martes, 29 de noviembre de 2011

OTTO PREMINGER


"A los 9 años yo quería ser actor. A los 19 era director teatral. A los 21 fundé un teatro en Viena que lleva mi nombre. Y a los 26 me fui a Estados Unidos. Así, Hitler no tuvo la suerte de encontrarme cuando llegó a Austria"

Otto Ludwig Preminger fue un director de cine judío, de origen austro-húngaro, nacido el 5 de diciembre de 1905 en Wiznitz.
Su padre fue fiscal del imperio de Francisco José I y marcó decisivamente su infancia, a la vez que dejó en él la huella imborrable de una forma de entender la vida: “Estoy muy agradecido a mi padre porque la filosofía del derecho le da a uno cierta perspectiva de la vida”.
Empujado por este, Otto acabó los estudios de derecho, pero sólo para abandonar esa trayectoria profesional y dedicarse a su verdadera pasión que era en ese momento el teatro. Así de la mano de Max Reinhardt se inició como asistente del famoso director, y actuó en múltiples obras de teatro entre 1923 y 1935. Ponerse en contacto con Reinhardt no fue cosa fácil, pero la insistencia de Otto dio finalmente sus frutos. Entre ellos se entabló una relación especial de tutor y alumno. Preminger acabó alejándose de su mentor para convertirse en director de escena, actor y director de teatro en Viena, donde residía desde 1915 la familia Preminger, que se había trasladado a esta ciudad empujada por los cambios políticos de la época.


La primera incursión en el mundo del cine le vino dada en 1931 cuando le ofrecieron dirigir la película “Die Grosse Liebe”, que fue todo un éxito.
En 1935 el nombre de Otto Preminger ya empezaba a sonar y recibió una tentadora y oportuna oferta desde Hollywood, nada menos que invitado por Joseph Schenck, que junto a Darryl F. Zanuck, regentaba la Twentieth Century Fox.
Así recuerda Preminger su llegada a Hollywood: “Cuando llegué aquí me puse a estudiar de verdad, empecé de cero. Pasé unos ocho meses en salas de montaje y trabajé con muchos directores distintos”.
Se le encomendó dirigir dos películas de serie B: “Under your Spell” (1936) y “Danger-Love at Work” (1937). Satisfecho con el resultado, Zanuck le ofreció la dirección del mayor proyecto de la Fox hasta la fecha, una superproducción espectacular titulada “Kidnapped” que estaba basada en la novela de Stevenson. Según cuenta Preminger en una entrevista concedida a su amigo Peter Bogdanovich, su primera intención fue la de rechazar el proyecto. No se sentía cómodo dirigiendo una película ambientada en las Highlands escocesas y adaptada por Zanuck, pero su amigo Gregory Ratoff le argumentó: “No lo rechaces, porque no volverá a dirigirte la palabra. Él piensa que te ha dado la mayor oportunidad que se puede dar. Haz la película”.
De forma que Otto empezó el rodaje preparando la composición de las escenas e hizo un pequeño cambio en una de ellas, lo que acarreó consecuencias inesperadas para Preminger, que más tarde contaba lo ocurrido: “Y entonces vino Zanuck y me soltó un rapapolvo: A ver, ¿por qué has cambiado esa escena? Me dijo” Pero yo no la había cambiado como pensaba él, solo había quitado una cosa… Me puse como un energúmeno. Era capaz de gritar tanto como él y eso era una nueva experiencia para él”.


A raíz al problema con Zanuck el despido fue fulminante y Preminger se convirtió en un apestado en Hollywood, así que, tras dos años apartado del cine, optó por trasladarse a N.Y. donde volvió al mundo del teatro en Broadway. Durante esa época produjo diversas obras y actuó interpretando papeles de nazi, paradoja importante ya que Preminger era judío y la segunda guerra mundial estaba en ciernes. De aquel entonces datan: “Outward Bound”, “My dear Children” y “Margin of Error”. Esta última fue elegida por la Fox para llevarla al cine, y el papel de nazi se lo ofrecieron a Preminger que lo había interpretado ya en la obra de teatro. El director del film sería Lubitsch, pero finalmente este se retiró del proyecto.
Preminger que se sentía más director que actor, aprovechó la ocasión y llamó a Bill Goetz al que propuso: “Mira voy a hacerlo de la siguiente manera: tú me pagas sólo por actuar y yo dirijo gratis. Si al cabo de una semana te arrepientes, renuncio al cargo de director pero sigo haciendo el papel lo mejor que sepa para cualquier otro director”. Goetz aceptó el trato y al cabo de una semana le ofreció un contrato de productor, actor y director, para los siguientes siete años. Así fue como Preminger volvió al cine y a la Fox.


Zanuck por su parte había estado ausente una temporada, se había enrolado en el ejército tras el ataque de Pearl Harbor, y a su vuelta se enfrentó con Goetz, no había sitio para los dos en la Fox así que Goetz se marchó. Con respecto a Preminger, Zanuck tuvo que respetar el contrato que tenía firmado, pero impuso sus condiciones: No volvería a dirigir ninguna película, sólo le permitiría producirlas.
Antes de la vuelta de Zanuck, Preminger tenía en marcha dos proyectos, “Army Wives” que se estrenó en 1944 con el nombre de “In the Meantime, Darling” y Laura (1944).
Zanuck fiel a sus condiciones eligió a Robert Mamoulian para dirigirla y la produciría Otto que además era el guionista. Como todos sabemos Preminger acabó dirigiendo “Laura”, que fue un éxito de público y de crítica, fue nominada a los oscar y obtuvo varios de ellos. Las dificultades que fueron surgiendo durante todo el proyecto, que comentaremos largo y tendido en la entrada de “Laura”, y a las que se enfrentaron tanto Zanuck como Preminger, tuvieron el efecto paradójico de acercar a estos dos enemigos y consiguieron que se respetaran mutuamente, hasta finalmente entablar, con el tiempo y otros proyecto, cierta amistad entre ellos. Preminger contaba: “Después de “Laura” mi relación con Zanuck era muy buena. No hacía nada que pudiera sentarme mal. Si quería hacer algo que a mi no me gustaba, siempre conseguía disuadirle”
A continuación llegaron La Zarina (1945), también era un proyecto de Lubistch, que en esa época sufría problemas de salud, y que eligió a Preminger para dirigir la película al no poder hacerlo él. “Fallen Angel” (1945) que fue un encargo de Howard Hughes a Zanuck. Y otros nueve films que obtuvieron distintos grados de aceptación por parte de público y crítica, como la “La dama de armiño” (1948), otro de los proyectos de Lubitsch que este no pudo acabar al fallecer en 1947 el octavo día de rodaje. O “El Abanico de Lady Windermere” (1949) que obtuvo mala crítica y muy escasa recaudación. “Forever Amber” (1947), “Daisy Kenyon” (1947), “Whirpool” (1949), “Al borde del peligro” (1950)…


Tras esta etapa, Preminger decide volver al teatro donde dirige y produce “The Moon is Blue”, y compra de su bolsillo los derechos de adaptación para más tarde llevarla al cine.
Así es como Preminger se inicia, en la década de los cincuenta como director independiente, a través de Carlyle Productions.
En la entrevista con Bogdanovich afirma refiriéndose a “The Moon is Blue”: “Ya había producido y dirigido la obra de teatro, es normal que fuera yo quien la llevara al cine. Además, era la época en que la gente empezaba a hacer cine independiente, y no era cosa fácil. Esta era una película pequeña, y los derechos eran accesibles. De hecho no tuve que pagar nada. El autor se convirtió en mi socio”.
A partir de ese momento Preminger se convierte no solo en un influyente cineasta independiente, sino también en un atrevido director contra la censura norteamericana, que en aquellos años 50 era de una virulencia implacable. Refiriéndose a “The Moon is Blue” comentó: “La estrenamos sin sello, como sabe, sin la aprobación de la Legión de la Decencia. Esto ayudó en algunos sitios, pero en algunos pueblos había policías en la puerta de los cines, apuntando los nombres de las personas que entraban”.
Otto siguió aceptando algún que otro encargo de los estudios como “Río sin retorno” (1954) o “Carmen Jones” (1954). Pero se dedicó fundamentalmente a sus propias películas, y dirigió entre otras: El hombre del brazo de oro (1955), “Buenos días tristeza” (1957) que se convirtió en Francia en la película paradigma para los directores de la Nouvelle Vague, Anatomía de un asesinato (1959) y “Éxodo” (1960) dos film que han quedado en los anales del mejor cine norteamericano, Tempestad sobre Washington (1962) “El Cardenal” (1963), “El rapto de Bunny Lake” (1965) y otras muchas que coronan su gran filmografía.


La década de los 70 marcó el declive de Preminger, sus películas no fueron apreciadas por el público. Su ánimo sin embargo no decayó, según nos cuenta su amigo Bogdanovich. Sufrió un terrible accidente de tráfico al ser atropellado por un taxi al cruzar una calle de Manhattan pero sobrevivió. Poco después el Alzheimer implacable y que no perdona, fue anulándole hasta que murió de cáncer a los 79 años en N.Y. el 23 de abril de 1986. Se había casado en dos ocasiones y tuvo tres hijos.


FILMOGRAFÍA


  • El Factor humano (1979) "The Human Factor" 
  • Rosebud (1975)
  • Extraña amistad (1971) "Such Good Friends" 
  • Dime que me amas, Junie Moon (1970) "Tell Me That You Love Me, Junie Moon" 
  • Skidoo (1968)
  • La noche deseada (1967) "Hurry Sundown" 
  • El rapto de Bunny Lake (1965) "Bunny Lake Is Missing" 
  • Primera victoria (1965) "In Harm's Way" 
  • El cardenal (1963) "The Cardinal" 
  • Tempestad sobre Washington (1962) "Advise & Consent" 
  • Éxodo (1960) "Exodus" 
  • Anatomía de un asesinato (1959) "Anatomy of a Murder" 
  • Porgy and Bess (1959)
  • Buenos días, tristeza (1958) "Bonjour tristesse" 
  • Santa Juana (1957) "Saint Joan" 
  • El proceso de Billy Mitchell (1955) "The Court-Martial of Billy Mitchell" 
  • El hombre del brazo de oro (1955) "The Man with the Golden Arm" 
  • Carmen Jones (1954) 
  • Río sin retorno (1954) "River of No Return" 
  • La luna es azul (1953) "The Moon Is Blue"
  • Cara de ángel (1952) "Angel Face" 
  • The 13th Letter (1951) 
  • Al borde del peligro (1950) "Where the Sidewalk Ends" 
  • Vorágine (1949) "Whirlpool" 
  • El abanico de Lady Windermere (1949) "The Fan" 
  • Entre el amor y el pecado (1947) "Daisy Kenyon"
  • Ambiciosa (1947) "Forever Amber" 
  • Centennial Summer (1946) 
  • ¿Ángel o diablo? (1945) "Fallen Angel" 
  • La zarina (1945) "A Royal Scandal" 
  • Laura (1944)
  • In the Meantime, Darling (1944)
  • Margin for Error (1943) 
  • Danger: Love at Work (1937)
  • Under Your Spell (1936)
  • Die große Liebe (1931)


Preminger fue como hemos dicho, un director independiente y valiente.
Se atrevió con temas considerados tabú en su tiempo, abordando desde su particular visión el mundo de las drogas, la violación, el embarazo y la virginidad. Contrató a actores negros como interpretes mayoritarios en dos de sus películas. Y obvió la lista McCarthy y su caza de brujas contratando a personas que figuraban en ella etc. etc.
Se atrevió a retratar a la sociedad americana, tanto desde un punto de vista político como judicial, abordó el prohibido mundo eclesiástico, la marina, la creación del estado de Israel y la separación de poderes en EEUU. Usando para ello todos los géneros que consideró oportunos, desde el musical, al drama más intimista, pasando por el film noir, la comedia, el cine bélico, político o judicial…

Otto Preminger fue gran cineasta, todo un maestro, su narrativa cinematográfica se asienta en el establecimiento de una relación de complicidad con el espectador: “Yo tengo mucha fe en la inteligencia del espectador. Intento hacer las cosas con la mayor sutileza posible, y con el menor énfasis posible”.
Dejaba que los espectadores formaran su propia opinión. Trataba de contar la historia respetando la unidad de visión para lo que rodaba las escenas en un solo plano, sin cortes ni cambios de emplazamiento de la cámara. Respetaba el tiempo y el espacio en cada escena. Trataba de dirigir con imparcialidad, sin manipular al espectador.
Utilizaba con sutileza los gestos, posturas, andares y movimientos de manos (y de todo el cuerpo en general) de sus intérpretes para contar lo que deseaba sin palabras y sin necesidad de ser explícito. Confiaba en que el espectador sabría entenderlo.

En la medida de lo posible, procuraba rodar las escenas en orden cronológico para evitar la discontinuidad. Renunciaba al filtro del montaje por considerar que creaba un punto de vista. Creía que todo corte era una interrupción. Su forma de montaje se dio en llamar “en encadenados” de grandes bloques en lugar de planos breves.
Prefería el Panavisión al Cinemascope porque es un formato que abarcaba más, que permitía ver más cosas. Según sus propias palabras: “Esto está relacionado con una idea mía de que los cortes interrumpen el curso de la narración. Cuando quiero un primer plano, hago que el actor se acerque a la cámara o acerco la cámara adonde está él. Pero siempre por algún motivo, no a lo loco. Se puede cambiar de plano sin ser demasiado evidente, pero aún así la ilusión se interrumpe, a menos que el corte se utilice para sobresaltar al espectador. Pero esto no es más que una teoría, y yo soy enemigo de las teorías”.


Indudablemente Preminger poseía grandes dotes organizativas y clarividencia. Era además un director realista, que creía que las películas realistas se beneficiaban al ser rodadas en localizaciones, en vez de en decorados, por dos razones. Según el mismo decía: “Cuando se rueda en localizaciones no puede uno hacer lo que le dé la gana. No se pueden mover las paredes, hay techos, no puede uno iluminar como quiere exactamente. Y entonces hay que dirigir de forma más realista. Hay que emplear la imaginación: es un desafío”.
Y por otro lado refiriéndose a “Anatomía de un Asesinato” dijo: “Si el jurado son personas de verdad, se obtiene una realidad. A veces esto les influye a todos, a los demás actores. Les da una sensación de realidad que no obtendrían de otra forma”.
Sus guiones despertaban la fascinación y el interés del espectador consiguiendo que este se involucrara en la historia, y que los actores de sus films se identificaran plenamente con sus personajes.

Contó con la colaboración de Saul Bass para realizar el diseño gráfico de los títulos de crédito de sus películas, empezando con los de “El Hombre del Brazo de Oro” (1955), y que tuvieron tanta aceptación que fueron imitados a partir de ese momento y hasta el final de la década de los 60.

Desde mi personal punto de vista y tras leer detenidamente todas las características del cine de Otto Preminger, intuyo que en el fondo trataba al espectador de sus películas como si se hallase en una butaca de teatro para disfrutar de una obra. ¿Acaso éste no tiene toda la escena ante sí? ¿Acaso no está quieto y localizado en un punto desde el que observa toda la acción? Tal y como hace Preminger con su cámara. ¿Acaso no se desarrolla todo en orden cronológico?
Son muchas las similitudes que observo, por lo que me atrevo a deducir que la experiencia teatral de Preminger influyó decisivamente en su trabajo en el cine, hasta el punto de dedicar sus películas a un espectador de teatro cuando en realidad les estaba proyectando un film.


Fue un hombre que no dejó a los demás indiferentes, muchos le odiaron por su forma de ser tiránica y dictatorial con los actores. Aun que otros le recuerdan como a una persona entrañable. “Yo no tengo úlceras, las causo” decía Preminger. Todas las referencias bibliográficas que he manejado hacen hincapié en ese mal carácter de Preminger, pero para mí como espectadora sólo queda la evidencia del trabajo de un gran cineasta.
Confío en que todos disfrutemos de su cine en este ciclo que le dedicamos.
Un saludo amigos cinéfilos.

15 comentarios:

  1. Aprovecho esta magnífica bio-filmo de Preminger para colgar las pelis del ciclo en orden de visionado para facilitar los cine fórum.

    1 EL HOMBRE DEL BRAZO DE ORO.
    2 LAURA
    3 CARA DE ANGEL
    4 TEMPESTAD SOBRE WASHINGTON
    5 ANATOMÍA DE UN ASESINATO

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  2. Grandioso repaso a la figura y obra de Preminger!! Mis más sinceras felicitaciones David. Y claro que no me importa el enlace, faltaría más, todo sea para ayudar a complementar (si es posible) tu completísima entrada.

    Una vez leida la entrada y a la espera de ir "viendo" las pelis propuestas, entiendo mejor el gran tándem que formó junto al genial Saul Bass que era capaz de sintetizar en poco más de un minuto lo que íbamos a ver. Preminger, inteligente y generoso, le dio via libre para hacer lo que quisiera. Ahí tenemos los resultados!!

    Un saludo

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  3. Será un gustazo disfrutar del cine de Preminger y volver a re-ver algunas d esus películas para comentarlas en el cine fórum.
    Un saludo.

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  4. Hola Soy Susan:

    Una reseña completisima, del gran Otto Preminger
    y las cinco pelis, que hasn salido están entre mis votadas, como dice Marderley será un gustazo
    dentro de mi tiempo volver a re-ver todas las que pueda, menos mal que las tengo en los archivos y guardadas a buen recaudo.

    Un abrazo.

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  5. Otro de esos directores que se fueron de Europa, en este caso por un motivo más que justificable, y otro de esos directores que vienen del mundo del teatro.
    Mamoulian le birló la dirección de una de las pelis que iba a dirigir. La relación con Zanuck parece que tuvo sus claroscuros.
    Trató todo tipo de temas. Es curioso que siendo un hombre del teatro le gustara dirigir a base de gestos, movimientos de manos, etc Eso es muy del cine mudo, bastante visual… en ese aspecto es contradictorio.
    Lo que no me atrae de su estilo, y eso no significa que no me guste (Preminger me gusta mucho y tiene pelis magistrales como Laura o Anatomía de un asesinato) es la poca utilización del montaje. El montaje me parece algo muy importante en la dirección. Me gustan los montajes en los que, precisamente, hay mucha discontinuidad y mucha técnica narrativa que tiene que ver con lo visual. Lo que sí me llama es el componente realista de sus pelis para, como dice él, involucrar más al espectador en la trama.

    La entrada magnífica, Cris.

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  6. Rectificar es de sabios: mis más sinceras enhorabuenas, Cris! Ups!

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  7. Por fin he sacado un ratito para disfrutar de esta magnífica entrada. Todo un personaje el bueno de Otto. Me ha encantado la cita en la que Preminger elabora una teoría de su forma de dirigir para concluir diciendo que no cree en teorías. Bueno, al menos, demostraba principios cinematográficos, los aplicaba en mayor o menor medida y, en muchas ocasiones, le dio magníficos resultados -no siempre, debo admitir, algunas de sus películas apenas alcanzan el aprobado-.

    En cuanto a la lista de pelis, veo que vamos a coincidir en una que teníamos programada para este lunes -y aplazada para el siguiente-. Será interesante comparar los puntos de vista.

    Saludos

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  8. Antes que nada, queridos compañeros de andadura cinematográfica, permitidme disculparme el retraso con el que contesto a vuestras aportaciones. Una vez más nos enfrentamos a esos terribles problemas que ocasionan la lentitud e ineptitud de los proveedores de servicios de Internet. Está resultando una labor faraónica conseguir que nos conecten el internet en casa. De momento recurrimos a otros puntos de conexión, pero que por desgracia no los tenemos a nuestra disposición de forma permanente.
    Un saludo

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  9. @DeWitt
    Cumplidos recibidos, gracias compañero. Veo que admiras a Sual Bass, y no es para menos, los títulos del "Hombre del brazo de oro" son increíbles. Elegantes dinámicos impactantes. En esa época además fueron sobretodo innovadores. No es de extrañar que los copiasen e imitasen durante dos décadas.
    Un saludo y gracias por comentar

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  10. @ Manderly
    Que razon tienes al decir re-ver, algunas escenas de Preminger estaban em el fomdo de mi memoria,las ví hace tanto que no recordaba a que película correspondían, pero sí me habían impactado mucho y de ahí que las recordase. Ahora con este ciclo ya las sitúo y aprecio aún más. En breve llegará la entrada de "El hombre del brazo de oro" que está preparando David y podremos explayarnos.
    Gracias por tu aportación
    Un saludo

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  11. @ Susan
    Hola Susan, espero con impaciencia tus comentarios certeros sobre las pelis que tenemos a la vista.
    Gracias por participar
    Un saludo

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  12. @ Javi.
    Es curiosa tu observación y más ahora que precisamente hemos pasado de un director como Orson Welles que priorizaba el montaje casi por encima de la dirección, a otro que considera que montar es manipular al espectador. Cada uno en su estilo y con su punto de vista. Los resultados están ahí, obras maestras todas, pero muy diferentes entre sí. Así como el cine de Premiger es un mar en calma con movimientos suaves y acompasados cual oleaje tranquilo, el de Welles se parece más a la mar picada, con subidas y bajadas bruscas y una intensidad de tormenta. Preminger consigue indudablemente su objetivo de realismo, mientras que Welles tan histriónico como siempre consigue alcanzar su toque de efectismo, entendido en la mejor acepción de la palabra.
    Un saludo Javi y muchas gracias por darnos tu opinión.

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  13. @ Gourmet
    Estupenda combinación la de coincidir en una peli, las cosas se ponen interesantes…….
    Estos directores, eran todos unos personajes, unos más endiosados que otros pero sin duda con un nivel de autocomplacencia importante.
    Un saludo y gracias por tu colaboración

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  14. Ha quedado una selección estupenda para el cine fórum

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