Unos
excelentes Jean Simmons y Robert Mitchum protagonizan a las
órdenes de Otto Preminger “Cara de Ángel”, un clásico del cine
negro en el que el director vienés revisa uno de los arquetipos más
emblemáticos del género: La mujer fatal.
La película
como buen exponente del género negro subvierte los convencionalismos poniendo
en entredicho aquello de que “la cara es
el espejo del alma”; demostrando que detrás
de unos rasgos hermosos e inocentes como los de Jean Simmons se puede esconder una mujer trampa llena de
determinación, dispuesta a valerse de engaños y subterfugios para seducir y
poseer al personaje encarnado por Robert
Mitchum, completando así el esencial binomio, ya que no hay mujer fatal sin
un hombre al que destruir.