte, ni de las obras de arte que nos legó. Por otro lado tampoco fue un hombre que se prodigase en el Hollywood de la época, se dedicó simplemente a trabajar lo mejor que supo y pudo.
Como dice el crítico Miguel Marías: “Anthony Mann es un gigante modesto”.
De la mano de Mann nos vamos a adentrar en uno de los géneros que protagonizaron nuestra infancia y que nos traen aún hoy maravillosos recuerdos.
Espero que todos disfrutéis de su cine.


9 comentarios:

  1. Excelente entrada Cristina.

    Os recuerdo que este fin de semana termina el plazo para votar las películas que queremos ver en este ciclo.
    De momento destacadas "Winchester73" y "El hombre de Laramie"... y ya veremos a ver que pasa.
    El lunes 3 presentaremos la primera película del ciclo. UN SALUDO PARA TODOS Y FELIZ 2011.

    ResponderEliminar
  2. Peaso de entrada Cristina. A ver cual recomendais, que he visto algunas de las suyas, pero no soy capaz de recordarlas.
    Saludetes.

    ResponderEliminar
  3. Muy buen trabajo, Cristina; ya sabemos muchas más cosas de este gran director... yo, por ejemplo, desconocía que fuera de origen judío-alemán. Espero con expectación la primera peli que pongáis de Mann para comentar algo.
    Me tira mucho su peli La brigada suicida, que no he visto. De las que he visto, y uno de los mejores westerns de la historia, es Winchester 73. Su estructura narrativa es magistral, además de esa esencia de aventura tan genuina... impresionante! Un saludo, David, Cristina y cía.

    ResponderEliminar
  4. Ya tenemos las películas:
    WINCHESTER73
    EL HOMBRE DE LARAMIE
    COLORADO JIM
    Y entre un cuádruple empate hemos escogido:
    LA BRIGADA SUICIDA
    LA COLINA DE LOS DIABLOS DE ACERO

    Comenzaremos con EL HOMBRE DE LARAMIE, la entrada caerá entre hoy y mañana.

    Un saludo a todos y gracias por vuestra participación

    ResponderEliminar
  5. hola
    Be no, a cristina dos cosillas, o tres o cuatro,
    Lo primero es de mi oculista, “muchas gracias” con entradas tan breves nos mantienes a todos la graduación en su sitio, menos mal que no tiene desperdicio, no le sobra ni una coma, menudo curre en hora buena
    Y lo siguiente es que mejor te dediques a la medicina, pues como periodista, y más en estos tiempos en los que el periodismo es mas como la disentería, por lo amarillo que hay que ser para triunfar, no te ganarías ni la tinta que uses para escribir
    No me gustan de nunca los western, son aburridos y predecibles, ensalzan el machismo y carecen de rigor histórico, sobre todo en la parte de los indios, todo el mundo da por hecho atuendos costumbres… que en mil y una ocasión se han falseado para dar espectacularidad a las películas, no así lo sucedido con los atuendos y costumbres de los colonos que tienen mayor rigor.
    Y por ultimo deciros a todos que dios nos pille confesados, que se puede pedir a un director, que fue seducido por doña sarita Montiel, señores como gay que soy, no puedo por menos que reconocer la belleza y exuberancia de este pedazo de mujer, pero claro la belleza sin fondo se queda en eso. Nuestro desafortunado director se caso con ella a los 51 años de edad, que se le supone ya persona centrada para saber lo que hace, pues no, no lo estaba, se caso con ella in articulo mortis, todos suponemos que en pleno uso de sus facultadas nadie se casaría con semejante pedorrilla, aunque esta este como un bombón y tenga 29 tiernos añitos,
    Lo verdaderamente gordo es que cuando nuestro querido director se repuso de su gravísima enfermedad, el tipo va y consolida el matrimonio casándose por lo civil, hay que estar rematadamente….
    En fin no me gustan los western y además, estos estarán dirigidos por semejante filtrapìllas, café y silla de madera porque si no, no se cómo vamos a aguantar
    Fuerza y salud a todos

    ResponderEliminar
  6. Muy bueno lo de Sarita (inauguramos la sección amarilla del blog) parece ser que estaba como para levantar a un muerto.

    En otro orden de cosas (más serias)comentarte que creo que vas a sorprenderte con estos westerns, los personajes de Mann poco tiene que ver con los chulos fascistoides que citas.
    Son personajes maduros, generalmente torturados y muy matizados psicologicamente que se ven abocados a la violencia por razones bastante justifidas.

    No te defraudarán, así que míralos con buenos ojos.

    ResponderEliminar
  7. Me toca turno de palabra por alusiones, debo agradecer como no, a todos los que habeis leido y valorado positivamente la entrada del amigo Anthony.
    @Rafa, me tienes apabullada, impresionada, no sabía yo de tu buen hacer poético, eres el genio de las metáforas, ¡primero la apnea y ahora la diarrea!
    ¿ De verdad has leido la entrada entera?. Un comentario algo escatológico pero que me halaga en lo más hondo.

    ResponderEliminar
  8. Hola soy nuevo por aqui,veo que sois 3 autores de este blog,en principio me gusta el blog y a
    ti Cristina,autora de este post,con un enorme curro,invitarte a mi blog,seras bienvenida.

    ResponderEliminar
  9. @Atticus: Gracias por tu comentario estaremos encantados de pasarnos por tu blog.
    Un saludo

    ResponderEliminar